8. ¿Stalkeando, niño bonito?

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Paulo.

Mis ojos casi no se abren mientras bajo las escaleras y me dirijo a la mesa para desayunar, la mesa de 10 sitios, estaría vacía si no fuera por mi, solo como siempre, me siento y empiezo a disfrutar de mi primera comida del día.

- Llegaste tarde ayer.- la voz de mi madre interrumpe el silencio.

Alzo la mirada, tiene puesto su uniforme, ella dirige cursos de gimnasia en varias ciudades. Las personas mueren por meter a sus hijos a los cursos ya que Dayana Garcia era la sensación del momento en su época. Es algo temprano para su viaje usual por lo que veo tiene que irse más tiempo.

- Si, hubo un inconveniente.- tomo un sorbo de mi jugo.

- ¿La invitaste a salir como te dije?- se arrima a la pared.

- Lo hice pero pues, primero tuve que acompañarla a un lugar y bueno... Nos quedamos encerrados...

- Al menos dime que hablaron.- su tono serio.

- Si hablamos,- suelto la cuchara.- madre, no me parece bien lo que estoy haciendo.

- Algo tienes que hacer para salvar tu "carrera". -hace las comillas con los dedos.

Giro los ojos.- Pero ella no es un objeto, no puedo solo usarla, jugar con ella y luego desecharla como si no me importara.- Alzo un poco más la voz.

- Lo que no quieres es dañar tu imagen, de ahí tus genes son para lo que dijiste, usar a la gente y luego desecharla, en especial los de tu padre.- su expresión neutra.

Me levanto de la mesa bruscamente.- ¡Yo no soy como él!

- Paulo, no eres un niño inocente y sabes qué tienes que hacer si quieres seguir con el juego este del cantante.

- Sabes, ya no tengo hambre.- Paso rodeándola y camino hacia las escaleras.

Una vez en mi habitación, salgo de lavarme los dientes, escucho que mi MacBook transmite un sonido, me acerco y es Austin, mi mejor amigo llamando, contesto y aparece su cara en mi pantalla.

- PAULITOOOO.- grita.

- Hola Austin.- me siento en la silla en frente de mi escritorio.

- Cuéntame.

Arrugo las cejas.- ¿Qué cosa?

Él gira los ojos.- No te hagas el desentendido, ya sabes de qué hablo, de la tipa esta con la que ibas a salir, ¿Dónde fueron?

- No fuimos a ninguna parte..

- ¿Te rechazó de nuevo?- suelta carcajadas.

- Calla, no me rechazó, antes de podir ir a algún lugar nos quedamos encerrados en la cabina de música de la disquera de su padre.

Se queda con la boca abierta y por un momento creo que se le fue el Internet.- ¿Ya tuvieron sexo?

- ¿Qué? ¡No!

- Y ¿Sigue fría contigo? Si sigue así ¿Por qué insistir?

- No, creo que logré que ya no me quiera cortar el rostro, hablamos y por ahí pasó algo... No tuvimos sexo pero casi.

Austin ríe.- ¿La dedeaste una de las cabinas de su padre?

- Si.- hago la cabeza hacia atrás y respiro.

- Y ella no se quedó con los brazos cruzados por lo que veo.

Lo miro confundido.- No dije nada.

- No son tus palabras, son tus expresiones, estabas recordando como disfrutabas sus manos moviéndose en tu....

- ¡Basta Austin! Te voy a cortar si sigues diciendo tonterías.

Del Odio Al Amor [ESCRIBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora