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-Narra Aitana -
13-1-20
Las cosas acá no están bien, Dolores se acaba de ir de vuelta para nuestro país, Alicia y yo no paramos de hacer cosas para la habitación de los nenes y el poco rato que tengo libre lo uso para componer o para intentar visitar un poco Turín.
Las cosas con Paulo están mal, desde que le dije que no quiero ser su amiga nos distanciamos, solo nos vemos en las comidas o cenas, el se la pasa entrenando o haciendo cualquier pelotudez , Paulo solo me habla para preguntarme por nuestros hijos, y me parece genial.
No quiero sufrir por él ni por nadie, yo lo único que quiero es criar a mis hijos lo mejor que pueda.
Todas mis decisiones son lo que creo que es lo mejor para ellos.
Son las dos de la tarde y me encuentro en la cocina preparando la comida para los tres, estoy haciendo unos espaguetis a la carbonara.
-Confundimos el amor con lo que tuvimos, terminamos siendo enemigos, quisiste prometer, yo te quise creer, pero al final tú y yo nos perdimos- canté mi nueva canción que aún no había salido mientras dejaba enfriando la comida.
-Buenos días - dijo Paulo entrando por la puerta para sentarse en la mesa.
-Serán buenas tardes- respondí yo
-¿Acaso hemos comido? - preguntó de vuelta y yo le ignore y me puse a limpiar lo que había usado para cocinar.
-Sabes que Elías se encarga de limpiar ¿no? - me preguntó y yo le miré.
-Yo no necesito a nadie que limpie por mi, no soy así - le dije y el rodó los ojos .
- Bueno yo hago algo que se llama trabajar por si no sabes lo que es - me reclamó y yo abrí mis ojos impresionada.
-¿Me estas hablando a mi de trabajo? Por si no lo sabes yo soy cantante y mi trabajo es la composición, cantar oara mi o para mi público, que yo ahora mismo no pueda grabar ni hacer conciertos por estar embarazada no impide que siga componiendo. Pero vos que vas a saber - me volví a girar para tomar mi comida y servirme un poco en un plato.
Me senté en frente de Paulo y el sr me quedó mirando.
-¿Qué te pensás que voy a ser tu sirvienta o qué? - le pregunté de mala manera y me puse a comer mi pasta.
-Dejemos de discutir de una maldita vez por dios - me pidió y yo rodé los ohos cansada ya de él.
-Vos sos él que provoca mis reacciones así que ahora no me vengas de víctima.
-¿Aitana ahora quien es el inmaduro aquí? - preguntó
-Vos lo seguís siendo.
-Bueno si mira luego vengo a comer - se levantó bruscamente de su sitio y se fue de la cocina yo suspiré y me tiré bruscamente hacía el respaldo de la silla.
