La Mujer del Anuncio

Capítulo Nueve

Su cerebro había quedado en pausa, probablemente solo habían pasado unos segundos, pero a Jessica le parecieron horas contemplando frente al suyo el rostro de la mujer que la había obsesionado por tanto tiempo. Cuando su cerebro empezó a funcionar de nuevo, reaccionó de inmediato
- Ven conmigo – le dijo a la morena tomándola de la mano e iniciando una carrera hasta la bodega de despachos. Sintió que unos fotógrafos la seguían, pero seguramente el vigilante no los dejaría pasar mucho más lejos del área de regalos. No se podían tomar fotos dentro del almacén, cosa que los guardias se tomaban muy en serio. Pensando que eso le haría ganar un poco de tiempo, corrió lo más rápido que pudo con la morena de la mano hasta la entrada donde los camiones descargaban la mercadería, sacándola por un callejón al que solo los empleados tenían acceso. Exhaustas, se reclinaron contra una de las paredes del callejón, respirando profundamente para recuperar el aliento
- ¿Será… suficiente? – preguntó la morena refiriéndose a los fotógrafos
- No… lo creo. Son demasiado persistentes. Ya sé que podemos hacer – dijo volviéndola a tomar de la mano y saliendo del callejón. Llamó hábilmente a un taxi y la metió dentro – Esto deberá distraerlos, solo dile al---- Jessica fue interrumpida al momento por los labios de la morena juntándose con los suyos en un fugaz beso. La morena le sonrió pícaramente
- Jamás olvidaré esto, Jessica – le respondió antes de darle al conductor la señal de arrancar, saliendo a toda velocidad de lugar, dejando a la rubia sin palabras y acariciando sus labios con sus dedos, viendo al taxi alejarse. Dejó salir una sonrisa boba
- Ella sabe mi nombre…            

Tiffany estaba sola en casa. Desde que Sooyoung se comprometió empleaba todo su tiempo libre en los preparativos de la boda y Jessica apenas tenía tiempo para ella misma con eso de las prácticas en su escuela y su nueva novia por lo que esos momentos de soledad eran más frecuentes. No le gustaba para nada tener que pensar tanto en sus problemas. Seguía pensando excesivamente en Taeyeon, pero desde el día que se besaron hasta este no se había atrevido a contestar sus llamadas ni sus mensajes. Son Tae se colaba en sus pensamientos y se mezclaba con el recuerdo de la bajita. Estaba tranquilamente recostada en el “sofá del sexo” reflexionando de más cuando el timbre de la puerta sonó de repente.
- ¿Taeyeon? – susurró muy bajito deseando secretamente que fuese esa pequeña pervertida la que estaba llamando a la puerta. Rápidamente recuperó el sentido común ¿Por qué perdería Taeyeon el tiempo con la chica que ni siquiera tenía el valor o la cortesía para responderle a sus peticiones de amor? Se levantó y se acercó a la puerta - ¿Quién es?
- Es tu oppa cariño… - respondió la persona al otro lado de la puerta revelando su identidad. El cerebro de la morena se desconectó de su cuerpo incapaz de mover su mano para dejarla entrar. Se presentaba en el mismo momento en que toda su mente se concentraba en otra mujer, por primera vez en mucho tiempo desde que esa relación de amor-dependencia empezó - ¿Tiffany, estas ahí? – preguntó la mayor con un tono de preocupación en su voz. La menor reaccionó abriendo la puerta encontrándose con una Son Tae sonriéndole pícaramente y con un enorme ramo de rosas rojas – Hola sexy

- Hola – contestó fríamente - ¿Y las rosas porque son esta vez?
- Vamos preciosa, ¿No puedo simplemente regalarte algo bonito? – dijo entregándoselas. Fany las tomó sin muchas ganas al tiempo que cerraba la puerta y la mayor le daba la espalda
- Es que generalmente me regalas flores cuando has hecho algo malo – “Como acostarte con alguien más” pensó Fany para sus adentros oliendo el fresco aroma de las flores 
- Eso no fue muy amable. Solo he venido a saludarte y me pareció adecuado regalarle flores a mi novia. Te juro que esta vez no es por eso – dijo sentándose en el sofá y sintiéndolo viejo y chirriante – Este sofá ha visto mejores días – comentó sarcásticamente
- Están lindas. Gracias – respondió la morena colocándolas en un florero
- Anda, ven aquí – le dijo quitándose la chaqueta y ofreciéndole su mano. Fany la tomó por inercia y se sentó en sus piernas. Son Tae pasó su mano derecha por los muslos semi descubiertos de su chica. Fany solo tenía una blusa ligera y unos shorts a medio muslo que solía usar en casa – Te he echado de menos – a la morena le extrañó escuchar esas palabras y su rostro lo reflejó – Parece que todo lo que digo esta fuera de lugar – la menor se sintió mal por su espontanea reacción
- Lo siento – dijo llevándose una mano al rostro - es que puedo contar con los dedos de mi mano las veces que me has dicho eso – la mayor volteó la mirada avergonzada
- Fany, sé que no me he portado bien contigo en el pasado – continuó acariciando su pelo – pero estoy tratando de hacerlo lo mejor que puedo. Quiero que nuestra relación mejore. Juntarme para tener sexo contigo es fabuloso, pero eso es lo único que hacemos últimamente. Es hora de que esto se vuelva algo serio en verdad
- ¿A qué te refieres?
- A que… no quiero estar con nadie más que contigo. No es un secreto para ti que me he acostado con otras mujeres, pero eso se terminó -  dijo tomando su mano y besándola – Perdóname por favor. Voy a ser solo tuya de ahora en adelante. Te quiero My Young – exclamó acariciando dulcemente su rostro. La morena estaba en shock. Parecía que alguien mucho más amable y considerado se hubiese apoderado de su cuerpo y la hubiese transformado en la novia perfecta
- No sé qué decirte. ¿Te sientes mal o algo así? Recuerdo unos momentos parecidos a estos en nuestros primeros años juntas, pero nunca habías actuado así
- Necesito sentar cabeza, no puedo seguir viviendo mi vida como hasta ahora. Eres la mujer que quiero, déjame compensarte y demostrarte que quiero cambiar. Dame una oportunidad – los ojos entrecerrados de su novia la miraban suplicantes y su mano derecha no había abandonado su mejilla izquierda. Decidió alejar su mente de los pensamientos que la llevaban a aquel momento con Taeyeon y besó la mano que acariciaba su rostro
- Está bien, te daré una oportunidad – el rostro de la mayor se iluminó – pero tienes que hacerlo bien. No otras mujeres, tienes que dedicarme tiempo, detalles… 
- Haré todo lo que tú me pidas. No te vas a arrepentir, gracias – dijo acercando el rostro de Fany al suyo y besando su mentón. Sus miradas se cruzaron y esta vez fue la menor la que apretó sus labios contra los de su chica. Se separaron levemente y Son Tae pasó su mano por su cuello hasta la base del cabello de la morena enredando sus dedos en él y masajeando su cuero cabelludo – En verdad te quiero Fany
- Yo… también… oppa – respondió la morena suavemente. La quería, no la amaba, pero era muy importante en su vida. Su primera y única mujer hasta ahora. Son Tae se mordió los labios, sabía que esa palabra tenía como objetivo excitarla. Volvió a juntar su boca con la de Tiffany abriéndola para dar paso a su lengua que se rozó con la de su chica en un húmedo beso francés mientras su otra mano seguía ocupada tocando ahora sus senos. La menor se separó suavemente y se mordió el labio inferior. Tomó la mano derecha que la mayor tenía en su muslo y la colocó en su entrepierna. Sus miradas volvieron a cruzarse 
- ¿Quieres? – preguntó Son Tae titubeante. Fany movió la cabeza respondiendo
- Sí, mucho – la mayor apretó su mano al sexo de su chica al tiempo que volvía a besarla. Colocó a Fany hasta dejarla de espaldas a ella y metió ambas manos en su blusa para quitársela. Los tiernos pezones de la morena estaban erectos por la excitación. Son Tae los tomó con ambas manos acariciándolos. La menor gemía tímidamente mientras intercambiaban intensas miradas de deseo. La mayor colocó el brazo derecho de Fany sobre su cuello y metió su cabeza para tomar su pezón derecho entre sus labios, lamiéndolo y succionándolo intermitentemente, mientras su otra mano trabajaba en el otro seno. Fany se volteó y le sacó la blusa a su novia hundiendo su cabeza entre sus pechos besándolos
- Mi niña… - gimió la mayor, levantando su rostro para verla de frente y volver a besarla, metió sus manos en los shorts de Fany acariciando su piel desnuda - ¿No llevas ropa interior?
- No… ¿Te gusta más así? – pregunto la morena seductoramente
- Me encanta así, pero me gusta más sin esto – respondió excitada quitando los shorts de su novia muy hábilmente. Fany llevó sus manos a los pantalones de Son Tae desabrochándolos y ayudando a quitárselos. Finalmente, estuvieron ambas desnudas, la menor encima de la mayor – Tu piel me vuelve loca Fany – dijo Son Tae acariciando a Fany. Juntaron sus labios de nuevo muy suavemente, con la mayor deleitándose en el cuerpo y en los labios de la más joven. La acostó en el sofá y se colocó encima de ella, le era imposible dejar de besarla. Acarició nuevamente su centro y embarró la humedad de la morena en sus senos para luego quitarla con su lengua. Fany se incorporó y se colocó en cuclillas dándole la espalda a su chica, volteo su rostro dando a entender lo que quería. La mayor besó su espalda, para luego pasar a su trasero al que masajeó con deseo. Alcanzó el rostro de Fany volviendo a besarla y comenzó a penetrarla con dos dedos sin previo aviso. Juntó sus rostro con el de su novia mientras la poseía metiendo y sacando sus dedos, gimiendo a su par
- Oppa, Oppa… - repetía la morena sin cesar incitando a su chica a seguir. La mayor acariciaba con su mano libre los pechos de su novia sin descuidar la labor que realizaba la otra. De repente, los ojos de la morena volvieron a desviarse y, en un instante de delirio sus ojos imaginaron que era Taeyeon la que la follaba y eso la excitó demasiado. Cerró los ojos fuertemente y se corrió de inmediato
- Es delicioso y excitante cada vez que atrapas mis dedos – dijo guturalmente Son Tae aun sin separarse completamente de Fany. La morena volvió a la realidad encontrándose con el rostro excitado de Son Tae frente al suyo. La mayor la besó y ella devolvió el beso automáticamente. Sacó sus dedos y la acarició delicadamente. Se colocaron una al lado de la otra, con Son Tae abrazándola y besando sus hombros por detrás. Tiffany aún estaba recuperando el aliento ¿Qué había sido todo aquello? ¿Imaginar que era Taeyeon quien la poseía fue el detonante de su clímax? No quiso creerlo, sin embargo así había sido.  La actitud de su novia también la confundía, el que ella estuviera dispuesta a comprometerse podría cambiar el giro de su relación - Te quiero Mi Young. Me he dado cuenta de que no puedo vivir sin ti. Ven a vivir conmigo, como mi mujer, mi esposa
- Dame un tiempo para pensarlo
- ¿Necesitas pruebas de que he cambiado?
- Si
- Las tendrás. Verás que al final tu respuesta será un “Si”
- Disfrutemos este momento, ¿Si?
- Por supuesto sexy. Dame un beso – dijo Son Tae obteniendo el beso que quería de los labios de Fany. La menor solo se dejó llevar por las caricias y los besos de su novia, pero jamás había estado tan confundida como hasta ahora. “¿Por qué no te vas de mi mente, pequeña pervertida?”.