Me senté en mi sitio al lado de Tsuke, que estaba mirando a una nueva chica cuyo pelo era corto y naranja. Un enorme flequillo recto descansaba en su frente justo encima de sus enormes ojos verdes, tenía varias pecas en sus mejillas. Poseía un aspecto muy infantil, pero que se le iba a hacer, tenía doce años, según lo que me habían contado. Tsuke se levantó de su sitio y fue a saludar a la chica.
-Hola, ¿como te llamas?-le preguntó.
-Karen Mitsuki, ¿y tu?-respondió la niña ligeramente ruborizada.
-Yo soy Tsuke Domoko-respondió sonriendo-. ¿Necesitas ayuda con las cosas?-dijo cuando vio lo cargada que iba la joven.
-Sí, por favor.
Tsuke ayudó a la chica a llevar las cosas a su sitio y estuvieron un rato hablando de dios sabe qué. Mientras yo estuve preparando las cosas para la clase que teníamos en ese momento y entre mis libretas y apuntes descubrí un dibujo manga que me hizo soltar una lágrima por un momento. Era el regalo que me había hecho mi prima Kalea antes de irse de viaje a Europa. Se suponía que la chica del dibujo era ella, una chica con el pelo rojo como la sangre, ojos castaños llenos de vida y una nariz ligeramente arqueada. Ese dibujo me trajo muchos recuerdos de repente.
El profesor, que acababa de entrar en la clase me sacó de mis pensamientos y vi venir a Tsuke a mi lado.
-¿Qué tal te fue con la chica nueva?-dije sin apartar la vista fija a la pizarra.
-Anda, no te pongas celosa, Kokoro.
-No estoy celosa-dije mirándole con expresión amenazante-. Es sólo que quiero saber si es buena para ti.
-¡Eh, eh, para el carro que yo no pretendo nada con esa chica! Es sólo que me llamó la atención y quise ayudarla, simplemente-dijo moviendo las manos bruscamente y negando con la cabeza-. Ahora mismo no estoy para tener novia, prefiero los amigos, amigas y los estudios. Eso es lo principal en mi vida-me contó con una sonrisa triunfante mientras miraba a la nada.
-Señorita Koe y señor Mitsuki, fuera de clase. No voy a consentir que mis propios alumnos me falten al respeto-dijo el profesor enfadado.
-¡¡QUÉ!! No nos eche fuera profesor-dije con cara de susto.
Intentamos convencerlo pero no hubo manera, los dos tuvimos que salir de la clase.
-Esto es por tu culpa-le dije a Tsuke que se estaba rascando la cabeza incrédulo.
-Puede ser. Pero no olvides que tu también has puesto tu granito de arena, esa escusa para estar a solas conmigo-sonrió pícaramente.
-¡¿PERO QUÉ DICES?!-dije enfadada.
-¡Que sólo es una broma!-dijo agitando las manos rápidamente con una sonrisa forzada.
En ese momento salió el profesor del aula.
-¿Qué es este escándalo? Anda haced el favor y callaos-gritó justo antes de volver a entrar en la clase.
Cuando la puerta se abrió, pude ver a Karen con expresión entristecida mirando hacia nosotros. ¿Estaría celosa?
Al tocar el timbre entramos a clase para coger nuestras cosas e ir al recreo, entonces fue cuando miré hacia Tsuke y lo vi de nuevo con Karen. No me fiaba de esa chica, había algo en ella que no me agradaba nada. Aún así los dejé a solas y bajé al patio, allí me coloqué bajo el árbol en el que siempre nos poníamos Tsuke y yo. En el fondo me sentía algo celosa por aquella chica, aunque no estuviera enamorada ni tuviera nada con él, pero me fastidiaba que me dejara de lado por ella.
Después de un rato, vi a una chica con el pelo de color castaño, era muy guapa. Tenía los ojos marrones y parecía de mi edad.
-¡Hola!-me saludó-. Soy nueva en este instituto, me podrías enseñar algunos sitios de aquí, es que creo que me he perdido-dijo con una sonrisa preocupada.
-Claro. Soy Kokoro Koe, ¿y tú?.
-Yo soy Doreki Mizu-dijo sonriendo-. Encantada.
Las dos nos estrechamos la mano.
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KOKORO
RomanceSoy Kokoro Koe, una estudiante de una de las mejores escuelas de Japón. Sólo busco ser feliz, cosa que se me resiste. Mi confusión es amorosa.