duo

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    Su abuela había preparado ensalada con puré de papas y pollo para cenar, con ayuda de su madre. Desde la mesa Rin observó a su padre caminar por la casa, intentando buscar algo de señal pero según Lily había dicho que la señal Wi Fi no llegaba allí, tampoco tenía cablevisión ni nada relacionado con la tecnología, a excepción de un teléfono fijo que se encontraba en la sala.

—Oye, Rin, ¿hacemos una pijamada en el patio trasero?—Su hermana le llamó la atención, sentada a su lado mientras tomaba un poco de jugo de naranja. Lucía bastante bien para casi haberse ahogado hace horas, Luka se encontraba intacta e igual de vivaracha que siempre.

—Sí, podríamos buscar una carpa para acampar y... ¡papá, ¿trajiste la carpa qué te pedí?!—Chilló pero León la ignoro por completo, preocupado con contactarse con uno de sus colegas en el trabajo.

—No lo trajo, niñas—su madre respondió mientras dejaba unos frascos de aderezo en la mesa—, y si van a tener una pijamada que sea en una de las habitaciones porque no les dejaré acampar afuera ni mucho menos solas—añadió con seriedad mientras Luka se quejaba.

—Pero mamá...

—Pero nada, ahora coman—dijo, sin dar tiempo a replicas.

    Luka le miró con tristeza mientras Rin se encogía de hombros y comía un poco del pollo, hizo una mueca al sentir que tenía mucha sal.


    Decidieron dormir en la habitación de Luka, que se notaba más grande que la de Rin. Trajeron mantas y almohadas y crearon un fuerte con ayuda de unas sillas y un perchero para colgar ropa. 

—Pero miren que lindo fuerte han hecho—su padre notó con una sonrisa, abriendo las sábanas para revelas a sus hijas, escondidas dentro de fuerte que se encontraba junto a la cama.

—¡Papá, no puedes entrar!—Se quejó Luka con un puchero, mientras Rin atraía a Copito cerca suyo, divertida.

—¿De verdad? Qué pena, entonces no les podré dar éstas barras de chocolate a escondidas de su madre—explico mientras dejaba revelar dos chocolates Hershey's en sus manos.

—¡Entra, entra!—Chillaron ambas eufóricas.

    Luego de comer el chocolate y que su padre les cuente la historia de la Bella Durmiente, ambas niñas se acostaron a dormir, no sin antes cepillarse los dientes.

    Mientras dormían Rin sintió algo jalarle la manta con la cuál estaba tapada, entre gruñidos se quejó con Luka, pensando que quizás le había quitado su manta para taparse. Sin embargo, no le prestó demasiada atención. Estrujando entre sus brazos a Copito intentó dormir nuevamente.

—Mmm, déjame...—murmuro somnolienta mientras sentía algo frío tirar de su pie.

    El ruido de la puerta abriéndose la hizo parpadear. Con el sueño aún impregnando su sistema miro hacia Luka, que dormía profundamente a su lado. Rin dejó a Copito entre sus mantas y se escabulló del fuerte con cuidado de no despertar a su hermana.

    "Rin..."

—¿Sí? ¿Qué pasa?—Preguntó mientras se levantaba y arreglaba su camisón, aún algo dormida.

    "¿Sabes dónde podría esconder tu madre los rosarios?"

—En su habitación o entre su equipaje, aunque no estoy muy segura—contó mientras tocaba la cama tendida, mirando el borrón oscuro que se encontraba cerca de la puerta abierta y que parecía moverse, acercándose más a ella.

    "¿Te gusta la casa de tu abuela?"

—Sí, supongo... aunque ahora me está gustando más—admitió, sintiendo un poco de frío cuando la figura oscura se puso frente suyo.

when the demon calls | rilenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora