Cap. 1

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Hoy era él primer día de secundaria, odiaba los primeros dias, perdíamos la rutina de dormir tarde y despertar tarde, ahora todo era temprano, dormir y despertar. Aunque era mi ultimo año aun no maduraba en este sentido.

Mi mama me despertó como de costumbre, ella era mi alarma, la mejor alarma del mundo. No teníamos la mejor relación, no había día que no discutiéramos pero nos amabamos. Y amaba las mañanas, en que ella iba a mi cama y me despertaba tranquilamente y con una voz llena de amor, la que no siempre tiene.

-Bueno, te vas con cuidado, no te vallas sola y no cruces la cancha sola.

-Si mama ya se. -Ella me da un beso y la bendición y yo entro a la secundaria.

Hicimos los aburridos honores a la bandera, y por lo que pude ver mi mejor amiga no vino a la escuela. Odio que no venga me deja sola con los presumidos y odiosos de mis compañeros.

-Alumnos hoy es su primer día de escuela y es su ultimo año, disfruten este año, con sus compañeros, saquen buenas calificaciones y nunca se den por vencido.

La maestra hablaba dando palabras de apoyo, para ser los mejores alumnos en la preparatoria. Nunca fui una alumna de diez, o nueve, fui de calificaciones medias, 7 o 6, no era la mejor pero nunca repetía ni reprobaba materias.

Él día paso aburrido y lento. Fue aburrido sin las estupideces de mi amiga.

Llego la salida, compre mi refrigerio del camino y comencé a caminar para ir a casa, cruce la cancha tras un grupo de chicos. Esa cancha me aterra es muy peligrosa, aparte de las cosas paranormales que pasan ahí. Según.

Seguí mi camino hasta que llegue a la calle donde mas carros pasan y donde mas miedo me da. Suspire, me fije por ambos lados y comencé a caminar.

Caminaba con pasos lentos y nerviosos, rogaba a Dios no se arrollada por un vehículo.

Ya iba a media calle cuando escucho un fuerte pitido a mi lado, volteo y había un carro a escasos centímetros de mi.

-¿No tienes ojos estas ciega o que te pasa?. -Me grita un chico muy alto, y de aspecto frío. Y lindo.

-Perdón, me fije para ver si no pasaban carros.

-No te fijaste bien, casi te mato, soy muy joven para ir a la cárcel por homicidio accidental. Mocosa.

-Ya pedí perdón, riquillo. -Dije eso ya que él chico viste ropa cara y su carro ni se diga. -No por ser millonario y mayor debes de tratarme así. Y menos llamarme mocosa.

-Niña malcriada, mira bien por donde andas y adiós, tengo cosas mejores que hacer. -Dice eso y regresa a su estúpido vehículo yo cruce corriendo lo que restaba de la calle, ya que venían mas carros y me aterrorizaba.

Llegue a casa y como de costumbre sola, amaba la soledad pero al mismo tiempo la odiaba.

Serví de la comida que mi madre dejaba siempre y serví la de mi hermano. Me senté en la mesa a esperar a mi hermano para comer juntos, pero jamás llego. Termine comiendo sola.

Me puse a ver la televisión, salían puras novelas de drama y amor, cosas que aun me revuelven él estómago.

Al día siguiente fui a la escuela y me fui con unos compañeros que viven cerca de conmigo.

Agarre dinero y decidí salir a caminar un rato a la plaza, quedaba a unas cuadras de mi casa llegue en 10 minutos.

Escuche música mientras daba vueltas a la plaza, sin rumbo alguno.

Seguía caminando, y escucho gritos y veo a una bola de gente amontonarse. Como soy una chismosa fui a ver que pasa, me metí entre la gente hasta llegar al final, veo a un chico de espaldas tomarse fotos, se veía muy apretado por la gente, después se gira y era ese chico que casi me asesina. Ruedo los ojos y me iba a ir pero él me sostiene del brazo.

-Espera. -Me intento soltar de su agarre pero él no me deja. Se pega a mi y pone su cabeza en mi cuello, y comienza a empujarme. -Gracias, casi muero asfixiado ahí.

-No importa. -Fue un poco incomodo.

-¿Cual es tu nombre?

-Marlen. -Le dije un nombre falso.

-¿Cual es tu edad?

-15 años.

-Gracias.-Dice con su respiración agitada, se veía que lo estaban matando.

-De nada. -Me doy la vuelta y regreso a casa.

Desconocidos. -Natanael Cano Y Tu (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora