O: Observar

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Optaron por disfrutar al máximo ese mes. Pasaron el mayor tiempo posible juntos, en Navidad y Año Nuevo no fue posible por la tradicional familia de Yuno. Con esos padres tan exigentes y una relación tan fresca no parecía conveniente una presentación. Por su lado, Charmy no tuvo problema en llevar a casa a Yuno después de todo Yami lo conoce y en general todos esperaban que ellos se consolidarán como pareja. Todos estaban súper felices por ellos. No podían pedir más, bueno, quizás más tiempo.

Fueron a cinco citas, hicieron muchos recuerdos felices y se divirtieron todo lo posible. No faltaron las sonrisas e infinitas charlas sobre todo y nada, la mandíbula les dolía al final del día, pero siempre había fuerzas para una dulce sección de besos. Hicieron momentos únicos e inolvidables. Lograron una relación sólida y de ensueño, parecía que nada podía separarlos. Estaban inmensos en una burbuja de amor. Es tan hermoso que parece mentira que sólo duraría un mes. Una vez que Charmy volviera a retomar sus estudios deberá irse y con ello darán por acabada su relación. Es un acuerdo mutuo, es lo correcto, aunque duele de sólo pensarlo, pero están decididos a vivir un noviazgo de ensueño. Nada arruinaría ese mes.

Charmy hasta olvido que Yuno es menor de edad. Esa idea llego justo cuando estaban en la cama dispuestos a seguir más allá de unos besos, fue como una alarma gritando: ¡detente! ¿¡qué haces!? Loca. El susto estuvo ahí por unos segundos volviendo incómodo el momento. Explicó su preocupación siendo escuchada de forma atenta por la otra parte. Se sintió algo paranoica al saber que Yuno ni siquiera había pensado en ello. La preocupación de ella fue olvidada con unas palabras de consuelo y una sensual sonrisa que casi la hace derretir.

Esa fue una noche mágica, llena del más puro amor.

Las demás noches fueron todo lo caliente que dos pocos experimentados amantes pudieron lograr.

Yuno había encontrado una fascinación de despertar primero y quedarse a observarla dormir. Ella no creía ser bonita en ese estado tan vulnerable y fuera de su alcance, pero había tanta belleza y ternura en su rostro pacífico que era imposible para Yuno apartar la mirada. Observarla llena su corazón de calidez, ya sea que esté dormida o no. Charmy quiso probar esa sensación y así lo hizo una mañana en donde logró despertar primero, entendió a que se referia Yuno con abrumante calidez. Ver a la persona que amas estar a gusto entre tus brazos es una sensación que llena tu pecho de una cálida energía, no puedes evitar observar con adoración.

La escena íntima con el Yuno dormido no dura mucho, éste despierta encontrando a su adorable Charmy tomando fotos de ambos hechos un lío de mantas; esponjosos y tiernos.

—Tu aroma —comenta Yuno apoyando la punta de su nariz contra el cuello de Charmy.

Están acostados en el sofá en forma de cucharita y viendo la televisión, acaban de desayunar de forma exquisita y nutritiva como cada vez que ella entra a la cocina.

—Huelo a canela y café —afirma ella después de haber olido su propia remera.

—No es eso.

Charmy voltea preocupada sólo para encontrar a su novio con esa típica expresión pacífica, o eso parecería ante los ojos de alguien más, ella ve una expresión curiosa en él.

—¿Huelo mal? —avergonzada no puede más que sonrojarse e intentar escapar hacia el baño.

—Todo lo contrario, es un aroma agradable —confiesa Yuno con una cálida sonrisa y una mirada llena de adoración. Atrapa el menudo cuerpo entre sus brazos sintiendo el calor aumentar con cada roce, adora esta sensación de cercanía, es un simple abrazo; cómodo y reconfortante. Pero es especial al ser entre ellos dos, dos seres enamorados uno del otro, el abrazo se vuelve íntimo. La escucha chillar de felicidad contra su pecho y eso logra hacerlo reír. Observa el sonrojado rostro de la mujer entre sus brazos, esa piel blanca e impecable, los caballos negros largos y ondulados, es preciosa, sobre todo cuando dirige esos ojos verdes a su dirección. Ella sonríe y sus ojos parecen brillar.

Un recuerdo viene a él desconectando su mente de la realidad por unos segundos. Sorprendido no puede más que parpadear. Ahí está, ahora lo sabe, esa vez en el pasillo de la escuela fue cuando sintió por primera vez ese aroma. El aroma del amor. ¡Dios! No puede creer que haya pensado eso, ahora su rostro arde, él está en llamas completamente. Antes de que Charmy pregunté por sus cambios drásticos de expresión, aprieta el abrazo para ocultar su rostro situando su barbilla sobre la cabeza de ella. Fue cursi. Demasiado dulce y pegajoso, quizás el pensamiento más vergonzoso que ha tenido hasta ahora. Jamás nadie sabrá eso. Tampoco sobre su fascinación por observar a Charmy cocinar, hablar, dormir o simplemente estar haciendo nada. Nunca nadie sabrá de sus cursis gustos.



Esponjosa dulzura | Yuno x Charmy |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora