4. Sin sentido

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(Ring... ring...ring...)

Lo cogí, quizás era Bean para discutir conmigo o New para pedirme explicaciones. Pero no, era mi abuela.

-Martina, ¿Qué tal te va todo?- preguntó con su voz tan dulce como las alas de un saltamontes en plena primavera, vale ya sé que se me dan mal las comparaciones, pero al menos lo intento.

-Me va muy bien- le mentí- estoy super contenta con mi trabajo e incluso he encontrado el amor-dije con tono serio.

-¿Ah sí?¿Estás segura?- sabía que no había colado, ella siempre sabe cuando le miento y cuando no, no sé como lo hacía, supongo que será adivina.

-No abuela, estoy mal, me gustan dos chicos y no sé con cual de ellos salir en serio- dije con un tono realmente preocupante.

-Martina, siempre has sido inteligente y has sabido lo que querías desde un principio, así que elige el que más te convenga- tenían tanta sabiduría sus palabras que me motivaron bastante.

-Gracias abuela, lo haré.- tuve que colgar yo ya que mi abuela no sabía como colgar la llamada.

Cogí la carta y la abrí: "Martina no soy tonto ¿vale? , sé que te has estado viendo con uno de los clientes de mi restaurante, te espero a las 9:00p.m. para darte las ganancias de estos dos largos días"

No lo entiendo si New ha sabido lo de Bean desde el principio ¿Por qué vino a mi casa?

******

Fui al restaurante, estaba tan vacío como el primer día que estuve aquí, entré decidida.

-New ¿Estás ahí?- pregunté con decisión.

-Sí- dijo con tono enfadado- ven y coge tu paga de estos dos días.

-Pero New, deja que te de una explicación-.

-¿Una explicación?¿Crees que tienes derecho a darme una explicación?- dijo mientras me zarandeaba el brazo y me besó- ¿Acaso yo no beso mejor?- me volvió a besar y me condujo hasta un cuartito que había arriba del restaurante, al entrar vi que aquel cuarto estaba recubierto enteramente de oro lo cual me asombró muchísimo- ahora te voy a demostrar que yo soy mejor que él- me besó fuertemente y me arrancó la ropa, la verdad es que lo hacía bastante bien; Tras veinte minutos, se levantó me dejó un papel encima de la cama, se vistió y desapareció.

Abrí el papel: "Te espero mañana a la misma hora aquí en el restaurante, ven guapa, te quiero fea". Nada tenía sentido.

******

Fui a casa y mientras subía las escaleras que iban hasta mi piso vi a Bean de espaldas, llevaba un oso de peluche y una margarita blanca, estaba realmente encantador; se giró y sonrió.

-Bean, lo siento yo no quería- me besó, me encantaban sus besos buah era tan mono.

-Martina, a pesar de todo lo que ha pasado quiero seguir luchando por tí, mi vida no tiene sentido si no estás en ella- me sentía fatal y empecé a llorar.

-Lo siento, Be-ean- dije entre sollozos y me volvió a besar.

-Anda tonta, entra y lavate la cara- abrí la puerta, me desnudé y me giré, empecé a besarlo y aunque él al principio no quería solo tuve que darle unos cuantos besos con mi respiración agitosa para que el Bean romántico y sensible pasase al Bean que más me gustaba, el Bean que se dejaba guiar por sus instintos, empezó a morderme el cuello cada vez con más fuerza y me cogió en brazos para llevarme a la cama, ya allí me acarició y besó el cuerpo desde mi cuello hasta el límite de mi cintura; entonces paró y me ató a la cama, casi una hora después de haber estado jugando con mermelada, nata y lubricantes y tras varios orgasmos, me desató y me abrazó hasta que me quedé dormida. Ya sé que la había liado otra vez pero en ese momento era realmente feliz.

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Sí o NoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora