Trastorno Obsesivo Compulsivo|| SeongJoong.

020

Hyejin paró de reír cuando Hongjoong finalmente se fue de la habitación dejándola sola — ¡maldición! — gritó de frustración, arrojando los platos que estaban en la mesa provocando que cada pieza de cerámica se cayera al suelo junto con la comida. Se levantó molesta haciendo su cabello negro hacia atrás.

— ¿quiere que lo detengamos, señora?

— ¡NO! — tomó el portafolio lanzándolo al rostro del hombre — ¡imbéciles!, mucha gente los vio. ¿¡Qué creen que pasara si ese idiota desaparece!? — Hyejin se acercó a uno de los hombres, haciendo sonar los tacones de sus zapatos — si ese chico hace lo que prometió, ¿¡Quien estará acabada!? — su dedo índice se hundía fuertemente en el pecho del hombre — no necesito que se levanten más sospechas de mi — puso la palma de su mano sobre su frente, temblando por la furia que tenía — ya no importa, ¿dónde está Seonghwa ahora mismo?

— sigue en la universidad, señora.

— está bien — puso ambas manos tras su espalda, comenzando a caminar por toda la habitación mientras pensaba — probemos si ese amor es verdadero.

Hongjoong llegó a su departamento. Lo primero que hizo fue darse una ducha para luego fotografiar las marcas que los hombres habían dejado en su cuerpo. Haría lo que fuera para no ser una víctima más.

Luego de guardar las fotos como evidencia, comenzó a curar su labio partido, el cual estaba demasiado hinchado, su abdomen tenía una marca rojiza que se volvería un moretón y sus brazos tenían las marcas de dedos de cuando lo arrastraron a la fuerza.

Tomó asiento frente a su laptop para comenzar a investigar sobre Park Hyejin. Sabía que la policía no haría nada por unas simples fotografías de golpes, buscaría hasta el último escándalo que involucrara a la madre de Seonghwa y se encargaría de confirmar cada uno de ellos, aunque su vida le costara.

Sus ojos se ampliaron cuando encontró la noticia donde la acusaban de asesinato, siguió leyendo detenidamente hasta que el timbre de su apartamento suena, ocasionando que pegue un brinco en su lugar, seguía ansioso por lo que había pasado hace unas pocas horas, temeroso se levantó de la silla para ir hasta la puerta, respirando tranquilo cuando vio que era Seonghwa.

Abrió la puerta, sorprendiéndose por la maleta que el mayor traía — ¿sucedió algo? — miró con detenimiento el rostro del pelinegro, siendo consciente de las bolsas que tenía bajo los ojos y la hinchazón en estos mismos.

— ¡Dios!, ¿¡que te sucedió!? — Seonghwa tomó las mejillas de Hongjoong, mirando su labio hinchado y con una herida muy grande — ¿¡quién te hizo esto!? — estaba alterado, así que, comenzó a mirar el cuerpo del más pequeño para buscar más golpes.

— estoy bien, te diré cuando me digas que pasa — Hongjoong detuvo las acciones de Seonghwa, quien seguía preocupado. Le hizo entrar al apartamento, yendo por una taza de té para el mayor, ya que se veía muy afectado, tomó asiento en la mesa frente a él para estar más cerca.