Tres años...tres años, que se dice pronto. Ese era el tiempo que había transcurrido desde aquella boda que paso de ser un acto de alegría a uno de tristeza. A menudo, Natsu visitaba la tumba que le había hecho para ella y se tomaba unos minutos allí.
Ahora las cosas habían cambiado como la relación de Gray que finalmente aceptó a Juvia. Gajeel y Levy presentaron a sus retoños, un niño y una niña. En cuanto a Lucy, estaba saliendo con un escritor que conoció en una cafetería. Pero sin duda, Natsu había cambiado ya que ahora no destrozaba los lugares, tenía mucho poder pero sabía como controlarlo. Se volvió incluso Mago Santo, pero seguía siendo la misma persona amable de siempre.
El mayor cambió que sufrió para bien, fue que su corazón estaba sanado de dolor.
Aquella mañana, el mago se sentaba en el gremio a leer el periódico y beber un poco de cerveza mientras dejaba que el tiempo pasase.
—¿Aburrido Mago Santo?—le preguntaron de forma burlona.
—Un poco—contestó mientras doblaba el papel para dejarlo encima de la mesa.
—Siempre puedes hacer una misión—le comentó con una sonrisa la albina.
—Te preocupas demasiado Mira. Por cierto, ¿donde esta Erza?—preguntó este.
—Oh, pues se que se fue a buscar a Jerall. Dijo que esta vez no pararía hasta dar con ese idiota que no se atreve a dejar las cosas claras—al pensar en lo que podía hacer la maga, ambos tuvieron un gran escalofrío.
—Bueno, será mejor que haga una misión—se puso en pie.
—Espera, ¿qué tal si vamos a comer juntos?.
—¿Tu y yo?—preguntó extrañado.
—Claro, apenas hay gente hoy, todos están de misión para ganar dinero ahora que hay tantos robos y pedidos.
—Vale, voy a casa a cambiarme—dijo.
—Nos vemos en un par de horas en la plaza.
Fue salir por la puerta y Mirajane pedir el relevo a su hermana antes de ir corriendo a su casa para cambiarse.
A pesar de todo por lo que había pasado, su corazón seguía pensando en el joven pelirrosa. Ha visto como ha superado a Serry, y ahora ha madurado. Se dio una ducha y luego ya plantada delante de muchos vestidos, no supo cual escoger. Tras una ardua selección, se quedo con uno de tono verdoso y adornos naranjas.
Aun teniendo tiempo, llegó diez minutos tarde a la cita. El joven estaba ya esperando allí vestido de manera formal, con una camisa y pantalones a la última moda. Casi le dan ganas de abalanzarse sobre él al verlo tan guapo.
—Perdón por la demora—dijo pasando su mano por su pelo para apartarse un mechón.
—No...no pasa nada—respondió este.
Natsu se sentía extraño, habían pasado esos tres años tanto tiempo en el gremio que no se había parado a prestar atención en que Mirajane se había hecho más guapa.
—¿Pasa algo?—le preguntó.
—Estás...muy guapa—halagó nervioso.
—Gracias—una leve sonrisa se dibujó en su rostro.
Fueron a dar una vuelta a ver tiendas, era lo ideal para romper el hielo. Natsu era saludado y tenía descuento en ellas gracias a su título de Mago Santo. Visitaron unos cuantos almacenes de objetos mágicos que Mira tanto quería ver antes de ir a comer.
Ya sentados en la mesa, se miraron y sonrieron.
—¿Cómo es ser Mago Santo?—le preguntó con curiosidad.
—Pues...reuniones...papeleo...ya sabes...algo parecido a ser maestro jeje—contesto.
—Te entiendo, Laxus siempre se esta quejando del papeleo—dijo.
—Quien iba a imaginar que tras tanto tiempo, sería el maestro. Siempre pensé en Erza—comentó tomando un poco de vino.
—Laxus tiene mas temperamento y sabe tratar cada situación con modales. Erza se cargaría y golpearía a todos...creo que pasó demasiado tiempo con vosotros—dijo echándose a reír.
La charla fue sobre esos temas, aunque más que nada el pasado. Mirajane, se armó de valor y finalmente se atrevió a hablar de algo que podría ser doloroso.
—¿Amas a alguien?—preguntó.
—¿Qué quieres decir?.
—Si...tu corazón esta listo para volver a amar—dijo con un nudo en la garganta.
Natsu esbozó una sonrisa, eso sorprendió a la joven.
—Si...Serry lo quería así. Y debo seguir adelante y la verdad es que solo guardo buenos recuerdos de ella—por primera vez en mucho tiempo, ella vio que sus ojos eran sinceros y que decían la verdad. No se veía que tenían ganas de llorar ni estaban tristes, eran ojos de una persona muy viva y que era feliz.
—Ya veo...me alegra saberlo—dijo.
La velada transcurrió sin mucho más, simplemente hablaban de lo bien que iban las cosas en el gremio antes de pagar e irse.
Natsu acompañó a Mirajane hasta la puerta de su casa. Se había independizado haría cosa de un año y medio. Era grande, de unos dos pisos como mínimo y en una buena zona. Se notaba que tenía dinero.
—Gracias por lo de hoy, tanto tiempo como Mago Santo me tenía—pero fue callado por un beso.
Mirajane le estaba besando, no sabía como reaccionar, ni siquiera cuando ella se apartó.
—A día de hoy...te sigo amando Natsu Dragneel—dijo agarrando su pecho y nerviosa.
Natsu parpadeo un par de veces, estaba perplejo. No sabía muy bien que decir. La albina abrió la puerta de su casa y se puso en el marco.
—¿Te gustaría entrar?—preguntó sintiendo su corazón en un puño.
—Yo...yo...—estaba nervioso.
Era cierto que había sentido amor por ella, que tal vez ahora volviesen a florecer. ¿Pero era lo correcto?, dijo que su corazón estaba sanado pero no preparado para otra relación.
Entonces, sintió un leve empujón, como una mano amiga. Pero allí no había nadie, solo ellos dos.
—Natsu...—llamo ella.
—Si...si me gustaría entrar—contesto nervioso.
Ella le dio un corto beso, luego, suavemente llevó su mano hasta la de él antes de entrar juntos en la casa.
Unas figuras fantasmales habían observado toda la escena.
—¿Seguro que estás bien?—preguntó una figura joven, pequeña y rubia.
—Seguro Mavis, Natsu debe ser feliz...y se que ella lo hará—respondió esta.
—Si, porque al fin y al cabo...los demonios también aman.
FIN....
Es broma, Continuara...
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Los demonios también aman(NaMi)
FanficAmada y temida a partes iguales, Mirajane Strauss es una de las magas más fuertes de Magnolia y una de las más fuertes del gremio Fairy Tail. Por otra parte, se encuentra el mago despistado pero poderoso, el dragon slayer del fuego Natsu Dragneel. L...