Uno: Divagues antes de una historia.

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Discrepas.

Lo haces, no puedes evitar hacerlo, después de todo nuevamente estas despierto al filo de tu cama, con tus sábanas azules aún desechas. No importa, no lo hace ahora, después de todo este es uno de los días en los que has despertado listo y completamente receptivo a complicarte la vida con tus pensamientos por ese camino perenne lleno de dudas y siseas internamente porque nuevamente sin razón aparente estás ahora cuestionando el tu, lo que hay de ti e incluso que te forma como tal.

Intentas reprimir esto pues tiende a ser pasajero, de seguro después de un rato esos pensamientos van a disminuir pero por ahora estas ido intentando encontrar sólo una respuesta a una pregunta que equivale a cientas dentro de tu cabeza, así que ignorando nuevamente te levantas y te preparas para salir a la Universidad.

Sabes que estas dudas tienden a generarse con bastante regularidad dentro de los márgenes de edad que te cubren a ti y a tus compañeros así que nuevamente ignoras esa picazon en tu cuello, esa llena de incomodidad que necesitas tratar pues cuando estás nerviosos sólo puedes presionarla, constatar de que aún está en movimiento, de que los ecos de vida aún resuenen y te den la pauta para continuar con tu día.

Así que decides tras vestirte desayunar, de hecho no deberías quejarte de nada, tienes una familia bastante sana, divertida, tus hermanos juegan entre si e incluso tu te unes en ciertos momentos buscando rescate y confort dentro del seno de tus amados consanguineos.

Lo son, son de las pocas cosas que pueden brindarte seguirdad; tu familia, sólo puedes aferrarte a ellos, a pesar de que sabes que están en constante cambio, balanceandose para sobrevivir porque aunque tu no te metas en ello tus padres están fuertemente endeudados con no sólo un banco, podrías reclamar que tus hermanos también lo están, pero donde quedarías tu, por supuesto eres un buen chico que sólo se concentra en sus estudios, pero el hecho de no hacer nada y permanecer al margen también te da el derecho de no reclamar de quedarte como un espectador sin ayudar porque tienes miedo, miedo por que realmente no puedes hacer nada.

Mentira.

No lo haces, por que eres egoísta, tienes diecinueve años cumplidos y jamas has trabajado, te esfuerzas en la universidad pero sólo para mantener contentos a tus padres, para que no hablen, para estar aún dentro de tu burbuja donde tu madre es tu super héroe que puede defenderte de todo, que tu padre tiene poder omnipotente sobre todos y puede ayudarte en todo, porque le tienes panico al mundo de adultos, sabes que la realidad humana es capaz de consumirte y terminar con tus creencias de un golpe, la realidad es capaz de matar tus ilusiones y tu convicción, tu moralidad.

Aunque poco puedes hacer pues esa venda de tus ojos poco a poco cae cada vez más, tus honorables docentes, ja, podrían vender nota por una módica cantidad monetaria, incluso ni siquiera eso, aquellos hombres que supuestamente te preparan para sobrevivir en el mundo laboral son capaces de pasar de año a tus compañeras sólo por un intercambio de favores, ellas sólo deberían tener un lindo cuerpo, aunque los varones no están exentos.

Hhhm, no deberías esforzarte tanto entonces, intentas llevarlo con calma, pues ellos siguen con sus vidas, aún con su familia después, como sin nada, así que tu también deberías hacer lo mismo.

No puedes evitar frustrarte, después de todo apenas vas en el camión que te llevará a la universidad y tus pensamientos pesan demasiado, aunque esperas con paciencia ya que ese tipo de pensamientos suelen extinguirse siempre y cuando estés a lado de la o las personas correctas, por ejemplo aquella vez, cuando sentiste ese crush por tu mejor amigo, ciertamente Sagitario era tu tipo ideal; divertido, conversador e incluso creiste que tus sentimientos eran correspondidos y antes siquiera de armarte un drama con tus sentimientos se lo confesaste, te rechazó, al menos gentilmente, y esos días más que dolor y tristeza sólo sentiste vergüenza, no filosofaste ni sobrepensaste así que te mantienes así, admites que te preocupó el hecho de que tu disque amor se fuera rápido, porque eso equivale a que tus sentimientos no son fuertes, después de todo, incluso tus amigos, o los que se consideran como tal no te causan desesperación ni mucho menos sientes el nivel de compresión y compromiso como en las películas.

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