Capitulo 6: Una botella de vino.

536 86 24
                                    

Cambiaron muchas cosas durante esas semanas, cosa que los hizo caer en cuenta de lo mucho que sus vidas iban a cambiar.

Jisoo llegaba muy estresada del trabajo, por lo que decidió darse un baño de burbujas al lado de una vela aromática. Pero antes, tenía que quitar los juguetes que estaban regados por la tina del baño de la niña que también se bañaba ahí. Daba mucha pereza buscar cada uno, por lo que a veces se le escapaba de la vista.

Luego tenemos a Taehyung. Había reemplazado a las chicas por la televisión mirando programas como basquet, fútbol americano, golf, entre otros. En conclusión le apasionaba el deporte, incluso Yoongi compartía su amor por el básquet. Cuando veía aquellos canales, la nena comenzaba a llorar y no dejaba de hacerlo hasta que cambiaba a un programa infantil.

Entendió un poco, solo un poco. Pensó que tal vez debía comprarse un televisor propio, pero lo que ganaba de técnico en una cadena de deportes no era mucho.

(...)

Esta vez, fue Jisoo la que pasó por el calendario. Se detuvo al ver un papelito de otro color. Miró por el pasillo pero no había nadie. Lo sacó y puso el suyo rápidamente.
Taehyung debía respetar los horarios establecidos.

(...)

Taehyung dejó la caja en la cama confundido de los pasos que debía seguir. Lo volvió a leer como dos veces pero solo se encogió de hombros sin importarle las instrucciones.

Cargo a Stella y la colocó en el canguro para bebés mirando la imagen de la caja. Sin embargo, el muy estúpido se olvidó de ponerle el seguro en ambos lados.

En resumen, la bebé se cayó directo a la alfombra. Inmediatamente se asustó y la levantó verificando si se había roto algo.
Por suerte no, incluso la niña en vez de llorar se rio.

No, definitivamente no le dirá nada a Jisoo. Sería para que lo mate de ser tan descuidado.

(...)

La chica sentía que estaba en una guerra para lograr hacer comer a Stella. Le preocupaba porque no comía mucho las verduras aunque le daban vitaminas para que estuviese nutrida.

Jisoo se negaba a que su ahijada rechazara su comida, no se rendiría tan fácil. Por lo menos quería intentarlo.

.

.

.


El día de baño había llegado. Como siempre, ambos Kim habían preparado la tina con los juguetes de la niña. Se agacharon hasta quedar a la altura de Stella, quien estaba entretenida con la espuma.

Era tranquila dentro del agua, pero era un caos cuando la sacaban.

La sonrisa de Jisoo se borró cuando notó algo extraño en ella. Su rostro hacía una mueca. Kim abrió sus ojos alarmada y la sacó rápidamente de la bañera.

—¡Ay, no! ¡Su cara de popó! —exclamó asustada mientras la llevaba al inodoro.

—¿Cómo que su cara de popó? —preguntó Taehyung confundido de la acción de Jisoo.

—¡Por Dios Kim! ¡Abre eso! ¡Rápido, rápido, rápido! —hablaba poniendo nervioso a Taehyung. —¡Se va hacer en mí!

Al ver que su compañero de casa no lograba abrir el inodoro porque estaba con seguro, Jisoo entró en un colapso de nervios.

—¡A ver, dámelo! —le entregó a la niña, lo intentó pero nada. —¿Por qué no te abres? —vio la mirada de Stella y supo que no aguantaría más. —Ok, no empieces.

Sin más que decir, le quitó la gorra a Taehyung que en ese momento llevaba. Lo colocó a Stella y soltó sus necesidades.

—¡No, Jisoo! ¡Era mi gorra favorita, la tengo desde secundaria! —exclamó con dolor en su corazón.

Jisoo lo miró intentando no reírse, pero fue imposible porque se carcajeó dejando el gorro en el piso.

—Lo lavaré. —dijo sin pensarlo.

—¿Te parece gracioso? —sabía que no lo lavaría, al contrario, lo tiraría a la basura.

Taehyung no lo negó, la situación era tan graciosas que ambos comenzaron a reírse durante un buen tiempo. Quién lo diría, después de tanto tiempo ambos estaban compartiendo un momento muy familiar, como si fueran recién casados con una hija en medio.

Jisoo se quedó mirando a la niña hasta que notó algo inflamado.

—Oye, ¿qué es eso? —preguntó con el ceño fruncido mientras tocaba esa parte.

—Es su... ombligo. —respondió Taehyung encogiéndose de hombros.

—No, no hablo de eso.

—Es normal, ¿no? —miró a Jisoo con preocupación.

—No, claro que no es normal. —dijo con voz preocupada. —Lo dudo.

.

.

.

Al dia siguiente, Jisoo se dirigía a la clínica para que verificaran lo que tenía Stella en el ombligo. La había llevado en una carriola para pasear un rato. Al llegar a la puerta, tenía complicaciones para desarmar el coche. Lo peor, es que ni siquiera leyó el manual de instrucciones al momento de comprarlo.

—Es ridículo, nadie se llevará esto. —dijo rindiéndose y dejó ahí mismo el coche de Stella.

Mientras estaba en el consultorio, recibió una llamada de Jungkook informándole sobre la expansión de su pastelería y la inversión que conllevaba. Tenían un pequeño inconveniente pero eso dejó de importarle a Kim cuando observó entrar al pediatra de Stella.

—Te llamo luego. —sin esperar respuesta colgó anonada por lo que estaba viendo. —Doctor Seokjin. —saludó un poco nerviosa. Jin no pudo evitar reír ente la expresión de su conocida.

—Hola Jisoo. —extendió su mano en señal de saludo.

Él siempre tan amable pensó la chica. Esto era de locos porque en ningún momento se le pasó por la cabeza que su cliente habitual sería pediatra de esta clínica.
Vaya suerte que tiene Jisoo.

—Me enteré lo del accidente. Lamento mucho lo de tus amigos. —dijo con pena en su voz.

La expresión de Jisoo cambió totalmente y solo atinó a decir un gracias mientras colocaba a la pequeña en la camilla. Su pecho le dolía cuando le recordaban a la pareja de casados.

—Según el informe presenta un bulto en su ombligo. —cambió de tema viendo la hoja. —¿Come adecuadamente? ¿Está durmiendo bien? —levantó el polo de la niña para verificar dicho bulto.

—No, no al principio. Es muy regular con los horarios. —respondió sentándose. —Vi ese bulto en su ombligo y no creo que sea normal. Yo no... No sé lo que es. No sé nada en realidad de niños. Jennie fue la primera de mis amigas en tener un bebé y era increíble con Stella. Ella sería la primera persona a la que llamaría en este caso. De hecho siempre recurría a ella, pero no, ahora ya no tengo a quién llamar. Esto es... horrible... En serio, es horrible que Jennie ya no esté más conmigo. —dijo hablando rápidamente de la situación con lágrimas en sus ojos. —Por Dios, no sé en qué estaba pensando cuando me dejó a Stella. ¿Sabes? Pudo haberme dejado sus carteras Gucci, pero no, Jennie me dejó al cuidado de su bebé. —se desahogó por completo. —Es muy duro y no sé qué hacer... Ya no sé que debo hacer. —susurró mirando a su ahijada.

Seokjin la miraba con pena. No tenía hijos, pero sabe lo complicado que era tener uno con tan solo escucharlo llorar. Llevaba años trabajando en esa clínica y nunca había visto a una mujer tan frágil como Jisoo. Ella era sincera con sus palabras.

—Lo estás haciendo bien. —la miró con una sonrisa.

Jisoo limpió sus lagrimas y negó ante lo que dijo el pediatra de Stella. Pidió disculpas por actuar de esa manera.

—Es una hernia umbilical. No hay de que preocuparse. Se irá quitando sola.

—Yo no se la hice. —alzó sus manos.

—Claro que no, tú no se la hiciste. —Seokjin comenzó anotar en la hoja.

Jisoo lo miró asustada. —Pero dijiste que se quitaría sola.

—Es para ti. —le entregó un papel guiñándole un ojo.

Jisoo leyó la hoja y una sonrisa se formó en sus labios negando divertida la cabeza al ver lo que Seokjin le había recomendado.

Una botella de vino.

.

.

.

Jisoo aprovechó que estaba sola en casa y como buen ser humano obediente fue por un buen vino tinto. No solía tomar mucho por lo que con tres copas fue suficiente para que el estrés desapareciera.

Sin olvidar que también estaba ebria.

—Fui a la farmacia. —la voz de Taehyung se hizo presente en la sala. —Y me di cuenta que las mujeres miran mucho a los hombres con un bebé. Eso es bueno.

El chico tenía a Stella dormida en un brazo mientras que en su mano cargaba una bolsa de compras. Ni siquiera se tomó la molestia de cambiarla, simplemente la sacó con su pijama de panda viéndose adorable ante gente desconocida.

Jisoo rió ligeramente por su comentario. Estaba sentada en el comedor. —Te digo algo que entendí hoy. Aquí jamás podré bañarme en la tina cómodamente. Esta es una casa de duuuchas. ¿Nunca te cepillas el cabello? Debe ahorrarte mucho tiempo. —se rió mientras bebía del vino.

Taehyung dejó a la niña en la cuna sorprendiéndose de ver en vivo a una Jisoo completamente borracha. Siempre la veía como una modelo femenina a seguir.

Incluso todo hombre soñaría con tener a esa clase de chica.

Jisoo necesitaba distraerse y valla que si lo hizo.

—¿Ese vino te gustó? —preguntó. Jisoo se emocionó y alzó sus pulgares en señal de aprobación.

Esta chica si que la era toda una caja de sorpresas pensó él.

—¿No quieres tomar? Puedo compartir. ¡Comparto tooodo! —dijo riéndose.

El chico la miró y negó. Por más que quería hacerle compañía, no podía. ¿Quién iba a cuidar de Stella? A diferencia de Jisoo, Taehyung no se emborrachaba con facilidad, tenía experiencia con el alcohol, en cambio, Jisoo no.

Aunque era bueno que Jisoo decidiera tomar en casa y no en un bar como suele hacer la mayoría de personas.

—No, no te hace falta porque tú no te angustias jamás. Eso es lo que Jennie me dijo cuando te citó conmigo. —se paró con dificultad poniéndose al frente de él. —Me dijo "Linda, acabas de terminar con tu novio después de cuatro años de relación, debes divertirte un poco". ¡Y llegaste tú! Un chico simpático y adorable que ni siquiera quisiste ir a cenar. —dijo bebiendo aun más. Taehyung sacó una sonrisa al recordar aquello. —Mi primera cita en cuatro años y resulto ser todo un idiota a la orden. —rio. —Y ahora crio a una niña con ese idiota. ¡Que irónico!

Iba a beber más, pero Taehyung quitó la copa de sus manos dejándolo en la mesa. El chico comenzaba a preocuparse de su actitud. Esa no era la Jisoo que conocía durante estos años y siendo sincero, no le gustaba para nada su estado.

—A dormir. —sin más que decir, la jaló de la cintura llevándola hacia su cuarto.

—Lo eres, en serio eres un idiota. ¡Adoro decírtelo de frente! ¡Lo había dicho a tu espalda por años! —reveló riéndose mientras era arrastrada por el pasillo de la casa.

—¿En serio? Eres una ebria agresiva. —dijo mirando a la chica. —¡Que bien serán divertidos estos veinte años. —pronunció sarcástico.

Estaban por subir las escaleras pero el timbre de la casa sonó. Ambos no esperaban visitas, por lo que era muy extraño.

—¿Quién es? —preguntó ella recostando su cabeza en el hombro del chico.

—Yo que sé. —dejó a Jisoo sentada. No quería una desgracia, aun era muy joven para ir a la cárcel.

Al abrir la puerta se encontró con una mujer joven. Tenía el cabello largo, ropa formal y llevaba una carpeta en la mano. Y no, no era una vecina.

—¿Si? —preguntó.

—Hola, soy Lalisa Manoban. —al ver que no había respuesta ella decidió continuar. —La trabajadora de servicio social.

Tan solo escucharlo lo último. Taehyung le cerró la puerta en su cara.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.






¡Nuestra Lisa apareció, ohsi!

Las confesiones de Jisoo son lo más 🤣

Recuerden votar y comentar;)

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 15, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Sweet Baby [K.TH x K.JS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora