Pasamos del corredor oscuro a uno con unas cuantas ventanas, el sol ya se había ocultado dejando a las colinas doradas sin su luz, en mi mente no dejaba de pensar en mis amigos, esto debía de ser rápido. Entramos a un tipo de vestíbulo empresarial, había unos cuantos vampiros, ellos abrieron sus ojos y otros solo dejaban caer la mandíbula al verme con Alec; seguramente ellos creían que era humana.
Entramos a un elevador, una canción de ópera italiana sonaba, para evitar un incómodo silencio con Alec, que tarareaba alegre.
Estaba cerca de ellos, lo sentía...
Las puertas se abrieron, bajamos unos cuantos escalones, y ahí estaban las puertas del salón de los tronos, pero una vieja amiga las custodiaba; cabello castaño claro y liso, de ojos rojo brillante sin duda acababa de comer, y de una encantadora pequeña estatura.
Jane.-Vaya que has cambiado- Me dijo en voz baja con una sonrisa en el rostro, la cual trato de suprimir con velocidad- Aro se pondrá feliz de verte.
Era lo que temía detrás de esas puertas se encontraba el máximo líder de los Vulturi. Las puertas se comenzaron a abrir, primero una luz cegadora dejaba ver el recinto, era una sala circular, con columnas de mármol de carrara, varios vampiros se giraron a verme; estaban sorprendidos.
Comencé a avanzar por la enorme sala con la mirada gacha, hasta llegar a unos pasos de los tronos, se escuchaban murmullos, entonces levante mi vista para encontrarme con dos sonrisas aunque una más grande que la otra y una mueca que parecía ser de felicidad. Eran tres vampiros, el primero era un vampiro algo mayor, de cabello café oscuro vestido como un rey; Marcus, el segundo su cabello largo y lacio hasta los hombros de un color negro azabache y un traje perfecto hecho a la medida y sus facciones eran perfectas; Aro y el ultimo vampiro tenía el cabello rubio casi platinado, el solo tenía una mueca en su cara era Caius.
-¡Mia piccola regazza!- Dijo Aro, poniéndose de pie y con los brazos abiertos como esperando un abrazo- ¡Cuánto tiempo!
-Hola...-Dije algo tímida, trate de recordar mis lecciones de italiano- Sono venuto a trovare... i miei amici, forse si sono... persi.
-Vamos querida, no tienes que usar el italiano- Dijo Marcus con su voz grave y suave.
Aro avanzo hacia mí y me tomo las manos, su vista se perdió unos segundos, sonara extraño pero extrañaba eso de él. Solía ser muy franca con él.
-Parece que has pasado años... entretenidos –Soltó mis manos- ¿Vienes a quedarte unos días?
-Haa... pues en realidad...-Y antes de terminar mi respuesta entraron en la sala dos viejos conocidos y mis amigos detrás de ellos que estaban escoltados por la guardia Vulturi.
-Félix, ¿pero que traes ahí?- Dijo Aro tomándome el brazo y haciéndome a un lado con delicadeza.
-Vampiros intrusos- Dijo con seriedad
-Ya veo, ¿y ustedes son?- Dijo Aro, Doug me volteo a ver sorprendido al ver que estaba tomada del brazo con Aro, esperando que yo dijera algo.
-¡¿Cómo puede ser esto posible?!- Exclamo Caius con molestia
-¡Ellos son mis amigos que les comentaba, solo vinimos a ver la ciudad como turistas!- Me apresure a decir, Aro volteo a verme y me dedico una linda sonrisa.
-Por ahí hubieras empezado, querida- Se giró hacia un vampiro que parecía ser un sirviente.- Nataniel lleva a los invitados a sus habitaciones y...
-Aro, gracias en verdad pero no es necesario- Dije interrumpiéndolo y mirándolo a los ojos, vi que los musculos de su rostro se tensaron por unos segundos.
-¿Crees que dejare que mia piccola regazza quedarse en cualquier lugar? No, tú te quedas aquí.- Dijo decidido con una cola de seriedad al final, como una orden disfrazada.
-Pero esto de que se trata ¿nos matarán?- Dijo Patrick confundido.
-Si ese fuera nuestro objetivo hace tiempo que lo hubiéramos hecho- Dijo Caius muy serio.
Patrick no dijo nada más y Maeve solo temblaba a su espalda, mis amigos siguieron al sirviente para indicarles sus habitaciones, lucían más como prisioneros que como invitados; sabía lo que seguía, un eterno cuestionario de Aro sobre qué había pasado en mi vida y como había sido mis días con los Cullen.
-Podrían dejarme a solas con Victoria-Dijo Aro, los dos líderes asintieron y se retiraron, solo quedamos Aro quien regresó a su trono cruzando las piernas, los sirvientes y yo.
-¿Cómo has estado, regazza? Hemos estado preocupados por ti y ni siquiera una llamada- Dijo Aro sentándose en su trono.
-Bien, he estudiado y visto el mundo; y Carlisle y Esme han sido muy amables. Oh Aro, no sabes lo feliz que he sido- Le dije a Aro emocionada, era verdad estos veinte años, siete estuve con el clan Cullen, quienes sentí lo más cercano a una familia. Bueno yo los considere así, y los otros trece años me fui a estudiar en todas las universidades que pude desde artes, lenguas, literatura y más, desde entonces viajo por el mundo con mis amigos- Todos esos museos, el arte que hay en el mundo, mis amigos son maravillosos.
-Qué bueno Victoria, me hace... feliz escuchar eso. Seguramente tendremos tiempo de sobra para ponernos al día. –Dijo Aro con una clase de mueca indescifrable- Ahora porque no vas y descansas, tu alcoba sigue siendo la misma nada ha cambiado- Mi dijo con una sonrisa.
-Pero... ¿y mis amigos?- Dije nerviosa.
-Están en sus respectivas habitaciones, descansa querida.-Yo asentí feliz y me retire de la sala, con más confianza. Quizá no haya sido tan malo regresar, sinceramente no sé por qué tenía miedo de volver.
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Recuerdos Vampíricos 🩸 [EN EDICIÓN]
FanficVictoria ansía saber sobre ella misma, no se imagina que el pasado cambiara completamente su existencia. En el camino sabrá quien realmente es ella, mientras tiene un amor prohibido con el máximo líder de los vampiros.