Dibujando un Arcoíris🌈

Capítulo 7

🌞Hola, Grillis🌈
Quiero agradecerles por leerme, y también por dejar sus votos y comentarios, son muy significativos para mi. 
Disculpen tanta espera, tuve un gran bloqueo.

Despertar luego de pasar toda la noche llorando se vuelve un trabajo muy forzado, siento en mis parpados una roca muy pesada que me dificulta abrirlos sin sentir ardor. Quisiera pasar todo el día en mi cama y llorar hecha un ovillo, pero debo ir al insti para presentar mis últimos proyectos; al menos me tranquiliza el saber que ya casi terminan mis clases, estaré de vacaciones y no tendré toda la carga de las asignaturas.

Me siento en mi cama e intento ver alrededor en busca de alguna compañía, pero no hay nadie. El vuelo de Melody salía ésta mañana, por lo que debo suponer que se fue de mi habitación hace unas horas y por lo agotada que estaba no me di cuenta cuando se iba para despedirla.

Me arreglo y voy a la cocina para desayunar, mamá nota mi presencia y voltea a verme con una cálida sonrisa.

—Buenos días, preciosa. —apaga la estufa y deja reposar el café mientras se dirige hacia mi para darme un beso en la frente y un abrazo de medio lado.

—Buenos días, mamá.

-Lu, princesa... Hoy voy a acompañar a Sandra a hacer los trámites para el funeral de tu nana, ella vendrá por mi en una hora, pero necesito que lleves a Bella a la escuela, tu padre la pasará buscando de regreso. ¿Cuento contigo?

—Claro, mamá. En lo que acaben mis clases te llamaré para saber si puedo ayudarlas en algo.

—No te preocupes, cumple con tu nana y termina tus clases tranquila, ya nosotras nos encargaremos de todo.— le regalo una sonrisa triste, ella me da un beso en la sien y va a buscar a mi hermanita.

Debo apoyarla, ella es nuestro bastón, nuestro eje para encontrarnos si nos llegamos a perder. Sé que también le duele todo ésto, trata de mantener su postura de hielo para que podamos sentir que todo estará bien, pero ha de tener mucho estrés en su día a día asi que, aunque ella no lo diga, estoy consciente de lo mal que ella puede estarlo pasando con tantas cosas por hacer.

Luego de desayunar nos despedimos de mamá y nos encaminamos hacia nuestras clases.

—Oye, mamá dice que no debo estar triste, que nana nos sigue cuidando, pero yo había deseado que ella nos hiciera el pastel de cerezas otra vez. — Mi hermana dice.

—Si...

La escuela de Isabella no está tan lejos del insti, asi que sigo el mismo camino de todas las mañanas y en unos minutos llegamos.

—Isa, no importa lo que tenga que hacer, pero intentaré hacerte un pastel de cerezas tan delicioso como el de la nana.

Me sonríe antes de abrazarme y luego corre a su clase sin pronunciar palabra alguna.

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El sonido de una alarma me despierta y recuerdo que es viernes, mi último día del semestre.

Medio adormilada aún, voy a mis gavetas y al abrirlas veo una nota, pero con el ardor en mis ojos por tantas lágrimas derramadas en las últimas noches no logro ver que dice, asi que busco en mi cajón unas gotitas que me dió mamá para cuando sienta mis ojos cansados, y luego tomo la nota para ver quién la puso allí y qué dice.