Fragancia a lavanda.

《6》

-soy una Fuiltha, su majestad me permitió ayudarte, solo debes de ayudarme a recuperar mis recuerdos cuando tu plan se complete.

-muy bien, cuando recuperé mi poder te ayudaré a recuperar tus recuerdos pero tomará mucho tiempo ya que de seguro olvidaré los míos.

-mientras se haga justicia y esta vez todo cambié, esperaré el tiempo necesario.

Alzó su vestido blanco y le dio la espalda mientras era rodeada por un brillo blanco.

-me ayudas por esas personas o por ella?.

Su pregunta la hizo detener y luego sonrió levemente.

-lo hago por todos aunque admito que te he dejado vivir porque eres parte de su alma.

La persona soltó una risa divertida y los dos emprendieron caminos distintos.

Abrió sus ojos dejando ver un destello galáctico en sus ojos amatista.

Parpadeo confusa ante ese sueño y luego se dio la vuelta encontrándose con el rostro de Claude.

Dormía abrazando su cintura y realmente tranquilo.

Cierto, hace 2 meses que había vuelto a la ciudad imperial.

Los rumores seguían intactos sobre una nueva emperatriz o reina en el imperio, incluso sobre una concubina Real.
Todo era gracias a su relación con Claude.

Pero no solo existían esos rumores, en ese tiempo su amistad con Felix se hizo más sólida y compartían mucho tiempo juntos cuando ella iba a ver a su sobrina.

Las pocas personas que los habían visto juntos circulaban rumores de que había un posible triángulo amoroso entre el emperador, la joven tía de la princesa y el caballero escarlata.

Aunque ella ignoraba esos rumores y los de a su alrededor también, por suerte el emperador aún no sabía de esos rumores pero había notado el acercamiento de su antiguo escolta y su protegida.

Gracias a eso, estuvo realmente pegajoso con Aine.

Parecía un lobo reclamando a su luna ante otro lobo.

Athanasia adoraba a Aine, era simpática e inteligente, aunque le causaba mucha curiosidad.
No sabía nada sobre su tía pero con el poco tiempo que estuvieron juntas la rubia oji amatista era una de las personas preciadas de la princesa.

Y ese aprecio aumentó cuando se enteró que Aine detuvo al emperador cuando éste ordenó su asesinato al tener tan solo semanas de vida.

-Aine?.

Se encontró con un par de gemas cerúleo azul que la miraban curiosos.

Ella le sonrió levemente y lo abrazó escondiendo su rostro en su cuello.