¡¡¡¡¡AVISO!!!!! EN ESTE CAPÍTULO HAY ALGUNAS FRASES EN FRANCÉS. EN PRINCIPIO SON BASTANTES SENCILLAS PERO POR SI ALGUIEN NO LAS ENTIENDE, Y YA QUE AQUÍ NO PUEDO PONER UN PIE DE PÁGINA (O SI SE PUEDE PONER YO TODAVÍA NO HE AVERIGUADO CÓMO), HE DECIDIDO PONER LA TRADUCCIÓN ENTRE PARÉNTESIS JUSTO DESPUÉS DE CADA FRASE EN FRANCÉS. SON SÓLO CINCO O SEIS FRASES Y CREO QUE SE ENTIENDEN BASTANTE BIEN PERO CON LA TRADUCCIÓN AL LADO SERÁ MÁS FÁCIL PARA TODO EL MUNDO.
Desperté tras otra noche de sueño reparador. Un escalofrío recorrió mi espalda e hizo que me diera cuenta de que la almohada que César había colocado estratégicamente en mitad de la cama, ya no estaba en su lugar. Sin embargo, no era lo único que no estaba en su sitio: mi compañero de alcoba tampoco aparecía por ningún sitio.
Eché la sábana y el edredón a un lado y me senté en el borde del colchón. La almohada que se supone que nos tenía que hacer de separación estaba caída en el suelo, a los pies de la cama. Pensé que haberla tirado mientras dormía era una posibilidad, ya que siempre fui muy movida. Era habitual que despertase torcida sobre el colchón, con los pies colgando fuera de éste y la almohada en el extremo opuesto de mi cabeza. Al fin y al cabo, mis noches no solían ser muy placenteras. Aunque es cierto que aquella noche, y al igual que la anterior, había conseguido dormir como un lirón. Empecé a dudar de que en ese estado de sueño profundo hubiese sido capaz de moverme tanto como para llevar la almohada hasta la zona de los pies y tirarla al suelo.
En medio de mis elucubraciones, oí unas voces provenientes del salón que llamaron mi atención. César y Rober parecían estar discutiendo, para no variar y , de nuevo, yo parecía ser el centro de la confrontación.
-¿Seguro que no ha pasado nada entre vosotros? - La voz de Rober sonaba mucho más agresiva de lo habitual.
-Sólo soy su maestro - respondió César que parecía de peor humor de lo normal.
-¿Y se supone que tengo que creerme eso? ¿Qué maestro duerme con su alumna?
-Sinceramente, me importa una mierda lo que creas o no. No tengo porqué darte explicaciones.
Me planteé intervenir para evitar males mayores pero tenía curiosidad por la dirección que podía tomar la conversación.
-¿Te gusta? - preguntó de repente el espíritu.
-¿Qué?
-Me has oído perfectamente. ¿Te gusta? - insistió Rober.
-Ya te he dicho que sólo soy su maestro.
-¿Crees que soy idiota? Sólo hay que ver cómo la miras para darse cuenta de que no la ves como a una simple alumna. Incluso arriesgas tu integridad por protegerla.
-Es mi deber como maestro - respondió César, que parecía estar a punto de perder la paciencia.
-Nada te obliga a ser su maestro.
-¿Y no serás tú el que está enamorado de ella? ¿No eres demasiado acaparador? Incluso la seguiste hasta mi casa.
Durante un segundo eterno no oí ninguna respuesta. Anhelaba con todo mi corazón que César estuviera equivocado ya que no quería hacer daño a Rober. Para mí sólo era un amigo, un buen amigo al que había cogido mucho cariño, pero nunca podría ser algo más. Nunca me atrevería a decirle estas palabras pero Rober tenía que entender que él ya no estaba vivo y que ni siquiera yo podía cambiar eso.
-Carol es la primera persona a parte de mi familia que me ha tratado como a alguien normal - dijo con la voz llena de pena. Le oí suspirar y casi se me rompió el corazón al sentir su malestar. - Sufrí bullying cuando estaba en el instituto. Siempre fui un chico solitario pero nunca había tenido problemas con los demás, hasta que un día, justo a la vuelta de las vacaciones de Navidad, un chico nuevo llegó al instituto y tuve la mala suerte de que lo pusieran en mi clase. Tú me recuerdas a él.
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La nigromante (TERMINADO)
Paranormal¿Una medium? ¿Una bruja? ¿O algo mucho más antiguo y poderoso? Carol es una chica de apenas dieciocho años que quedó huérfana nada más cumplir los tres. En su primer día de universidad conocerá a César, un misterioso chico lleno de tatuajes que par...