Capitulo 1. Caballero y valentía.

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"Era Palamedes poderoso caballero que dio muerte a un dragon en pleno vuelo con su poderosa espada Rouderage. Mil canciones se entonan por la eternidad, mil odas se dedican su memoria, el bosque de los dioses lo añora. ¿Que es, que es? Un arbol que llora, orden de magos que un dia perdio una bota. Llamado de los cielos, destino de los heroes, aquellos que siguen las tribulaciones."

-Canto I, Oda a Palamedes.

Un día caluroso del mes tercero, irrumpió en la casa un caballero con una bota en la mano. Con una sonrisa desdeñosa en el rostro, una mirada altiva y una espada por demás lustrosa, se paro al medio de la sala. Dirigió un vistazo al cuarto donde se encontraba y su vista choco con una figura encorvada sobre una montaña de libros. Era un anciano. Su anciano, si tenia suerte. El viejo no se habia inmutado por su llegado, si acaso la habia notado y seguia sumido en sus contemplaciones avocado al libro grueso que tenia delante. Gruesas manos revelaban una vida de dificultades y su coronilla casi sin pelo avisaba que en un tiempo uso casco de batalla. Profundos ojos azules dieron cuenta, al fin de su presencia, y una voz, sorprendentemente fuerte para la debil complexion del viejo, pregunto:
- ¿Que tiene que ver mi morada y mi casa con un extraño o es que hay alguna deuda para contigo?
El recien llegado era bien parecido, de apariencia fuerte pero grácil. Largos cabellos rubios caían sobre su cara dándole a su aspecto general  tintes infantiles. Pero tenia un aire de confianza en si mismo que emanaba de cada gesto de el, de cada palabra.
-¿Eres tu Palamedes al que llaman "El sabio" ?- Inquirió haciendo tirando de lado la pregunta del dueño de la casa.
- En otrora tiempo caballero, hoy vil despojo a merced de los libros y el reino del recuerdo. Lo soy. Contesto el viejo Palamedes.
El joven caballero relajo sus musculos. Su busqueda habia terminado. Aminoro la fuerza con la que sostenia la bota entre sus dedos y reviro con una leve reverencia.
- Soy Argos Ptolomeo, de la region de Palamea- Y alzando la bota sobre su cabeza, continuo -He encontrado esta Bota, un buen dia entre los rosales.
El anciano caballero abrio muchos los ojos. Examinaba la bota como si esta fuese de oro mas que de cuero.
-Dices que has nacido en Palamea- Murmuraba excitado- ¿Hay Dragones por aquellos cielos?
-Como en ningun otro lugar sobre la tierra- Contestaba el joven emocionado.
-¡Ay de la tierra si los hubiese por sobre toda ella! Verdaderamente seria nuestro fin- Lamentaba el anciano.
Y por un breve instante, el rostro de Argos se ilumino apasionado:
- Si hubiese dragones por toda la tierra- Dijo- ¡Hay del mundo que en cada hombre hallase un caballero! 
Esta respuesta maravillo a Palamedes y fueron ya hablando de asuntos de suma importancia. Ya hablaban sobre una orden de magos que llamaba a los mas arduos guerreros al Bosque de los dioses. Contaba Palamedes como la bota era el mensaje en la botella para llegar a ese bosque. Y ya, emocionado clamaba Ptolomeo por aventura y llamando a su viaje al viejo caballero,salieron de la casa tomados por el brazo.
Ahi iban pues, dos amantes de las andanzas, rumbo al campo traviesa. Alzaba Argos su espada en el aire, y Palamedes ensillaba su viejo corcel Requinto.
Estaban ebrios de algo que se llama "Arrojo" y era tal brillo en sus ojos que ninguno volvio la vista atras.

Dia sexto del mes tercero, galopaban juntos el sabio y Ptolomeo,
con una espada y una bota sin escudero.
Era el viaje al bosque de los dioses,
donde comenzaban sus andanzas de caballero.

- Verso de La caida.

Andanzas de Caballero: Argos de Palamea.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora