A pesar de su parecido físico los mellizos han vivido en mundos completamente diferentes. Después de años de separación Dong Myeong es obligado por su madre a dejar atrás su alocada vida en Estados Unidos con la excusa de luchar contra Dong Ju por l...
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Sun Mi se embarazó durante sus años universitarios en Japón, su pareja la abandonó en cuanto se enteró, despareciendo por completo de su vista y dejándola a ella y a Ki Wook solos en un país ajeno con pocas oportunidades para una madre soltera. Ki Wook pasó la mayor parte de su vida estudiando en costosos internados que llenaban a su madre de deudas que tenía que cubrir trabajando el triple. Justo cuando ese estilo de vida agotador estaba socavando el espíritu de Sun Mi una oportunidad de trabajo en su país natal se presentó como una última esperanza. Con dolor en su alma la mujer dejó a su hijo en ese país con la promesa de volver cuando su situación económica se solventara, más que un trabajo logró encontrar el amor una vez más, y el sueño de formar un hogar con los hijos de ambos los llenó de alegría, apenas pudo esperar a que Ki Wook terminara la escuela media para llevarlo a Corea, uno de sus más grandes deseos era pasar con su hijo todo el tiempo que no pudo cuando estaba demasiado ocupada trabajando.
La relación entre ellos era demasiada estrecha, Ki Wook estaba eternamente agradecido por el esfuerzo y amor de su madre, en general él era una persona difícil de enojar, siempre riendo y bromeando por doquier, pero Dong Myeong había tocado una fibra sensible al ser grosero con su mamá.
El chico peliazul apareció frente a su habitación algunos días después de la discusión, días en los que no le dirigió al rubio ni una sola mirada, le contó aquella historia y expresó de forma poco amable lo enojado que estaba por su mal comportamiento con su madre.
-Aunque no estoy en tu situación intento ser comprensivo contigo Dong Myeong-chan, puedes cagarte en el mundo si deseas, pero no lo hagas en las buenas intenciones de mi madre hacia ti, espero te disculpes y cuides tus palabras o la próxima vez no vendré a dialogar contigo.
-Niño de mami -murmuró una vez el otro salió de la habitación dando un portazo.
En el fondo lo entendía, seguro se molestaría si alguien fuera un imbécil con su madre ¿No? Pero no había nadie que se atreviera a insultar a Hyun Ah de todos modos, excepto él mismo.
Pasó gran parte de la tarde practicando la coreografía de una canción pop que se había hecho viral en las últimas horas, con la intención de grabar un vídeo y subirlo a su canal de YouTube.
Sudoroso y cansado bajó hacia la cocina en busca de algo frío que beber, antes de entrar vio a Sun Mi y Ki Wook hablando, rápidamente se alejó antes de que ellos lo notaran y permaneció afuera escuchando la conversación sin ningún motivo aparente más que la curiosidad, pues para ser madre e hijo no se les solía ver interactuar públicamente.
-No sabes por lo que ha pasado, Jang Hyun y Hyun Ah-ssi han cometido grandes errores con esos chicos, sinceramente siento algo de lástima.
-No por eso tiene derecho a tratarte como basura okaasan.
