Canibalismo ➸ KookMin ❪✓❫

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El canibalismo es algo demasiado extraño y se cree que sólo ocurre en dos tipos de personas: las que padecen enfermedades mentales graves y las que experimentan formas  extremas de parafilia significativa.

El segundo tipo de persona era Jeon Jungkook, sus deseos sexuales se gratificaban por actividades peligrosas. Disfrutaba con toda su alma y le saciaba ver el sufrimiento de una persona al ser desprendida de una parte de su cuerpo.

Eso alimentaba su estómago y su podrido ser.

Claramente Jungkook parecía una persona normal, un joven  común y corriente, alguien a quién quizás no debías de temer.
Sus comportamientos eran demasiado sigilosos, pues él no iba  por ahí diciendo y divulgando que comía carne humana. No.

Se guardaba todo para sí mismo y cuando llegaba el momento, solo atacaba. Dejando sin vida a sus presas.

El joven de tan solo 21 años de edad contaba con un sitio web, en donde conocía y quedaba con sus víctimas para ser comidas. Claro, lo hacía con el consentimiento de las personas. Estaba desquiciado pero no tanto como para privar a una persona de su libertad y después sin razón alguna ser devorada.

La mayoría de personas que ingresaban a su sitio eran adolescentes, los cuales llegaban por la curiosidad. Pero para poder entrar bien a fondo en su mundo oscuro debías de contestar un par de preguntas, personales, aterradoras, asquerosas y desenfrenadas.

Si lograbas acertar en todas podías tener chat privado con él, para poder verse y proseguir a su mayor deseo sexual.

Esa era su más grande fantasía, y aunque ya la había cumplido más de una docena de veces no se cansaba de seguir haciendolo, pues cuando su paladar prueba un trozo de carne humana lo vuelve realmente adicto que después de un tiempo no puede dejar de consumirla.

Jungkook ni siquiera llevaba la cuenta de cuantas personas había mutilado, para él eso era insignificante. Prefería mejor llevar la cuenta de cuantos días le hacían falta para mudarse de casa y de ciudad.

Era astuto y aunque no dejaba tantos rastros a las narices de los policías prefería prevenir antes que lamentar. El canibalismo en su país era algo que aún no se proclamaba legal.

Añoraría con todo su ser el día que eso pasara.

Y Park Jimin era un chico sin un futuro fijo, con pensamientos tan fuera de lo común que te llegaban aterrar.

Ese joven vivía su vida en las redes sociales, en las redes tan clandestinas y profundas que te llevaban en manos del peor caníbal que podías conocer. Jeon Jungkook.

Jimin había encontrado en aquella web ese sitio escalofriante, pero no se había animado a entrar por completo, solo había leído por encima la información que aparecía.
Se le hacía sumamente interesante lo que leía, el tipo que había puesto todas esas palabras las había dejado ahí con una intensidad y un significado que sólo podía darle Jimin.

Después de todo algún día ibas a llegar a tu fin. La vida para el no tenía tanto significado.

Sus manos no dejaban de temblar y de sudar arriba del teclado de su computadora. Las ganas ahora de picarle a mas información le eran infinitas, trayendole unos espasmos a su cuerpo.

No pasaba nada si intentaba. Como quiera nadie le estaba asegurado que contestaría bien todo ese cuestionario.

Al pasar de los minutos Jimin ya se encontraba contestando todas aquellas preguntas, y aunque dijo que no se lo iba a tomar tan personal lo hizo. Las contestaciones que daba eran tan largas y con entendimientos demasiado irreales.

Sus ojos ardieron al cabo de una hora. Nunca se imagino que fueran hacer más de cincuenta preguntas.

Al concluir con lo que parecía que era un examen deja enviar todo lo que había respondido. Entre las preguntas que planteaba aquel sitio web eran: nombre completo, edad, número y código de tu cédula. Pues así Jungkook podía darse cuenta si en verdad eras mayor de edad y no sólo le estaban tomando el pelo. También otra de las preguntas que hacía era tomarse una una foto u video de una parte de tu cuerpo, fuera rostro, brazos o piernas. Con lo que tu quisieras complacer a Jeon.

Jimin lo hizo y mandó sin tener vergüenza un video de su trasero, en donde se movía provicativamente de un lado a otro, haciendo resaltar muy bien sus caderas.

Con un bostezo se pone de pie de su escritorio y se decide por entrar al baño.

Cuando iba hacer tal acción solo escucha un sonido de notificación de su celular, al coger su móvil se da cuenta que le han enviado un mensaje por correo electrónico. Sus cejas se juntan extrañado para después mirar de quien se trataba.

La expresión de su cara cambia por completo en cuestión de segundos. Aún no se lo podía creer.

Para algunos tal vez era demasiado loco emocionarte por un mensaje de un caníbal, pero para Jimin eso le había golpeado en el blanco, en el punto de la euforia.

Su boca se había abierto en grande y hasta había relinchado de felicidad por aquello.

Sus manos no esperaron más y contestaron aquel email.

Hola, yo estoy muy  agradecido porque me hayas elegido.
Esto me resulta demasiado asombrante.

Enviado a las 2:12 AM

Pará mí pequeño esto también me llena de alegría. Llevo un par de semanas sin digustar a alguien.

Creo que eres el indicado.

Enviado a las 2:15 AM

¿Y entonces? ¿Ahora que debo hacer?.

Enviado a las 2:16 AM

Por mi yo iría ahorita mismo a buscarte, mis ganas son tan grandes de probarte que no te puedes imaginar.

Pero sino me equivoco, aún no te has despedido de tus familiares ¿o ya lo has hecho?.

Hay que ser gratos.

Enviado a las 2:19 AM

No hace falta que me despida.

Ellos pareciera que ya lo tienen muy claro.

Enviado a las 2:20 AM

Si quieres te me puedes poner sentimental cuando te tenga al frente.

Eso me encantaría.

Enviado a las 2:20 AM

Ambos pasan alrededor de dos horas conversando. Jungkook pregunta en demasiadas ocasiones si en verdad está seguro de lo que va hacer, por que una vez que mañana vaya por él ya no hay vuelta atrás.

Jimin perdido y extasiado solo dice que si, se había puesto duro por la forma en que le hablaba el tipo, y aunque pareciera algo muy repugnante le gustaba.