¿UNA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?

OTRA VEZ EL COMIENZO

- ¿Nuevas reglas? ¿Que quieres decir?

William se acercó a mí y me dio un abrazo, la verdad no entendí el porqué, pero ya no pregunté, realmente estar aquí es lo que no entiendo así que ya no me preocupó mucho por lo que no entiendo hasta al respecto, pero no entendí para que fue el abrazo hasta  que sentí como me apuñaló la espalda. Laura grito y empezó a decir:
- Esto es mi culpa, debí protégete.
Fueron las palabras que escuché mientras caí al suelo.
Me duele mucho, Laura estaba cerca de mi pero no hizo absolutamente nada, supongo que era el miedo, yo también me había quedado paralizada en muchos momentos, aunque nunca lo espere de ella. Vi como le salían lágrimas, intenté acercar mi mano hacia ella, aunque solo puede tocar su pie para llamar su atención, le sonreí para intentar decirle que todo lo que pasó no era sino culpa mía, ella me miró, y rompió en llanto, mientras yo miraba fijamente a Laura sentí pasos acercándose a mí, si era William, quien con una pequeña daga volvió apuñalar mi pecho, luego lo hizo en mi vientre y luego nuevamente en el pecho, mi vista empezó a nublarse y escuché un grito de Laura, y vi la figura de cómo Laura empujaba a William y sentí una cálida mano sosteniendo la mía. Que lindo momento, si lo sé, estoy muriendo y de una manera nada linda, pero sentir una mano cálida me hace tan feliz, escuchaba la dulce voz de Laura pero no entendí ni una sola palabra, pero si un abundante olor a rosas inundado mi nariz, ya se lo que significa, simplemente que voy a morir, deje de sentir la válida mano, y el dulce timbre de Laura.

Yo morí.

Al abrir mis ojos estaba en una hermosa habitación en una gran cama. ¿Que hago aquí? Estoy segura que no tengo ni la más mínima idea, solo se que mi nombre es Clara, tengo 17 años de edad, creo que estoy muerta, ¿Como lo sé? Recuerdo claramente como morí, lo hice en un accidente automovilístico, pero no recuerdo nada más al respecto. Y ahora estoy en una habitación, la verdad no entiendo bien este cambio de escenario, ¿Acaso este es el cielo? ¡No! ¡Claro que no! El cielo no se debería parecer a una alcoba. Me pare de la cama, fue vergonzoso, llevaba puesta tan solo ropa interior y la verdad era un poco reveladora, debo admitir que no se me ve nada mal, bueno es obvio que es confuso el estar en este lugar y con esta ropa, mientras admiraba la habitación apareció un hombre, era bastante atractivo, pero se me cayó la cara de vergüenza cuando entro y se me quedó viendo fijamente, el empezó a reír y luego dijo:

- No tienes de que preocuparte, te aseguro que ya conozco bien tu cuerpo, al fin del cabo soy tu esposo.
- ¿Mi...mi esposo? ¡¿Qué?! Pero soy muy joven para estar casada. ¡Además acabo de morir, bueno eso creo, pero ¡¿De que hablas?! Yo estaba bastante alterada y confundida. Entonces di  algunos pasos atrás.
- Lo siento cariño tal vez fui un poco precipitado en el tema.
- ¿Qué? Espera, espera. Primero que todo no me digas cariño.
El suspiro, paso su mano sobre su cabeza y dijo:
- Lo siento, tal vez estés confundida, al fin del cabo no recuerdas nada y es verdad acabas de morir, así que es posible que estés muy confundida, con muchas dudas al respecto, pero también se que tienes hambre acabo de hacer el desayuno así que vístete, en el segundo cajón está tu ropa y cuando estés lista te espero abajo para que comamos y responderé todas tus dudas. Bien te daré tu espacio.
Entonces salió, me di un respiro, no pienso bajar con un desconocido, además dice ser mi esposo, ¡Jaa! ¿Yo Casada? Pero si solo tengo 17 años. Era mi conversación mental. Busque ropa en el segundo cajón, el que el me había dicho, mientras buscaba algo para ponerme entre un gran montón de linda ropa seguí discutiendo sobre mi situación y lo que estaba pasando. Cuando me termine me acosté sobre la cama decidida a no bajar a comer con un extraño que decía ser mi esposo, aunque mi estómago no estaba al mismo lado que yo, cada vez daba gruñidos más fuertes como recordándome que me estoy muriendo de hambre y que hasta que no comiera no se quedaría callado y así fue una lucha entre mi estómago y mi decisión. Al final el hambre y mi estómago salieron como los ganadores, abrí la puerta buscando como bajar al piso de abajo, este es un lugar bastante hermoso y me asombraba cada vez que volteaba la mirada admirando cada hermoso rincón, cuando vi las escaleras me acerque rápidamente cada vez el olor a comida era más fuerte y un muy delicioso olor antes de bajar por las escaleras vi a una chica, era una joven, la verdad era muy linda, cuando me vio se me quedó mirando fijamente y empezó a llorar, la verdad no entendí porque lo hacía, entonces le pregunté:

- Haaa ¿Estas bien?
Antes de que ella me contestará, apareció el hombre que decía ser mi esposo y me dijo:

- Al parecer pensaste por un largo tiempo venir a desayunar.
Mientras hablaba tomo mi mano y empezó a bajar las gradas, yo lo seguí y le respondí.
- Pues no tenía planeado bajar con tigo, pero debo admitir que tengo demaciada hambre.
- Si eso pasa, cuando yo también morí y aparecí aquí también me moría de hambre así que entiendo tu estado.
- Por cierto ¿Quien es esa joven?
- Es una nueva sirvienta, me rogó por el trabajo, así que decidí dárselo, aunque aún está a prueba, si comete algún error deberá pagarme muy caro, hoooo mira toda la comida está servida en la mesa, además la cocine yo, solo por  ti cariño. Cambio el tema como si no me quisiera contar más sobre la joven, creo que me escondía algo, pero la duda se me fue rápidamente al voltear a ver la mesa llena de comida, mi boca se lleno de saliva. Y le dije:
- Si, si como sea. Me solté de su mano y me senté en la mesa mientras pensaba por que comenzar a comer.
El se rió, y se sentó al lado mío y me dijo:

- Come lento querída. Y grito a gran voz el nombre de "Laura" enseguida apareció la joven que había visto hace un momento, entonces el continuo diciéndo, muestras se refería a ella. - Bien sirve algo de comer para los dos, esta es tu primera prueba quiero ver cómo te comportas.
Ella respondió con rabia diciendo:
- Claro señor.
¿Así que se llama Laura? No pude dejar de mirarla fijamente a los ojos, no se el porque pero algo me llamaba la atención en ella aunque no sabía bien que era.
El joven que decía ser mi esposo tomo mi mano y me dijo:
- Vamos Clara come.
- Si, lo siento, muchas gracias por la comida. Le respondí muestras quitaba mi mano de la de el, la razón era que se me hacía raro que tocará tanto mi mano, aunque tal vez el pensaba que era su esposa yo no lo considero así. El me sonrió.
- Mi nombre es William, te lo digo por que tal vez no lo recuerdas.
- Es un lindo nombre. Respondí y después me metí una gran cucharada de la ensalada de frutas que estaba servida en la mesa, estaba deliciosa y así fue como me la termine en un dos por tres, luego la muchacha llamada Laura, o por lo menos así creo que se llama sirvió unos panqueques, puedo llegar a jurar que es la cosa más deliciosa que había probado, y así fue como repetí no tres veces y cinco, si no diez. No recuerdo haber comido tanto, claro esta es la primera comida que recuerdo.
Entonces William dijo:
- ¿Te ha gustado la comida?
- No, te aseguro que fue lo más feo que he probado en mi vida, digo en mi muerte, bueno en lo que sea, solo comí bastante para que no malgastes la comida. Fue mi mentira, pero en realidad estaba deliciosa.
Laura se rió. Entonces el refiriéndose a ella  dijo:
- ¿De que te ríes? Tu trabajo aquí ya terminó, puedes irte a limpiar o lavar los platos.
- Si señor, respondió nuevamente con un tono tosco.
Me quedé, observando como ella se iba, una vez más no podía dejar de mirarla.
Entonces William me dijo:
- Bien Clara, como no te ha gustado la comida, no volver a cocinar para ti, incluso la próxima vez harás tú la comida. Lo dijo mientras me sonreía.
El parece ser un buen sujeto, tal vez estoy siendo demaciada cerrada con el, tal vez, el si es mi esposo y me ama. Pensé en mis adentros, entonces le dije:

- Lamento haber sido tan contarte, debo decir que tú comida estaba realmente deliciosa, y agradezco lo bueno que has sido con migo.
- Lo sabía, se cuanto te encanta la comida así que me esmere y no tienes de que agradecer soy tu esposo, solo te trato como te mereces.¿Entonces dime no tienes ninguna pregunta al respecto?
- Pués... Ya que lo mencionás, tengo muchas ¿Que es este lugar? ¿Porque estoy aquí?¿Porque no recuerdo nada?¿Como ocurrió todo esto? ¿Como funciona esto?
- Bien mi querida Clara. Aquí hay algunas reglas por seguir, así que contestaré todas tus preguntas con estas reglas, ahí está la respuesta.
El sonrió.

CONTINUARÁ....