¿Que habría pasado...

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Lincoln: ¿Hace cuanto tiempo estoy aquí?.

 Parecían años desde la ultima vez que salio de ese lugar... Las tareas ya hechas, no había mucho mas que hacer que lo habitual...

Lincoln: Abuelo... no se si resolvimos esto, pero ¿crees que esta bien lo que hice?.
Albert: ¿Te sientes mal por eso?.
Lincoln: La verdad no sé... solo siento tristeza mezclada con una tranquilidad...

Albert: Eso significa que estas reflexionando... pregúntate a ti mismo si realmente valió la pena...
Lincoln: No lo sé abuelo... aun no lo sé.
Albert: El tiempo te lo dirá...
Lincoln: Mmm... 
Albert: Es tanto figurativo, como literal Linc, si aun no sabes la respuesta es porque aun no termina...

Lincoln: Gracias, solo espero no tener mas problemas...
Albert: ¿Hablas... de problemas familiares?.
Lincoln: Mmm... me refería a otro problema...ellos ya no me preocupan la verdad...

Albert: Entonces no me equivoque, porque ese ultimo consejo iba para el otro asunto jeje.
Lincoln: Gracias Pop-Pop.

Albert: ¿Y que vas hacer hoy?...
Lincoln: Lo mismo de siempre creo... ojalá haya algo bueno en el bingo.

Albert: Creo que habrá una secadora de pelo, pero eso será en la noche. vamos a dar una vuelta, estar encerrado aquí te puede volver loco, además ya te estas pareciendo un mini anciano...
Lincoln: No es para tanto... oye y ¿no tendremos problemas por salir de aquí?, no digo que sea una cárcel, pero...

Albert: Descuida, desde la ultima vez que salimos a divertirnos la señora Sue dejo de ser tan estricta, aunque todavía se toma muy enserio su trabajo así que tratemos de llegar a tiempo esta vez...

Lincoln: Agh... y que lo digas... ¿pero vamos por un poco de avena antes de salir?.
Albert: ¿Y dices no ser un anciano?. Jajaja "quiero mi avena y mi cocol".

Lincoln: Creo que tienes razón, ¿crees que es por eso que no me han echado todavía?.
Albert: Pensando bien las cosas, creo que si...

Lincoln: ¿Adonde vamos?.
Albert: Un día de pesca... ¿te parece?.
Lincoln: Cuenta conmigo.
Albert: ¿Oye y desde cuando te gusta la avena?.
Lincoln: Ni yo sé, creo que con el tiempo le tome el gusto...

Albert: Es mejor que el engrudo que dan a veces...
Lincoln: Y que lo diga...

 Montañas repletas de arboles y unas pocas aves planeando por los cielos... justo entre estas montañas un lago con un borde playero...

Lincoln: ¿Y este lugar?. No sale en el mapa abuelo...
Albert: Por su puesto que no sale, este es mi lugar especial... aquí traje a la abuela en la primera cita...

Lincoln: Ya veo porque terminaron juntos, este lugar es genial...
Albert: Si, es genial, eres la segunda persona que conoce de su existencia...

Lincoln: ¿Enserio?, me siento honrado...
Albert: Te concedo ese honor, solo si prometes algo...
Lincoln: ¿Que cosa?.
Albert: Solo debes traer aquí a la indica... a nadie más...

Lincoln: De acuerdo (sonríe), ¿pero como sabre cual es?.
Albert: Este lugar lo sabrá, o mejor dicho verás a los ojos cual es la indicada...

Lincoln: Que complicado...
Albert: Y que lo digas, pero a mi me funciono... así que espero te resulte...

Lincoln: Gracias Abuelo...
Albert: De nada hijo, debía pasar la antorcha a alguien digno después de todo... ya vamos a pescar.

En medio del modesto lago...

Lincoln: Debo admitir que no me apasionaba mucho la pesca, pero es algo relajante...
Albert: Ayuda a pensar bien las cosas... siempre me ayudo a resolver problemas...
Lincoln: ¿Y si esto no resultaba?.
Albert: Recudía a Toris...
Lincoln: ¿Toris?.
Albert: Así se llamaba mi moto Lincoln. Solo la tomaba y viajaba por la carretera.
Lincoln: Sabia que eras rockero, pero ¿motocicleta?.

Punto de quiebreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora