La Enfermera

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Te encontrabas merodeando en las cuevas buscando cofres y demás, hasta que viste con la poca luz de las antorchas un objeto rosado y brillante, era un hermoso corazón hecho de cristal, obviamente lo tomaste y al usarlo para ver qué hacía sentiste cómo tu vida aumentaba. "Esto es genial!" pensaste y acto seguido te pusiste loc@ de la emoción a buscar más por la zona, encontrando 2 más.

Volviste a casa ya que tu inventario estaba lleno, dejaste tus cosas y te recostaste en tu cama a descansar, ya que en uno de tus intentos de alcanzar un corazón que estaba un poco alto, caíste feo y te raspaste los codos. No era para tanto, te quejaste del leve ardor, en eso oyes que alguien te hablaba.

???: Oye, ¿te encuentras bien? Oh, mira cómo tienes los codos, enseguida te ayudo.

(T/N): Quién? •-° -levantaste la vista, era una chica rubia en traje de enfermera, te pusiste de pie de un brinco y la miraste de arriba abajo y viceversa. Enseguida sentiste cómo un flechazo atravezaba tu corazón (metafóricamente), no es como si tuvieras ese tipo de fetiches, pero ella era realmente hermosa.- ¿Eres una enfermera de verdad?

???: Oh querid@, disculpa por no presentarme, soy Helen y a partir de ahora viviré aquí como tu Enfermera, al parecer sí me necesitas. -comentaba mientras trataba tus raspones cuidadosamente.

(T/N): Eres muy hermosa. -se te escapó inevitablemente, sólo esperabas que ella no se enojara y deje la casa.

Helen: Gracias (T/N), pero eso no evitará que me pagues, son 20 monedas de cobre lind@.

(T/N): Qué..? Espera, me cobras por curarme?

Helen: Naturalmente, nada es gratis en la vida querid@. -puso su mano esperando el dinero, así que se lo tuviste que dar, después de todo era amable y te trató bien.

Pasaban los días y tu seguías aventurándote en las cuevas, te lastimabas tontamente, a veces sin querer, a veces a propósito para visitar a Helen, te serviría más usar simplemente pociones curativas y además son gratis pero tu querías verla a ella, te gustaba su trato amable, su delicadeza y profesionalismo, y su belleza por supuesto.

Helen: ¿Otra vez por aquí? Cariño debes tener más cuidado con esos esqueletos, es la quinta vez esta semana. -terminó de curarte y tu le pagaste, como siempre, pero te quedaste sentad@ allí un rato, observándola- Mmm? Ya estás list@, ya puedes salir a jugar, vuelve cuando necesites que te cuide ^^

(T/N): O sea que si no me voy... ¿significa que quiero que me cuides para siempre? -dijiste medio en broma y medio en serio, a ver cómo reaccionaría.

Helen: Juju... Cielo, ya terminé contigo, estás totalmente san@, ahora si me disculpas voy a ver si los demás necesitan mi ayuda. -y así sin más se fue de su cuarto.

Siendo que visitándola seguido para ella no significaba otra cosa más que trabajo, se te ocurrió llevarle augún presente. Así fue que unos días después le apareciste en su cuarto, con una herida leve como excusa y con unas flores que encontraste por ahí, y se las diste ansios@ por que le gustaran.

Helen: Ay tesoro, gracias pero sabes que sólo acepto monedas, pero si no tienes dinero no te preocupes, ve y vende esas lindas flores y luego regresa a que atienda tus magulladuras. -sonrió amablemente.

(T/N): No Helen, no es eso, tengo dinero pero las flores son un regalo.

Helen: Mmh? ¿Como una decoración? Ay qué buena idea (T/N) ^^, quedarán muy bien en esa esquina y levantarán un poco el ambiente soso de la habitación.

(T/N): ......... sí .. -te quedaste un poco inconforme pero al menos te las aceptó.

Aunque ese no era motivo inicial del regalo, al menos pudiste sacarle una sonrisa y eso te motivó, así que volviste a hacerlo día tras día tras día, cada vez una flor diferente, y Helen tan amable como siempre las aceptaba con una sonrisa, hasta que un día cambió de parecer así de la nada.

NPC!Terraria x Player!Reader -·- Viví tu historia~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora