YeonTan levantó la mirada sintiendo como alguien estaba cerca, su colita se estaba moviendo mucho indicando la llegada de una persona de su agrado.
NamJoon estaba a unos pasos de entrar a la casa de su novio con comida en mano. Ya habían pasado meses desde aquella cita y todo estaba marchando muy bien.
Antes le gustaba TaeTae en su juventud, pero ahora lo enamoraba cada día. El crecimiento y las experiencias de ambos estaban ayudando al camino de esta relación, sí tenían peleas podían resolverlo de una manera más madura.
Ambos estaban felices, y sin duda el perdonar y volver a intentarlo era una de las mejores decisiones que tomaron.
Cuando entró a la casa, porque el moreno le había dado una llave, saludó a la pequeña bola de pelos negra con felicidad y dejó luego las bolsas en la mesa. Y caminó a lo que sería el estudio.
Ahí estaba TaeHyung con sus lentes y una mirada de pura concentración en la pantalla de su PC, estaba haciendo un trabajo que era muy importante, NamJoon lo sabía y por eso había venido, para que su novio comiera.
A pasos suaves se acercó a él y tocó su hombro, el de lentes saltó apenas de su asiento y dirigió la mirada al peliblanco, sus ojos se notaron más suaves y estiró su cuello pidiendo con el gesto algo claro. Por lo cual, el más alto dirigió su cara a la misma altura y le dio un suave beso, donde el contacto fue efímero pero cálido.
—Hola amor.
—¿Es tarde no? –la voz de TaeHyung trata de sonar inocente mientras se va acercando para abrazarlo más.
NamJoon solo asiente y se acerca nuevamente a besar los labios de su novio, el cual lo recibe gustosamente. Primero son besos suaves y tranquilos, pero en algún momento se intensifican; se escuchan chasquidos de sus labios, el cuerpo de ambos empiezan a subir y con cada roce, beso o la lengua jugando con la otra, poco a poco NamJoon va dirigiendo a su novio más cerca del escritorio y este se deja llevar a gusto.
Pero el ladrido de YeonTan vuelve a bajar el nivel.
—Tenemos –beso– que –beso– almorzar –menciona el alto con sus labios rojos e hinchados.
TaeTae aún le cuesta darse cuenta de dónde está pero asiente respirando agitado. Y una vez que ambos están listos parten para la sala. Donde un pequeño perrito estaba en una ventana mirando atento a lo que fuera sucedía.
Mientras Tae sacaba toda la comida que trajo su novio, este buscaba las cosas para ponerlas en la mesa, ambos se movían con sincronización en un espacio medianamente reducido. El silencio también era un buen compañero en estos momentos, siendo cálido y amable; cómodo ante todo y hacía el momento ameno. Claro, hasta que ambos se sentaron y comenzaron a hablar.
Normalmente a estas horas se solían reunir con más facilidad, entre sus tareas y trabajos, siendo que uno de los dos iban a la casa del otro. O incluso salían a comer por las afueras si era necesario, porque ambos apostaban en la cocina como para hacerlo cotidiano.
NamJoon se sentía cómodo en esta relación, a diferencia de la anterior que tuvo, no habían celos ni nada por el estilo. Hablaban de cada cosa sin miedo a ser juzgados y tratando de comprender al máximo a su pareja. TaeHyung sentía lo mismo, había aprendido a amarse y con ello a mantener todas las relaciones sanas de su entorno. Sin miedos, sin nada que hiciera un malentendido, ya había aprendido.
Luego de la comida, Tae decidió dejar su trabajo para después. Así que ambos decidieron mirar una película, estaban acostados en un sofá de la sala, el pequeño perro estaba en su camita durmiendo tranquilamente luego de jugar intensamente con el alto.
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Try| NamTae
FanfictionDonde TaeHyung encuentra un cuaderno que pertenece a Kim NamJoon, descubre las palabras de su amigo y decide hacer lo mismo. Pero el destino es una jodida perra ¿Qué pasará? •🌸• ▪︎Parte de la saga de minis-reto ▪︎Universo alterno •🌸• Espero que...