Maldita maldición.
Maldita su infinita existencia.¿Qué importancia puede tener un mes en el infinito?
¿Qué importancia puede tener un año?Maldita mi mente de simple mortal que no entiende la infinidad.
Maldito también el tiempo que para mí corre tan, tan rápido y que para Él solo gatea.Egoísta es que pueda admirar el "sin fin" sin tener que experimentar su crueldad.
Injusto es que el "sin fin" no pueda tener final.Maldito es entonces mi egoísmo.
Pues siendo yo un insignificante finito pretendo significar infinitamente.
Maldita sea por supuesto la injusticia de tener que ser "por siempre" para quienes solo tenemos un tiempo.No me quedan por conocer más estrellas, pero nunca seré una de ellas.
Sin importar cuántas veces mire al universo, la eternidad no me entra en el pienso.Maldito yo, a quien le atrae lo perenne.
Maldito Él, quien lo único que quiere ser es caduco.Y si hay algo que me queda por maldecir:
maldita realidad.Y maldito quien con tal maldición porta.
Maldita su interminable vida.
Maldita mi vida que será corta.
Malditos seamos nosotros dos,
que ya nada de eso nos importa.~≈•≈~
Jimin apagó su celular y respiró profundo. Al volver a casa transcribiría el texto de las notas a su computadora. Aún estaba en la habitación de Jungkook, se sentía cómodo, a gusto. El chico estaba a su lado, acostado junto a él, abrazándolo.
—¿Terminaste de escribir? —le preguntó al notar que Jimin estiraba su brazo para dejar el celular en la mesita de luz.
—Un tercio de capítulo, sí —respondió. Se acomodó para abrazarse más a Jungkook. Dejó hundir su frente en medio de aquel congelado pecho.
Habían pasado ya dos horas. Jimin le había avisado a su abuela que se quedaría hasta un poco después del atardecer, así podía saludar a TaeHyung.
—¿Me vas a dejar leerlo? —Jungkook jugaba con los castaños y brillantes cabellos de Jimin al hablar, era casi un hábito.
—Ni lo pienses —negó con rapidez—, no hasta que lo termine.
—Uh, ¿habla de cosas negativas?
—No estoy seguro —confesó.
Jimin se sentía en completa paz. Si cerraba los ojos, podía imaginar que estaba en un campo floreado. Un lugar donde el estrés no existía. Y no estaba seguro de si esa sensación era por estar en un lugar tan silencioso y oscuro o si era por el efecto que el pelinegro causaba en él. Tampoco le importaba, solo quería seguir disfrutando de eso.
—Jungkook, ¿cómo supiste que estaba afuera de tu casa? —le preguntó sin abrir los ojos aún. Había preguntado por curiosidad, no porque le causara algún tipo de temor.
—Bueno, cuando estás rodeado de tanta muerte, la vida se percibe con facilidad —dijo el vampiro, para luego darle a Jimin un tierno beso en la sien.
Él rió por lo bajo.
—¿Esa es tu forma "linda" de decirme que podías oler mi sangre? —Su voz era suave y juguetona. Ahora lo miraba a los ojos, con una sutil sonrisa en el rostro.
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Tanofobia ☀ [KookMin]
Fanfic[Miedo irracional al Sol] Su tez era aún más blanca que el resplandor de las estrellas, y su verdad tan oscura y profunda como el cielo nocturno.