SECRETS

Era un buen profesor ¿o no?

Véanlo allí, cualquiera que lo viera se comería esa fachada de excelente persona.

Lo cierto, que no es así.

Creo que me divertiré un poco, juguete nuevo.

Me acerco sigilosamente a su hogar si es que a esta pocilga se le puede llamar hogar. Como siempre tiene la puerta abierta así que nadie sospechara que forjaron la cerradura y será una muerte limpia.

Diviso a lo lejos una recamara con una luz encendida y es mas que obvio que el esta allí.  

—Un gusto poder verlo de nuevo "maestro"

Veo como se gira rápidamente para observarme, intuyo en miedo en él y eso me gusta.

Me excita el  miedo.

—¿Quién eres?. —cierto, no puede reconocerme por el pasamontañas.

—Uff empezamos mal querido maestro, usted no está en condiciones de preguntar quien soy. Es mi juego, mi reglas —le digo seriamente.

—No se de que hablas pe...pero voy a llamar a la policía esto es invasión a la propiedad.

—Uyy que miedo, Adelante hágalo.

Lo veo apresurado marcando el número de emergencia, me gusta el miedo que emana me hace dar más fuerza.

Comienzo a pasos a acercarme mientras el marca una y otra vez el número.

Tomo una de las silla y tomo asiento porque estar parad@ me agota.

—Y bien...ya le respondieron. Si vienen díganle que me traigan un café para poder aguantar toda la noche.

—N...no se que sucede, pero quien eres y a que has venido. Si necesitas algo podemos llegar a un acuerdo si así deseas.

Una enorme carcajada sale de mi porque no se me había cruzado eso por la mente.

—¿Quiere llegar a un acuerdo?

—Por supuesto, dime lo que deseas y se te dara.

— Pues ¿Qué pasa si le dijera el nombre Emma?

Si cuerpo se tensa y estoy segur@ que está pensando en darme una buena respuesta.

—No la conozco. —contesta firmemente.

—Seguro, querido profe...vamos no me mienta, no se vale mentir le saldrá caro después.

—Ella es una alumna de una de mis clases.—suelta apresuradamente.

—Que lindo ¿verdad ? sabe no me gusta actuar así siento es muy desconsiderado,  que le parece si toma asiento. Así  charlamos como debe ser, disculpe mis modales profe.

—No, gracias así estoy bien.

—Parece que no me comprendió, no era una sugerencia era una orden.

Así tal como le digo él hace caso. Me gusta dominar la situación.

—Como le decía, está usted consciente de que ella esta allí porque es becada ¿verdad?

—Así es.

—Y también sabe que si ella no mantiene unas buenas notas la beca podría ser retirada y ella no podría pagar sus estudios, lo sabe también.

—Completamente cierto. —habla seguro, pero sigo notando nerviosismo en voz.

—Sabe, el mensaje que le envió no fue nada agradable, siento asco por usted. Insinuarse a una alumna es delito. Y aunque la justicia es una mierda aquí, me gusta el termino de justicia por mano propia.