Me acerco a ella a un paso increíble y sin ni siquiera esperar su reacción me inclino hasta llegar a su altura, colocándome entre sus piernas y sosteniéndome en la pared, empiezo a devorar sus labios con cierto salvajismo, ella ahoga un par de gemidos en mi boca lo cual cada vez me va encendiendo, hasta tal punto de encontrarme demasiado excitado.
Unos minutos después cambiamos de posición gracias a que ella en un rápido movimiento se voltea dejándome ahora sentado a mí en el gran puf y con ella encima, mi creciente erección choca con su parte íntima haciendo que los dos soltemos un gran suspiro por la fricción que se ha generado, las cosas cada vez se van poniendo más intensas y eso no nos molesta a los dos en lo absoluto.
Le quito su pequeña salidera dejando así sus senos a mi vista y a total disposición; estos están casi en mi cara pues ella al estar encima mío me lleva como tres cabezas de más, se inclina un poco y comienza a besarme en el cuello, suelto pequeños suspiros cuando noto que pasa su lengua por la curva de mi este, un movimiento muerde el lóbulo de mi oreja haciendo que gima de una manera poco silenciosa, con una mano acaricio su mano mientras que con la otra toco uno de sus senos, al parecer le gusta mi tacto ya que inclina su espalda hacía atrás retirando su boca de mi punto débil. Aprovecho la situación para pasar mi lengua por uno de ellos mientras acaricio el otro con la yema de mi dedo pulgar, no quito mi vista de ella, observando así como se muerde repetidas veces sus labios.