Capítulo 1
El camino era horrible, el Jeep de Eddie daba mil saltos en la tierra, se veía que esto le desagrada bastante, aunque era lo mejor que podía hacer. En unas horas amanecería y debíamos estar resguardados para ese entonces.
Estábamos en pleno verano recorriendo la costa atlántica de Canadá, casi al límite con Estados Unidos. Sabemos que debemos estar mañana cruzando la frontera, y está un poco complicado sabiendo que es verano, y casi todos los días son soleados. Que desagradable.
Han pasado dos años de nuestra huida de Canmore y seguimos en el mismo plan, sólo viajando sin parar, apenas deteniéndonos por el día a resguardarnos del sol y seguimos nuestro camino, sé que sería más fácil irse de Canadá, pero sabemos que el único lugar donde podríamos ir es a Irlanda. Creemos que nuestro maldito creador tiene eso contemplado. Así que la única forma de mantenernos desapercibidos, es viajando sin detenernos.
Muchas cosas han cambiado estos dos últimos años; la primera, son mis estúpidos sentimientos que no he podido apagar y me mantienen presa del pánico pensando que en cualquier momento Alain nos encontrará. Y no sólo es el pánico, sino que todo se hace tan abrumador. Trato de pasar tranquila la mayor parte del tiempo, pero me pongo triste, me enojo y mis estados de ánimo cambian con facilidad, es horrible tener que soportar nuevamente mis malditas emociones; la segunda parte, ya la había nombrado con anterioridad, tener que viajar y huir constantemente, no podemos pasar más de una semana en un mismo lugar, sabemos que cualquier pequeño descuido, Alain nos encontrará; y la tercera parte, viene en conjunto con las dos anteriores y es la peor de todas, casi no beber sangre y la parte más desagradable, no matar humanos. Llevo 6 meses sin matar un maldito humano, eso hace que mis desagradables sentimientos no se apaguen, si masacrará una cuidad completa, sé que estos se irían con más facilidad, pero no. Eddie dice que si usamos nuestros antiguos planes de cacería Alain nos encontrará, donde sea que vamos causamos alboroto entre los humanos y nos descubriría, así que apenas he bebido sangre de humanos cuando hemos ido a bares o antros nocturnos e interceptamos a unos cuantos ebrios, aun así, no podemos matar. El que maté hace seis meses fue un pequeño descontrol mío, no controlé el hambre y lo terminé matando. Al menos eso no nos delató, aunque Eddie se molestó bastante conmigo.
Hay un tema complicado y los dos evitamos nombrarlo, sobre todo Eddie, hay dos humanos que no hemos sabido de su existencia en estos dos años, Eddie cree que están muertos, pero es difícil, siendo que Alain aún le sirven y mientras le sirvan los usará. La opinión de Eddie es que ese plan ya es basura, pero si existe ese vínculo sanguíneo que tenemos con ellos, supongo que Alain seguirá usando esa carta.
Ese tema es bastante complicado para Eddie, puesto que iba a cambiar su existencia por nada, aunque él lo niegue, en su tiempo eligió a Sabrina por sobre mí, que soy su hermana, como el mismo lo dice, su razón de ser y en ese momento no fui nada. Esa parte hasta yo trato de reprimirla, si Alain hubiera atrasado su venganza me habría encontrado sola y eso habría acabado conmigo. En ese sentido se equivocó con su súper plan para vengarse de nosotros.
- Eddie, tengo hambre – dije apoyando mi espalda en el respaldo del asiento del copiloto de su Jeep, suspiré sonoramente mirándolo de reojo en las penumbras de la noche.
- Lo sé, yo también – dijo acelerando un poco tratando que el auto no rozara las ramas de los costados del angosto sendero.
- ¿No pudiste encontrar una vía más pequeña que esta? – dije algo mal humorada.
- Trato de buscar alguna casa abandonada donde pasar el día.
- Lo único que quiero es beber un poco de sangre – abrí la puerta del auto sin esperar a que se detuviera y me bajé rápidamente.
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Lazos De La Oscuridad 'Sumisión'
FantasySegunda entrega de la Trilogía 🔸🔸Lazos de la Oscuridad🔸🔸 🔸Sumisión 🔸 La vida es una mierda, desdé que sé que el mayor psicopata de la historia está tras de mí, acechándome. El mayor temor de mi existencia no sería morir, porqu...