Obito se quedó paralizado, pudo notarlo claramente, en los ojos de Hinata ya no brillaba la divinidad, era Hinata quien había regresado a su cuerpo, Obito bajó la mirada y dio media vuelta para salir de ahí.
— ¿Obito?- Hinata quiso ponerse en pie, pero sus piernas la traicionaron y cayó al piso siendo apenas sostenida por Itachi.- ¡Obito!
No lo soportó, prefirió marcharse del lugar y ocultar su rostro, estaba avergonzado, su rostro se había transformado en una mueca de dolor y vergüenza que no quería mostrarle, el escuchar su voz llamarlo a gritos una y otra vez, cada grito se clavaba en su interior y se removía para causarle dolor.
— No dejes que siga moviéndose.- Dijo Kakashi mirando a Itachi mientras sostenía la puerta para que esta no se cerrara.- Su cuerpo está al límite gracias a la marca, podría desgarrarse los músculos.
— Hinata.- La voz amable de Kioko le suplicaba.- Por favor, tienes que quedarte quieta.
— ¿Por qué se ha ido? ¿Por qué me veía de esa forma?- Preguntó a Kioko.- ¿Hice algo malo?
Kioko sólo atinó a abrazarla. La puerta se cerró de golpe. Kakashi utilizaba su olfato para rastrearlo, realmente no había ido muy lejos, se había ocultado entre los árboles cercanos al lago, ahí se movía de un lado a otro mientras pasaba sus manos por su cabello con cierta desesperación y maldecía por lo bajo.
— Obito.- Kakashi llegó hasta él pensando bien lo que diría, pero no tuvo la oportunidad de preguntar cuando el Tengu se detuvo frente a él con el semblante dolido.
— ¿A qué has venido, Kakashi?- Parecía un animal malherido.- ¿Has venido a restregarme que soy un maldito? No te preocupes, ya lo sé.- La voz de Obito salió con un tono amargo y quizás hasta un poco quebradizo.- Soy sólo un maldito egoísta al sentir decepción al verla a ella y no a Tsuki, en vez de sentir alivio.
— ¿Realmente ni una pequeña parte de ti se sintió aliviada?- Kakashi dio un par de pasos hacia él.- ¿Realmente habrías sentido alegría viendo a Tsuki-sama regresar en lugar de Hinata? Perdóname que lo diga, Obito, pero ese no eres tú.
— Sólo respóndeme esto, Kakashi... ¿Cómo podré verla a los ojos ahora?
Kakashi se acercó a él de una vez por todas y sin decirle nada simplemente lo abrazo, el Tengu rompió a llorar, aquella era la segunda vez que Kakashi veía frágil a su mejor amigo, su cuerpo se contraía con cada respiración que daba y el Kitsune sólo podía acariciar su espalda intentando tranquilizarlo.
Los días pasaban y Obito se mantenía alejado de la posada, no se atrevía a volver al lado de Hinata, la sacerdotisa diariamente preguntaba por él y cuándo volvería, las excusas poco a poco se iban agotando, aunque ella misma podía notar que le estaban mintiendo, por lo que un día, cuando por fin estuvo a solas con Itachi se atrevió a preguntar.
— Itachi.- Aunque quiso mantener una voz firme esta tembló un poco.- Quiero saber... ¿Cuál es... Cuál es la historia de Tsuki-sama?
El silencio se instaló entre los dos, Itachi la observaba atentamente, él ya se preguntaba ¿Cuándo se atrevería la sacerdotisa a pedir los detalles? Era el momento de decírselo, que la marca hubiera respondido a ella sólo quería decir que ahora le pertenecía a ella, suspiró y se acomodó mejor en ese rincón donde descansaba y se aclaró la garganta, primero quería entender su curiosidad.
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Tengu
FanfictionSalvar la vida de un cuervo cambio la vida totalmente de Hinata Hyuga, conocida como la sacerdotisa errante. Encarnación de la pureza y de la bondad. ¿Podría ella sanar el corazón de un Yokai?