Capítulo 19. Última clase.

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Una semana antes del atraco.

Tan solo quedaban 7 días para que llegara el gran día, el profesor ya lo tenía todo organizado, pero antes de volver a reunir a la banda completa para seguir comunicando lo pasos que deberían seguir, se lo contó todo a Andrés la noche anterior ya que ninguno de los dos podían dormir.

El profesor reunió a la banda.
- Lo primero buenos días a todos. Recordamos, la otra vez me preguntásteis cómo entrar, algo que ya sabéi...
- Por la puerta principal, como visitantes. Interrumpió Denver al profesor.
- Exacto, así es, pero ¿alguien sabe cómo salir?
- Po por la puerta, si no hay otra salida. Dijo Denver.
- Pero como vamos a salir por la puerta con los cuadros imbécil. Dijo Berlín mirándo a Denver.
- Po yo que sé, yo no he hecho el plan y adivino tampoco soy. Volvió a responder Denver con un tono más alto.
- Adivino no, pero tonto sí. Continuó Berlín.
- ¿Qué yo soy tonto? Mira, mira... Dijo Denver poniéndose nervioso.
- Si no os calláis ahora mismo, os echo de la clase. Dijo el profesor señalando la puerta, sin que los demás no pudieran esconder sus sonrisas.
- Pero...
- Denver, ya. Terminó el profesor esta discusión.
- No saldremos por la puerta principal, saldremos por un túnel que ya está hecho, mandé a los serbios a que lo construyeran. No es un túnel como el que hicimos para salir de la fábrica nacional de moneda y timbre, ese túnel os mandará a unos alcantarillados de grandes dimensiones.
- Y, ¿en qué parte del museo de encuentra ese túnel profesor? Preguntó Palermo.
- El sitio exacto os lo diré en dos días. De momento podéis marcharos a hacer vuestras cosas. Contestó el profesor.

Todos se levantaron. Andrés salió con Sandra y se sentaron fuera para hablar sobre que le parecía todo esto a ella.
- Oye Andrés, ¿tu confías? en el plan digo. Le preguntó Sandra.
- Por supuesto, confío en el plan y en mi hermano. Respondió Andrés con seguridad.
- ¿Por qué confías tanto?
- Porque anoche Sergio me contó todo el plan, yo también dudaba como tú, no veía nada claro, pero confío plenamente en él. Pero tu no te preocupes, yo estaré contigo para protegerte. Dijo Andrés agarrándola de la mano con una sonrisa.
- No tengo miedo de que me pase nada, solo que no me gustaría volver a la cárcel. Ah y sabría protegerme sola. Le dijo Sandra burlándose de él con esto último.
- ¿Volver? ¿Ya has estado en la cárcel? Eso no me lo has contado. Dijo Andrés.
- Sí, bueno, no me gusta hablar mucho de mi pasado. En eso me parezco a alguien que yo me sé. Dijo Sandra sonriendo. Me pillaron robando una joyería, pero no estuve mucho tiempo. Continuó.

Andrés la miró sin darle importancia a la situación, solo le apetecía besarla, y así lo hizo. Después de tantos matrimos jamás pensó que encontraría a alguien con quien encajara tan bien, y los dos poder sentir el mismo amor el uno por el otro.

Cinco días antes del atraco.

Estaban todos juntos almorzando en el gran jardín que había fuera. Y en la clase anterior quedó pendiente decir donde se encontraba el túnel que les llevaría al alcantarillado.

- A ver escuchadme un momento todos. Dijo el profesor con un tono bajo sin que nadie le hiciera caso, porque todos hablaban y no se le escuchó. - Un momento por favor. Volvió a repetir, esta vez siendo escuchado solo por Palermo.
- ¡Vamos a ver os calláis todos un momento, que el profesor va a hablar carajo! Dijo palermo gritando.
- Gracias Palermo.
- Bueno el otro día dijimos como íbamos a salir, pero no dijimos donde se encontraba el agujero por el que vamos a salir.
- ¿Ahora vamos a dar clase profesor? Que pereza. Dijo Tokyo.
- La concha de tu madre Tokyo, deja hablar al profesor. Dijo Palermo.
- A ver, es solo un momento, escuchadme todos. El agujero que os llevará a las alcantarillas está situado como en una habitación grande, debajo de una especie de recepción que tendréis que mover para salir por ahí, simplemente tendréis que buscarla, pero Berlín sabe exactamente donde se encuentra.
- Pero, ¿cómo vamos a salir con esos pedazos de cuadros por ahí? y si son alcantarillas de grandes dimensiones eso está lleno de agua, se mojaran. Dijo Nairobi.
- Sí, pero el nivel del agua no está muy alto en estas fechas, todo aquello es enorme, digamos que es como otro mundo, y los cuadro lo protegeremos tan bien, que no les pasará nada. ¿Alguna pregunta más? Dijo el profesor.
- No. Respondieron todos.
- Vale podéis seguir con lo vuestro.

Continuaron almorzando entre charlas, bebiendo, pasándolo bien, olvidando un poco todo lo que se les venía encima dentro de unos días. Disfrutando una vez más, de momentos tan maravillos como estar todos juntos.


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• Nuevo capítulo!! Espero que os guste.

• El próximo capítulo será sobre el principio del atraco.

• Gracias por leer esto.

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Berlín. Después del atraco. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora