Lobo Blanco.

1.

   Comenzó a soñar cada noche desde que cumplió trece años una escena que en un principio creyó que era una pesadilla. En cierto momento intento decirles a sus padres pero estos siendo unos supersticiosos lo tomaron de mala manera; comenzaron a decirle que tal sueño era una señal se Satanás entre otras cosas.

   Le sugirieron a la pequeña que nunca volviera a hablar de tales cosas en frente de ellos y si lo que quería era alejar ese sueño tenia que comenzar a rezar como buena creyente que se suponía que es. Para desgracia de ella el consejo que le dieron no fue de gran ayuda pues la escena que presenciaba comenzaba a darle miedo: En medio de llamas salvajes he intensas que se encontraban calcinando todo a su alrededor. De lo que ella supuso que en su momento eran casas apenas se lograban distinguir su silueta pero de entre todo ese caos logro ver una figura a lo lejos y antes de siquiera dar un paso para poder acercarse se despertó.

   Por un largo tiempo esa fue la rutina; antes de poder dar u paso para acercarse se despertaría pero pareciendo una contradicción, a la siguiente noche aparecería más próxima a aquella figura. Ahora después de mucho intentar sabia que aquella silueta negra era una persona arrodillada que abrazaba algo.

   El contárselo a sus padres no era una opción pero su abuela por el contrario, la escucharía pues pasa con ella la gran parte del tiempo ya que la dejan a su cuidado cuando sus padres no están. Su abuela escucho todo con calma y atención antes de contestar .

--¿Así que dices que el sueño dejo de darte miedo? -pregunto luego de darle un sorbo a su tasa de té.

--Ahora mientras más me acerco ... comienzo a sentirme triste por alguna razón.

   La abuela deja su tasa de té en la pequeña mesa de la sala y con una sonrisa en su ligeramente arrugado rostro dijo.

--July, puede que ese sueño tan recurrente sea un recuerdo de tu vida pasada.

   July como era que se llamaba la joven solo se limito a seguir la corriente a su abuela luego ella continuo haciendo lo que creía era lo correcto, escribir, ella escribía en su diario todo lo que ocurría dentro y fuera de sus sueños una vez que despertaba. Pasaba los días conversando con sus amigos por mensajes con el celular de su abuela a escondidas de sus padres en especial de su madre a quien le tenía un absoluto terror. Puede que ellos tengan una compañia exitosa que promulga la paz, el amor libre, la libertad de religión, etc. Pero eso solo es mientras están afuera de la casa porque cuando están adentro muestran lo que piensan en realidad.

   Con el tiempo comenzó a escuchar la voz de una mujer en una profunda y desoladora tristeza sus lamentos hicieron que el sentimiento creciera. La figura negra de poco en poco empezó a tomar forma, ahora tenia ropa y un largo cabello blanco que seguramente le llegaba a la cintura también se dio cuenta que había otra cosa o mejor dicho otra persona.

  Lo que sostenía era el cuerpo de otra chica con rasgos asiáticos ella tenia una gran marca y una soga en el cuello mientras que la mujer tenia rasgos europeos. El haber visto eso provoco que quisiera alejarse lo más pronto posible de hay, no quería seguir viendo deseaba escapar lejos pero no podía... Hasta que despertó momentos después

  Con lagrimas en los ojos y con un sentimiento de tristeza por lo vivido. Sentía que la chica lloraba por ella, por haberla perdido. Siendo la primera vez que un sueño la había afectado de esa forma se encontró desanimada. Sus amigos preocupados y sin saber el porqué se encontraba así, intentaron animarla y hacer que olvide al menos por un momento lo que sea que le preocupara. Al final les termino contando todo.

   Ellos al principio se encontraban escépticos pero al ver como se encontraba su amiga decidieron creerle o al menos seguir la corriente.

--Estoy de acuerdo con lo que dice tu abuela, puede que sean memorias de alguna vida pasada --dijo el chico de cabello alborotado y ropa holgada que se encontraba a su lado derecho--. Solo lo digo porque ya son dos años de ese constante sueño ¿No?.

--Sí ¿pe...

--Pero nada --interrumpió la chica de cabello largo y con una mirada seria continuo--. Lo que necesitas es calmarte ya que hoy regresan tus padres y no quieres que se enteren de estó.