Santiago.
Me había despertado en el cuarto de huéspedes asustado, hasta que recorde como llegue aquí. Me levante en seguida y sabia que me conseguiría con la fiera de Blair. Molesta porque no estaba en el cuarto.
Tenía un dolor de cabeza horrible, así que hoy de verdad no quería pelear. Y no me equivoque cuando entre al cuarto. Blair estaba con el paño alrededor de su cuerpo y con el cabello húmedo. Se había recién bañado y no podía negar que se veía sexy. En seguida sentí como mi miembro se elevó.
Pero sabía que no tendría sexo mañanero. Porque Blair me miro como si me fuera a matar.
–Eres un completo imbécil, en serio. - Me dijo
Me dijo unas cuantas cosas más, pero mi cabeza solo escuchaba: Blah, Blah, Blah.
Intente acercarme y darle un beso para calmarla, pero me hizo la cobra.
Me importo una mierda lo que dijera o la cara que hiciera Blair, la ignore y ya.
–Jodete Blair. - Le dije y me metí en el baño para bañarme. Hoy de verdad no tenía paciencia. Había dormido mal, tenía problemas y me dolía la cabeza. Todo era una terrible combinación.
Salí de inmediato del baño y ahí seguía Blair parada, mirándome. Seguí ignorándola y me vestí. Al frente de ella, para que me deseara aún más.
–Está bien Santiago, yo también puedo jugar este juego. - Me dijo y en seguida se quitó el paño y quedo completamente desnuda.
No me sobornaría de esa manera.
–Blair, ahora no. De verdad no quiero nada contigo hoy. - Salí del cuarto en seguida. Sabía que le había hecho daño, pero era sincero. Era mejor la sinceridad para bajarla otra vez de lo que creía que teníamos.
La quería como amiga, pero para alguien que sabía cómo era Blair, pues mucho no la soportaban.
Llegue a la cocina y estaba Anastasia cocinando vestida con la ropa de mi primo y Jhon ayudándola.
A veces envidiaba estas simples cosas que hacían juntos como pareja, pero no quería una novia.
–Buenos días tortolos. - les dije.
–Hola Santiago. - me saludo Anastasia.
–Holaaa primo. - Jhon estaba feliz, realmente muy feliz.
Sabía que extrañaba a mi primo en las noches de farras, pero su felicidad, me hacía muy feliz a mí. Anastasia lo hacía feliz.
Eso me ponía de buen humor.
Durante un rato estuvimos hablando y hablando.
Anastasia había cocinado para todos, hasta para Blair que aún no bajaba del cuarto. Ana era una chica muy amigable. Ya veo porque mi primo se había fijado en ella. Ella podía sacar cualquier tema de conversación sin dejar morir la charla.
–Así que a ti también te gustan las motos Santiago? - me pregunto Ana.
–Si, claro. Siempre estoy en las carreras de motos y soy el mejor la verdad, que te lo diga mi primo. - dije mirando a Jhon.
–Primo, tienes un poco alto el ego no?- dijo Jhon riéndose. Sabía que le daba risa cuando alardeaba sobre que era el mejor.
–Porque crees que dije lo de mejor? - en seguida me reí.
–A mi mejor amiga también le gusta las motos, tiene una harley davidson.- dijo Ana, lo que me pareció curioso. A casi ninguna mujer le gustaba ese tipo de cosas. Bueno la mayoría. No era por generalizar.
Me vino a la mente Lara, Lara utilizaba una moto... o eso era si mal no me acordaba.
En seguida elimine esa imagen de mi cabeza.
Le dije a Ana que me parecía interesante. Entonces mi primo me comenzó a joder con sus chistes malos.
Todos nos reímos, mientras mi primo y yo nos insultábamos en chiste. La mañana me estaba poniendo de buenas de verdad.
Entonces bajo Blair con una cara de culo. Y se paro a mi lado. Ignorando todo lo demás, ni siquiera el "Buenos días."
–Llévame ya a mi casa. - me dijo, ignorando todo a su alrededor. Ya me estaba molestando demasiado.
–Blair, se dice Buenos días, y te puedes sentar a comer tranquila, ahora te llevo. - le dije.
Blair se sentó de mala gana y agarro el desayuno como si fuera cualquier cosa.
Pero cuando probo fue aún más el drama.
–Qué es esto Santiago, que asqueroso. - Dijo Blair.
Anastasia que la miraba desde el otro lado de la mesa, no se inmuto por su comentario, pero y siguió como si nada. En cambio, Jhon si estaba a punto de estallar.
Pero decidí estallar yo primero.
–Blair, levántate ahora mismo de la mesa y espérame afuera. - Vi como temblaba de la rabia, pero en mis ojos ella veía aún más molestia que en la suya.
–Hazlo en serio, yo ahora mismo voy y te prometo llevarte a tu casa. - le dije, un poco más calmado. Tampoco quería echarla de la casa como una vagabunda.
En seguida lo hizo y salió.
Yo estaba muerto de la pena. Me podían decir patan por tratar como zorra a las mujeres en la cama. Pero algo que me molestaba era los dramas y la mala educación.
Me enseñaron a respetar, es lo único que le podía agradecer a mis padres que hicieron bien conmigo.
–Disculpen de verdad, Ana. Tus tortillas están exquisitas y Jhon, no quería que Ana se sintiera mal. - les dije.
–Tranquilo primo, ya sabemos los bochornos de Blair. - dijo Jhon mientras agarraba la mano de Ana.
–Tranquilo Santiago, no es tu culpa. Pero creo que me cae demasiado mal esa Blair. - me dijo Ana.
–A quien no le caería mal. - dije mientras hacia una mueca
Y no era para más. Ana y Jhon se rieron por el comentario de a quien no le caería mal.
En el camino a casa de Blair no hablamos, solo cuando se bajó.
–Nos vemos en la universidad. - Y cerró la puerta de golpe.
Que mujer...
Yo estaba entre de mal y buen humor, pero ojalá se me pasara en la universidad. Solo había un problema.
Lara...
Puse música y le subí más el volumen cuando iba llegando, empecé a cantar a todo pulmón. Una canción de los backstreet boys.
Cantaba a todo volumen: TELL ME WHY, Ain't nothin' but a heartache.- mientras le daba golpecitos al volante.
TELL ME W....
De inmediato pare, cuando casi choco con una moto, al entrar a la universidad.
La persona se quitó el casco y se bajó en seguida. Era Lara...
Baje el vidrio del carro, pero ya Lara me estaba insultando sin yo decirle ni una sola palabra.
–CASI ME MATAS IDIOTA. - Me dijo.
Esto no estaba empezando bien.
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Aléjate o déjate llevar
Fiksi RemajaLara y Santiago, muy diferentes pero al mismo tiempo tan iguales, con las mismas ganas de comerse al mundo. Lara es una chica fuera de lo común, desde su aspecto hasta su personalidad ruda y fuerte, chocara con Santiago al demostrar de verdad que un...