Capítulo 12

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A la mañana siguiente, sintió un peso encima suyo. Ni siquiera había bebido tanto, ¿por qué se sentía tan pesado?.
Abrió lo ojos un poco, parpadeando hasta que se acostumbrara a la luz solar que se colaba entre las cortinas de su habitación. Sentía ese peso molesto aún, pudo bajar la vista hasta su abdomen, hallando a un San abrazándolo encima suyo. Se veía tan tierno que no quiso despertarlo, admirando su belleza por unos largos minutos, hasta que se vio obligado a levantarse. Lo movió un poco, pero sin querer lo despertó.

-Bueno días.- Dijo Wooyoung, acomodándole un poco de su cabello revuelto. Un San recién despierto y adormilado, es igual que un café cargado recién hecho.

Luego de liberarse y levantarse a regañadientes, comenzó preparando el desayuno. Extrañandose que San no se haya quejado de su resaca, preguntándose en si de verdad ellos tienen una luego de emborracharse. De todas formas preparó su famosa receta: sopa de resaca.

San apareció a los veinte minutos después justo a tiempo de que su casero terminara de preparar el desayuno. Miró asombrado a la variedad de platillos, haciéndo rugir su estómago.  

-¿Cómo te sientes?- preguntó a su hermoso inquilino.

-Estoy bien, solo que un poco cansado.- al parecer, solo sienten cansancio luego una borrachera. Ojala los humanos fueran así y no con un insoportable dolor de cabeza.

-Con esta sopa te sentirás recargado, ya veras.- le sonrió, respondiendole de la misma manera.- Luego quiero hablar sobre algo contigo.- agregó, temiendo a que no le entienda, pero ya a estas alturas, San actúa y piensa como un humano decente, o al menos, como un chico de dieciséis años.

Comenzó la charla en cuanto empezaron a lavar los trastes. Sin saber en cómo iniciar la conversación, se atrevió a preguntar primero:
-¿Que es lo que sientes cuándo estas conmigo?- sin temor alguno, soltó aquella pregunta, cuya respuesta, dependería mucho de sus sentimientos y de sus futuras acciones.

San volteó a verlo extrañado, se le quedó mirando unos segundo para luego decir:

-Me siento extraño.-

-Explícame mas, para que pueda entenderte.-

-Dime tú primero, ¿que sientes cuando estas conmigo?- nunca se le pasó por la cabeza que le haría tal pregunta. Iba a ser sincero, siempre lo fue, ¿por qué no ahora?. Se había prometido así mismo que ya no iba a ocultar mas sus sentimientos.

-Me siento nervioso y la vez ansioso, me gusta estar a tu lado, ver cada acción tuya como si fuera un espectáculo. Cada vez que haces un puchero me hace querer besarte.- dio un paso hacia él y acarició con su pulgar delicadamente los labios de San.- Siempre quiero abrazarte cuando algo no te sale bien, cuando te enojas, quiero calmarte y hacerte reír. Y Dios, esa maldita sonrisa me vuelve loco. También estos hoyuelos a veces quieren matarme.- posó sus pulgares en ambos lados, justo dónde los hoyuelos apenas están notables, ya que no esta sonriendo y solo esta mirando expectante a su casero.- siento algo mas por ti, algo mas que una relación entre amigos. Desde el primer día en que te ví me pareciste un chico muy lindo, pero a medida que fui conociéndote y enseñándote a sobrevivir en este planeta que no es el tuyo, comencé a sentirme atraído por ti. Tú también me enseñaste cosas que nunca sentí antes, hiciste que descubriera una parte de mi que no conocía antes, hiciste que me sintiera a gusto y confiable a tu lado, ya que nada ni nadie ha logrado todo eso, tu eres el único. Quiero seguir aprendiendo de ti al igual que tu de mi. No se si conoces la palabra gustar, pero eso es lo que siento ahora por ti. Me gustas demasiado mi extraño chico San.-

Wooyoung se quedó pasmado al escucharse decir todas esas palabras, que salieron con tanta naturaleza y sin esfuerzo alguno. Era algo que siempre lo sostuvo dentro y que ahora, las pudo soltar en frente suyo.

San seguía sin reaccionar, sus ojos se tornaron rojos y una lágrima comenzó a deslizarse sobre sus mejillas. Al parecer, estaba emocionado, y quien no lo estaría luego de recitar casi como un poema romántico, más si esa persona es apreciada para ti.

-Yo... no sé que decir...- Wooyoung lo comprende, el estaría de la misma forma.

-No hace falta que me respondas, solo quería que supieras cómo me sentía y que lo entendieras, ya no podía guardarlo mas.-

-¿Cómo puedo corresponderte?- abrazó a Wooyoung de repente,  rodeándolo con sus delgados brazos.- yo también quiero hacer todas esas cosas contigo. Quiero que me enseñes muchísimas cosas mas, quiero estar a tu lado siempre y cada vez que sales me siento solo. Me gusta abrazarte de esta manera.- lo presionó con mas fuerza.- es como si fueras mío.- Wooyoung soltó una risa divertida al escuchar su voz tan tierna decir eso.

-Lo soy, soy completamente tuyo San.- lo separó un poco para luego dejar un casto beso en sus labios.- eres tan tierno que te comería a besos en este preciso momento.-

San al oír eso, acunó el rostro de Wooyoung entre sus manos y estampó sus labios con los de su casero, el cuál se sorprendió al sentir el contacto de los suaves labios de su inquilino. El beso se volvió mas intenso, San estaba ahorcadas de Wooyoung, este sostenía firmemente su cintura.

-Quiero hacerlo Wooyoung.-

-¿Qué? ¿ahora?- San asintió. Su propuesta repentina lo puso mas nervioso y un tanto excitado. Luego de aquel beso intenso sintió su parte baja apretada.

Wooyoung esta preparado para este momento, tan solo estuvo esperándo a que San quisiese hacerlo. Tiene todo lo necesario e información suficiente.

-Entonces vamos.- entrelaza la mano de San con la suya, guíandolo hasta la habitación. Le pide que se recueste, mientra que él busca las cosas que compró con anterioridad.

-Oh, eso es lo que compraste ayer.- aún seguía curioso, se levantó apresurado y le arrebató la bolsa de las manos, abriéndola e inspeccionando el interior de esta, arquea las cejas confuso.- ¿Qué es esto?- Wooyoung toma nuevamente la bolsa quitándosela.

-Irás aprendiendo a medida de que lo hagamos.- comienza a sacar todas las cosas y las deja descansar sobre la mesita de noche, para que luego tenga un mejor alcance en cuanto las tenga que necesitar.

ᴍʏ ꜱᴛʀᴀɴɢᴇ ʙᴏʏ - ᴡᴏᴏꜱᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora