Un instante es un período de tiempo breve, casi impredecible. Hay quien los colecciona y quien los olvida. Hay incluso quienes los viven y no se dan cuenta.
-El Chico de las Estrellas.
Estaba ya en la esquina de su casa, no sabía que hacer, tenía a Jace en el hombro, para que pudiera tener más valor.
-No se me ocurrió en ningún momento ¿Y si no me dejan entrar? -negaba con su cabeza, llevaba la espada de Sebástian, también llevaba el emblema del emperador, también un papel que le exhortaba de todo lo malo de ser un marcado, pudiendo casarse con quien quiera, era héroe de china.
- Eres un héroe... - Ese era Jace, que había accedido a ayudarle, no importaba lo que pasara su guardián se aparecería ante sus padres.
-Lo dices solo para que los ancestros te vean que sigues haciendo bien tu trabajo- Se río amargamente, estaba enfrente de la casa ahora, negaba con la cabeza.
-Vamos Alexander, lograste enamorar al capitán de un ejercito, dudo que haya algo que no puedas hacer - Jace le dio una pequeña nalgada.
- ¡Ey! nada de lo que hiciste o dijiste me ayuda- Magnus no se había despedido de él, pero tampoco es como que Alec le hubiese dado oportunidad, el ojiazul no sabía que hacer, estaba congelado ahí, enfrente de su casa, donde siempre las puertas estuvieron abiertas para él, ahora su corazón le decía que tal vez estaban cerradas por algo.
- POR AMOR AL ÁNGEL- y Jace, sin previo aviso, sin ninguna señal de lo que iba a hacer, se abalanzo a la puerta y la toco por Alec- De nada.
Jace desapareció ¿DONDE ESTABA? DIJO QUE ESTO LO HARÍAN JUNTOS.
-¿Quién?¿Quién viene a casa de los Lightwood sin ser invitado?- era la voz de Isabelle, esa bienvenida lo hizo casi perder el habla.
- Izzy, soy yo- se sintió estúpido por un momento, más cuando parecía que cerraban la puerta- Isabelle, soy Alec, Gideon... no se realmente quien soy pero..
No pudo terminar su cósmico descubrimiento pues la puerta fue abierta, su hermana se abrazo a él, lo abrazo como si hubiera sido un fantasma que se fuera a desaparecer, no lo quería soltar, era su hermano que habían pensado hace meses que estaba muerto, las lagrimas inundaron su rostro.
- Me gusta, pero... debo entrar a ver a mis padres- La melena azabache que era Isabelle se quito del chico dandole un fuerte golpe donde tenía aún moretones.-PERO QUE ...- NO VUELVAS A SALIR ASÍ DE CASA, TE CREÍA MUERTO- Le grito pero le dejo pasar a casa- Pensé que traerías algo más emocionante que una daga a casa.
- ¿Qué querías que trajera a casa de la guerra? ¿Un pedazo de carne?- se río, pero paso a casa, mientras Isabelle se quedaba en la puerta metiendo a iglesia.
- Maldita sea Jace, si querías que lo hiciera yo solo me lo hubieras dicho- Murmuro entrando al jardín, donde estaba el árbol Lightwood, era un arbo, tan hermoso que solo florecía una semana al año, ahí estaba su padre y su madre le llevaba un te.
Era ahora o nunca
Tenía que hacerlo por si mismo.
Mientras...
-PERO EL ME NECESITA ¿NO LO VES?- Era Jace que los ancestros lo habían llamado, ahí estaban todos deteniéndolo.
- él tiene que hacerlo solo, no puedas ayudar en esta parte, depende de él elegir ahora- dijo el mayor, pero todos veían con atención.
- Espera... ¿QUÉ CARAJOS ESTA PASANDO?- de hecho, incluso Jace podría ver como el drama podría surgir en ese momento- ¿QUÉ HACE ÉL AQUÍ?
Entonces...No, no, tenía que hacerlo así fuese lo último que hiciera.
- Pero... eres tú- Eso había dicho Robert Lightwood, que apenas si pudo pararse, pero Alec ya se arrodillo ante él, mientras le extendía unas cosas.
-Son regalos, para honrar a la familia Lightwood, esta... es la daga de Sebastian para que sepas que hice por el país, el emblema del emperador estipulando que esta en deuda con la familia y esto...- le entrego el permiso- para saber que ha quitado todo problema que hubiera en la familia.
Alec, no se esperaba lo siguiente, su padre y su madre lo abrazaron, como si nunca lo hubieran hecho.
-El único regalo que me trajiste en verdad, es el haber vuelto con vida.... eres mi hijo, te quería en mi vida.- Casi lloraba, pero su esposa se quito del abrazo, cuando Robert le iba a decir algo, él también se quito.
-Lo siento, no quería... ammm... la joven Lightwood me dejo pasar, odio.... odio no venir con invitación- era Magnus, que llevaba un casco, ni siquiera se parecía al casco de Alec- Yo solo vine a devolverle esto.
-¿Yo llevaba casco?- Robert solamente le dio un pequeño golpe susurrando "pretexto"
-Pues entonces los dejamos hablar- Dijeron los mayores, dejando a los dos chicos solos.
Aunque se escucho de fondo "ENLISTENME A LA SIGUIENTE GUERRA" era de Isabelle.
-Realmente no es tu casco- se rio el joven moreno un poco nervioso.
-Oh entonces.. ¿quieres comer?- el ojiazul se estaba dando de topes por cosas tan tontas que había dicho.-Quiero que me des una oportunidad, si me quieres... si todavía me quieres- Magnus estaba hincado frente a él.
-¿Qué si aún te quiero? Tonto Capitán, yo no quiero el mundo, te quiero a ti.- le dió un beso rapido por el temor de sus padres- ¿quieres empezar por cenar juntos?
-MEJOR QUE SE QUEDE TODA LA VIDA- grito una Isabelle muy emocionada.
Con la risa Magnus le dio otro beso, un beso más.
Se fundieron en un beso, un último beso, para cerrar un pacto, ahí en el árbol familiar, con una voz de Isabelle de fondo. "Debe ser la boda en otoño"
FFFFFFFFFFFFFFFFIIIIIIIIIIIIIIINNNNNNNNNNNNNNNNNIba a hacer un especial para agradecimientos, pero en verdad, mi brujillo y mis lectores que se quedaron al final, son los que merecen todos y cada uno de los votos.
Quedense en mis otras historias, en el tablero pondre las que comenzaran a actualizar
ESTE ES COMO UN BEBÉ PARA MI, PERO POR FIN ACABOOOO.
LOS AMO POR HABER SEGUIDO LITERALMENTE POR AÑOS, 24 CAPITULOS.
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Un amor de guerra [ADAPTACIÓN] (TERMINADA)
FanfictionEl ejército de los Hunos, encabezado por el malvado Sebastián Velarc, quiere conquistar China. El emperador obliga a todos los varones (heterosexuales) a alistarse en el Ejército para proteger el imperio. Por otra parte, Alexander Lightwood es una...