¿Por qué?→𝐏. 𝐉𝐈𝐌𝐈𝐍 [✓]

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Narra Seoyeon.

Minutos después.

—Hija— papá me llamó, sentado en uno de los sillones de la sala. Bajé los últimos escalones y caminé hacia él.

—Sí, ¿qué pasa?— pregunté. Me acerqué a unos de los sillones que estaban ubicados enfrente de papá y me senté.

—Lo que te voy a decir ahora necesito que te lo tomes con calma. Sé que es algo difícil de pensar y decidir, pero es una oportunidad para ambos— dijo con una sonrisa, sin mostrar sus dientes, apoyando sus codos en sus rodillas. No sabía de lo que se podía tratar, pero parecía ser algo bueno, pero, también, su cara mostraba algo de preocupación.

—¿Qué pasa?— pregunté nerviosa y ansiosa por lo que tenía por decirme. 

—Me ofrecieron trabajo en Estados Unidos— dijo con una gran sonrisa. ¡Eso es genial!

—¡Que bien! ¡Felicidades!— exclamé sonriendo. Me levanté del sillón y caminé hacia papá para abrazarlo. Esto era una gran oportunidad para papá, pero…

—Gracias, cielo, pero eso significa que vamos a tener que mudarnos a otro país y a otro continente— comentó, dándome una sonrisa triste. A papá y a mí no nos gustaría estar separados de nuestra familia, pero los volveremos a ver, de eso estoy más que segura. 

Jimin.

Jimin.

Jimin.

—Oh, tu sabes más que nadie que no me quiero ir porque esta nuestra familia, amigos y Jimin y no los quiero dejar— expliqué, tratando de que mi voz no se corte. Me ponía demasiado triste tener que irme de Corea —No voy a enojar, obvio que no. Sólo somos nosotros dos, y sabes que si tienes un nuevo trabajo o una nueva novia, yo te apoyaré— dije. Tenía algunas lágrimas al borde de mis ojos, pero hacia lo posible para que no salieran.

—Sí, lo sé, y no sabes cuanto lo agradezco, hija. Pero vamos a tratar de venir a Corea para las fiestas o para las vacaciones— explicó, tomando mí mano y le dio un leve apretón.

—Esta bien, pero necesito hablarlo con Jimin, necesito contarselo, a los chicos y a Jinyoung— dije, asintiendo. Tengo que ir ahora mismo a hablar con Jimin, antes de que sea tarde.

—Terminarás allí la secundaria— entrelazó sus manos en su regazo. 

—Estoy muy feliz por ti, pero estoy triste a la vez. Jamás pensé que una notícia así de grande llegaría— dije, haciendo una mueca.

—Yo tampoco pensé eso— mí papá estaba de acuerdo con lo que dije. Esto iba a ser algo nuevo para nosotros dos.

—¿Y cuando es el viaje?

—En tres semanas— respondió.

—Esta bien, ahora me iré a hablar con Jimin, es mejor que se lo diga ahora— murmuré levantándome del sillón. Agarré mí celular, que estaba en la mesita ratona, y lo guardé en el bolsillo de mí pantalón —Adiós, papá — me acerqué a él y dejé un beso en su mejilla.

—Adiós, hija— sonrió. Me saludó con un movimiento de mano.

Actualidad.