Nueva cuidad

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Harry

Lo unico que podia ver desde la venta del auto eran arboles, arboles y mas arboles. La cancion que sonaba en mis audífonos era perfecta para aquel vacío que sentia, muy dentro de mi, tal vez por que viviria solo con mi gato "Miau" si, estúpido nombre para un gato pero le queda por que siempre maulla.

"Bienvenido a Doncaster, descubre el espiritu" Debo adimitir que el cartel se veia alegre y el lugar era lindo pero no quiero vivir aqui, no solo almenos con mis padres o algo por que no creo lavar mis cosas yo solo como lo hare, no se ni prender la lavadora o el lava platos.

Entremos a un bonito vecindario, espero que la casa que conseguimos no sea tan grande, me perderia en ella, ni tan pequeña, ¿Como meteria a Miau? Viramos y nos estacionamos en una casa grande pero no como una mancion.

-Llegamos Cariño-Dijo mama-¿Que te parece Harry? Linda ¿no?-Abrio la puerta-Entra vamos ahorita sacamos tus cosas

Entre y lo primero que vi fueron esas alargadas escaleras enfrente mio, a mi derecha una pequeña sala acojedora y al izquierdo un comedor.
Lindo y comodo, realmente ese lugar es hermoso, pero quería más mi casa.

-Bien comenzemos a desempacar tus cosas.-Dijo mamá tomando una de las cajas hay presentes-

Sacamos  las ultimas cajas del auto y procedimos a ponerlas en donde deberia, sacamos a miau para que empezara a explorar la casa.

8:43pm marcaba mi reloj, mama ya habia partido de hay y me habia dejado unas flores, mis favoritas, si soy un chico que ama las margaritas por que no.

*DIN DON* sono el timbre, me pare del sofa y abri la puerta. Una abuelita que lindo.

-Hola, Bienvenido al vecindarion, mi nombre es Rous-Me extendio la mano y la estreche cariñosamente-

-Gracias me llamo Harry.-Sonrei amablemente a la abuelita-

-Harry, lindo nombre, toma te traje pastel, es de bienvenida.-Me extiende el pastel-Tomalo vamos.

-Gracias no se ubiera molestado.-Lo tomo con amabilidad y calambre en las mejillas-.

-Me tengo que ir fue un gusto Harry, un gusto cariño.-sale del portico y se dirige a la casa de enfrente.-

Entro y pongo el pastel en el refrigerador vacio aun, salgo y me dirijo a pasar una primera noche en la casa con miau a mis pies.
Pensando en todo lo que me esperaba en esa nueva cuidad, en ese nuevo lugar y sobre todo, en esa nueva escuela.


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