Me conocí con una chica normal, muy guapa, mimada por una buena vida.
Con ella, era fácil pasarlo bien y mis ingresos me permitían satisfacer sus caprichos.
Le pedí que sea mi novia y con mucho gusto acepto.
Pasamos mucho tiempo juntos, le ofrecí que se mude a mi departamento a lo cual ella acepto mi propuesta.
Pero tan solo un par de semanas más tarde, sufrí un accidente y como consecuencia, me quebré ambas rodillas. Esta niña mimada se convirtió durante varios meses en mi enfermera, una mujer cariñosa y mi amiga de confianza, a pesar de que yo me sentía impotente y miserable.
Vendió muchas cosas sin las cuales yo pensaba que ella no podría vivir.
Aprendió a cocinar porque yo necesitaba una dieta especial.
Me prohibió pedir disculpas.
No había sombra alguna de duda, ni de disgusto o miedo que pasase por su rostro durante todo este tiempo.
Sin duda es la mejor mujer que conocí
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Un Café Para Recordar
Short StoryLos invito a leer lo que oculta cada sonrisa. Esta basado en experiencia de varias personas, incluyendo la mía
