Say it Baby //Jersey trio

Capítulo 11

Último capítulo

Todo miedo se fue una vez escuché la voz de quien cuida mis sueños. Me volteé de una vez y abracé a Alejandro como si mi vida dependiera de ello.

— Pensé que te había ocurrido algo. — Limpié mis lágrimas.

Vi su rostro en contra de la luz que se estaba apagando en el cielo, y sabía que si me iba a escapar con alguien sería con él. Que aunque nunca creí en el amor ya no podía ver mi futuro sin él.

— ¿Estás seguro de esto?

— Nunca estuve más seguro de algo.

Y fue así, casi como lo planeamos borrachos con Kairi noches atrás. Nos vamos, dejando toda la mierda de Mattia y del padre de Alejandro atrás. Y aunque su padre le hacía su vida una mierda, Alejandro siempre mantuvo la mía a flote.

No sé como no pude ver antes todo lo que sentía por el. Quizás estemos jóvenes y quizás esto sea una locura pero todo se siente tan jodidamente bien que debe de ser lo correcto.

Llegamos al apartamento que mis padres han pagado para que inicie la universidad el próximo año. Alejandro también se ha inscrito ahí, con oportunidad a una beca deportiva que estoy segura va a obtener.

— Están fucking dementes son mis putos ídolos. — Decía Kairi por la videollamada.

— ¿Vendrás siempre mañana a visitarnos?

— Todos los días me verán, se cansarán de verme.

— Eso espero.

***

— Deberías hablar con tu mamá, parece preocupada. — Le digo a Alejandro mientras vemos televisión.

— No se preocupaba cuando mi padre me golpeaba. — Contestó enojado. — Disculpa, no quise contestarte a-

— No, no... No debería meterme en eso. — Lo interrumpo. Se levanta de su asiento y toma sus llaves.

— ¿Te gustaría cenar pizza? — Asiento y el se despide de mí dándome un beso en los labios.

Kairi POV

Me cambiaba en los casilleros después de la práctica. Pensaba en qué hará mamá de cena y pensar en ella me haces recordar otras cosas. Debería decirle sobre mi sexualidad, o quizás a mi hermana. La enana habla tanto que si le digo no me haría falta contarle a nadie más, porque ella se lo diría a todo el mundo.

— Hola. — Dijo Mattia recostado de la puerta.

— ¿Qué haces aquí? — Levanta las manos y hace una mueca muy propias de el.

— Solo vengo por mis cosas. — Se acerca a su casillero y lo abre, repartiendo miradas a mi dirección. — Escuché que se mudaron tus vecinos.

— Eso no te interesa.

— Uf, estás muy pequeño para llevar tanta ira. — Rió. Cerré con un poco de fuerza mi casillero y me dirigía a la salida pero Mattia me detuvo.

— ¿Qué coño quieres? — Tuve que mirar arriba para poder verlo a los ojos, no me gusta Mattia, solo estoy confundido, repetía en mi cabeza.

— Calma. — Se agacha un poco a mi nivel con una sonrisa. — ¿Qué tal la práctica?

— Bien. — Respondí secamente después de unos segundos.

Se fue acercando lentamente a mí rostro. — ¿Bien?

— Sí. — Y me besó.

Regresé a casa llorando, porque aunque me haya separado de Mattia, no quita el hecho que me gustó y me gusta el, pero por todo lo que ha hecho he convertido eso en odio hacia el, pero mi odio a Mattia no cambia el hecho de que me gustan los chicos.