1. El parque

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Katherine se encontraba sola en una tarde de abril, la cual estaba nublada y con un clima ciertamente refrescante, sin pensarlo, decidió llamar a su pareja, Trevor, que llevaba tiempo sin verlo y creyó que hoy era un día perfecto para verlo. Tomó su teléfono y con ansias, lo llamó. La llamada tan solo hizo tres tonos y en seguida, Trevor contestó.

    —¿Bueno?
    —¡Hola! —dijo Katherine entusiasmada.
    —Ey, qué pasa, me alegra oírte de nuevo. —dijo Trevor con voz de alegría.
    —Solo te llamaba para decirte si hoy quisieras salir un rato conmigo a dar un paseo o algo.
    —Espera un momento, ¿está bien, cariño?

Trevor, sin pensarlo, checo en su agenda para ver si no tenia nada que hacer, debido a que él era un joven un poco ocupado, estudiaba la mayor del tiempo en la universidad de la ciudad donde ambos vivían. Al ver que no tenia nada agendado, decidió acceder a su cita con Katherine.

     —¿Y bien? —dijo Katherine ansiosamente.
     —¡Si, claro! ¿A qué hora? —dijo Trevor con incredulidad.
     —A la misma hora que siempre... no se te habrá olvidado, ¿verdad?.

Trevor, al haber pasado un buen tiempo sin salir con Katherine, olvidó casi por completo la hora en la que ellos solían salir a comer, a dar un paseo o simplemente estar los dos juntos. De repente, le llego un recuerdo de cuando fue con al Katherine al cine, donde su función para la película era a las 6:00 p.m. y quedaron de verse media hora antes de entrar. Ese preciso recuerdo, le hizo regresar a la mente la hora en la que siempre se veían, y sin pensarlo más, dijo:

     —A las 5:30 p.m. -dijo con seguridad.
     —Que bueno que lo recordaste —dijo Katherine en tono de burla—. Esta bien. Entonces, ¿te veo en el parque?.
     —Si claro, el parque está bien.
     —Bueno, entonces de rato nos vemos. Bye.

Katherine colgó la llamada.

Trevor, que no tenía previsto hacer nada, no tenia mucha ropa de donde pudiera escoger, (debido a que él no acostumbraba a lavar ropa muy seguido) entonces tomó la primera camisa que encontró y se empezó a preparar para su cita. Plancho camisa y pantalón, boleo sus zapatos y se los puso. Por último, se roció el perfume que tanto le gustaba a Katherine. Tenía todo lista para su cita.

Salió de su casa y camino hacia el parque. Al irse acercando a su destino, logró observar como varias patrullas de policía conducían a toda velocidad como si estuviesen persiguiendo a alguien. Trevor solo lo ignoro y decidió no tomarle mucha importancia. Él iba contento y entusiasmado por ver a Katherine después de un largo tiempo de no verla, y no quería que nada del mundo le arruinara el día.

Al llegar al parque, se encontró con Katherine, a la cual al parecer, los meses le sentaron bien.

De una manera u otra, Trevor se sentía todavía un poco más nervioso de verla de nuevo. Cuando la vio, se enamoró aún más de ella. Sintió la misma sensación que cuando la vio por primera vez, ese nerviosismo que sentía se transformó en un ambiente de paz y tranquilidad para ambos al verse de nuevo.

—¡Hola! -dijo Trevor asustándola por la espalda-.
—¡Ay!... Hola —dijo Katherine con un tono de felicidad—. Ya te extrañaba, hace mucho que no nos veíamos.
—Si, lo se, yo te extrañaba también.

Katherine, se vio interrumpida en su abrazo de reencuentro con Trevor al escuchar el sonido de una ambulancia a la lejanía.

LA HUELLA DEL ASESINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora