Capítulo 15

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En Ctra. De Soto del Real a Miraflores, a tan sólo medía hora de Madrid en una hermosa Hacienda llamada: Jacaranda, se celebraba una ceremonia.

Las personas estaban felices, muchos miraban la decoración hermosa, era como un cuento de hadas o una película de amor. Los invitados tomaron asiento en sus lugares, la ceremonia sería al aire libre, en el jardín principal, todo era bonito y armonioso. Ese
día el clima era perfecto, ni muy frío ni muy caliente, cálido seria la palabra correcta.
El tema de la boda era "naturaleza y blanco" un tema que escogieron las madres de los novios. Gracias a la idea de los amigos, que no dejaron que los novios pusieran todo morado con amarillo.

La tarde estaba cayendo, las luces se encendían, el viento soplaba meciendo las hojas de los árboles, creando un ronido relajante, las aves volaban libres por el cielo buscando sus nidos.
La felicidad y el amor se respiraba en el aire. Muchos sacaron su celulares para grabar el momento, el notario se posicionaba en su sitió, listo para dirigir la ceremonia. Unos niños de no más de siete años, familiares de los novios, salieron tirando pétalos de rosas blancas por el camino que sería recorrido por los novios al altar. Los padrinos salieron de la mansión recorriendo igual el caminó, poniéndose a un lado del notario. La música comenzó a sonar, una melodía suave de piano comenzó a sonar, todos se levantaron para recibir a los novios.
Primero salió Vegetta del brazo de su madre, tan elegante como sólo él puede ser. El Alfa sonrió a los invitados, estaba tan nervioso que sentía sus manos sudar, no podía creer que hoy se casaría con el dueño de su vida, su luz, su gran amor. Llego hasta el notario y abrazo a su mejor amigo: Willy/Guillermo, el cuál sería su testigo junto con su Omega.

Ahora salió Herny, también del brazo de su madre, el Omega traía un traje negro, se quito la barba, sonrió a los invitados y saludo a sus amigos sentados en primera fila. Su corazón bombeaba muy fuerte, sus manos temblaban, su panza creció un poco, ya era el cuarto mes. Saliendo del peligro, ya que el primer trimestre es el momento más delicado de todo el embarazo. Herny miró al frente, ahí estaba el hombre de su vida, aquel Alfa lindo con el que se casaría. Llego a su lado y su madre tomó su mano para entregarlo a Samuel, Herny, feliz se coloco en su lugar. Observo enternecido cómo su madre y Vegetta se abrazaban, saludo a Lexosi quién es su testigo igual junto a su Omega.

El notario carraspeo aclarándose la voz, miro a la pareja y comenzó su discurso. Los invitados escuchaban atentos.
Vegetta no dejaba de ver a su tonto chico, era increíble verlo ahí, tan guapo y alegre con esa tierna sonrisa. No podía dejar de sentir cosquillas en su vientre con solamente ver su rostro iluminado de ilusión, era realmente cute verlo ahí parado con su pancita de cuatro meses, sus cachorros dentro, mostrándole al mundo que serían padres de mellizos. Sí, un niño y una niña, y se sabra su Jerarquía cuando nazcan.
Por alguna razón recordó el momento exacto en que lo conoció, gracias a Fargan y Lexosi, este último que si no hubiera propuesto hacer una serie juntos con varios jugadores, no hubiera profundizado su amistad con el Omega y no se hubieran visto por primera vez en persona y tal vez no hubiera sabido que ese chico era y es el amor de su vida, su alma gemela.

Herny miro como su egocéntrico Alfa aceptaba, se veía extremadamente guapo con ese traje negro, esa barba bien arreglada, esa sonrisa de niño y esa ternura que refleban sus ojos con sólo por verlo, realmente amaba a ese hombre fuerte, independiente y decidido. Siente que todo es un sueño; se esta casando con su destinado, esperan dos cachorros y ambos seguían con sus carreras, ¿Qué más podía pedir? Agradecía a la Diosa Luna por ponerle un Alfa tan maravilloso como pareja y no un tipo malo que deseé esclavizarlo ya que la vida de un Omega no es fácil y muchas veces son humillados de forma denigrante. Una lágrima escapo de su ojo derecho que limpió rápidamente para que nadie se diera cuenta.

Aprendamos a Maullar // HernygettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora