Danzabas sobre cuchillas, tomando cócteles de pastillas, extinguias tu llama y tu color, poco a poco perdiste la ambición, sin embargo eras particularmente hermosa.
Rara vez podía verte radiante, ya que en las noches llorabas desconsolada al resguardo de la luna, y el alba secaba tus lágrimas.
Te ahogas en el mar de tus pensamientos, pides ayuda sin respuesta, ocultas tus intenciones en una dulce sonrisa, es así como pienso que es tu día, tu vida, encerrada en tu propio ser.