Todo era un caos, hace unos días. Garen se había alejado completamente del peligro por el bien y seguridad de su "pequeña" hermana.
Pero justo después en uno de los callejones más famosos de los barrios bajos de Kalamanda, hallaron el cuerpo desmembrado y destrozado de una pobre muchacha que solo parecía haber salido a pasear. La escena fue terrible, parecía que cientos de cuchillos habían atravesado su pequeño cuerpo, su cabello estaba desecho y tirado por todas partes mezclándose así con la sangre de su cuello y suelo, sus labios estaban azules por el tiempo que el cuerpo había estado en el frío ambiente húmedo de la noche, mientras que sus ojos estaban abiertos de par en par probablemente al ver a su asesino.
¿Quién podría hacer tal cosa? Estaba claro que no era un demaciano, Jarvan IV su amigo de la infancia, nunca haría tal cosa como declarar una guerra o acabar con la vida de alguien de tal manera. ¿Podría ser un noxiano? Garen no lo sabía, pero estaba casi completamente seguro de que Jericho Swain es demasiado inteligente como para cometer un asesinato en territorio neutral, estaba claro que no era tonto y costaba hacerle perder los estribos. O simplemente podría ser un asesino. Pero realmente estaba seguro de que esa niña no había accedido ni hecho nada como para arremeter contra ella y arrancarle la vida de tal forma. Había sido seguro una muerte rápida, pero aun así..
Caminando por la calle, Garen dejo el tema en el rincón olvidado de su mente y se centro en terminar el recado que su querida hermana, Zanahorias para Victory su elegante y hermoso caballo una gran bolsa de manzanas para la tarde y afortunadamente, Lux había aprovechado para pedirle que comprar un cepillo de cabello, el viejo se había roto a trozos el tiempo y el mal cuidado lo habían acabado.
El famoso demaciano se paro delante de la mesa marrón que yacía delante de él. Levantó su vista hacia el hombre que lo esperaba paciente con una sonrisa grabada en su cara.
- Este. - dijo el castaño, el dedo índice de su mano derecha señalo vigorosamente el grupo de manzanas y zanahorias maduras que esperaban en un estante justo delante del señor de la tienda.
El hombre se apresuró a recoger con sus manos rasgadas y llenas de cicatrizes los productos mencionados. - Gracias hombre, es un honor venderle mis frutos a un soldado demaciano tan famoso. ¡Mi hija habla sobre usted todo el día! -
- Jajaja, Muchas gracias a ti. Umm.. su hija seguro será una mujer hermosa y perfecta. Vuelvo a decir, muchas gracias.-
Apresurando su paso un poco, el demaciano se dispuso a recoger su ultimo pedido. Llegando al nuevo hombre que lo vendía, se paró en la pequeña fila que había en el lugar y movió sus ojos por los productos.
Justo cuando estaba delante del señor de la pequeña tienda, sus ojos se interesaron y su mente se revolvió en sus pensamientos, sus ojos habían caído en un cepillo de cabello rojo con detalles dorados en el mango. Lo había ignorado todo lo que podía, realmente no pudo evitar soltar gotas de agua de sus ojos al saber que la había abandonado de tal forma, pero, ¿la situación lo requería, no? Haber hecho eso por su hermana pequeña antes que elegir a la mujer que se metía en sus pensamientos. Ella se acercaría a el en su mente para insistir en que nunca lo perdonaría y que siempre fue un traidor a sus ojos, todo un montaje de su mente para hacerlo sentir culpable de sus acciones, estaba muy consciente de eso.
- ¡Garen! - escuchó una voz femenina a su lado.
Al girar su cabeza, vio como Quinn, Las Alas De Demacia lo miraba como si fuera un tonto. Recién sacado de su conciencia, el demaciano estaba perdido uno podía dejar de mirar a su compañera esperando que le dijera lo que esperaba a oír.
- Es tu turno Crownguard.-
- Oh -
...
En una taberna poco famosa de Kalamanda. Ciertos piratas borrachos llenaban el bar con sus ruidosos gritos, una figura femenina estaba sentada en una mesa vieja y mojada por la humedad del lugar mientras jugaba con el sobrero pirata de cuero en sus delicadas pero potentes manos, la señorita estaba bebiendo aburridamente mientras esperaba a el supuesto invitado que había citado a su tripulación a esa asquerosa taberna.
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La Pelirroja De Mis Sueños (Garen x katarina) EN PROCESO DE EDICIÓN
Fanfic"¿Que deseas Du Couteau?" dijo el demaciano, mientras miraba fijamente a la belleza noxiana. Está última, tambaleándose en su asiento y bebiendo.. lo que Garen suponía, su maldito quinto vaso de whisky, Ella le dio su mejor sonrisa seductora, o más...