Drogo
Una vez accedemos a la sala, nos encontramos con Hades tumbado en un trono de almohadas rodeado de sirenas, como si de un jeque árabe se tratase. Nos mira con diversión y eso me molesta.
—Bienvenidos a mi rincón favorito —nos saluda con una macabra sonrisa —. Poneos cómodos, por favor, hay de todo lo que podáis desear.
En ese momento siento cómo Cris se tensa y aprieta mi mano con fuerza. ¿Se habrá puesto así por las sirenas?
Me vuelvo a mirarle y descubro que su objetivo es otro. Al verlo, me entra terror de verdad. ¿Cómo ha podido ser tan retorcido?
Cris suelta mi mano y yo me apresuro a detener su avance.
—Déjame, Drogo —me exige seria.
No le hago caso y le miro fijamente en los ojos. Sé que es más fuerte que ella, pero debe superarlo como sea.
—No, Cris —le ordeno en tono firme —. Sabes de sobras que no debes. Es una trampa. ¿Tan fácil se lo vas a poner?
—Sí —grita enfadada —. ¿Es que no te das cuenta de lo bien que huelen?
Trato de sujetarle con todas mis fuerzas, pero cada vez me cuesta más. Es demasiado fuerte, y más cuando está tan obsesionada como ahora.
—Suficiente —se escucha la voz de Sebastián por detrás —. Voy a acabar con esto ya.
Sale de la sala para, inmediatamente, volver con un bote en la mano. Se acerca a la mesa y vierte un montón de fango del que había en el suelo sobre el plato de patatas fritas.
—¿Qué? ¿También te apetecen así? —le pregunta mirándole fijamente.
—No... gracias —responde tratando de reprimir una náusea.
Yo le sonrío con dulzura. Sé de sobras lo mal que lo está pasando y debo reconocer que Sebastián ha tenido una gran idea. No quiero ni pensar lo que hubiera pasado si se llega a comer sólo una.
—No te preocupes, cosita —le digo acariciando su mejilla —. Cuando esto termine, te encargaré un camión entero de patatas fritas sólo para ti.
Ella esboza una tierna sonrisa de agradecimiento que me ilumina el alma. Me encanta cuando me mira así. Es mágico. Es como si sólo estuviésemos ella y yo en el mundo.
—Me decepcionáis —se escucha de repente —. Yo que había preparado la comida con tanto cariño.
Escuchar eso me pone de los nervios. ¿En serio sigue con su juego? Tengo unas ganas de acabar con esto que no lo sabe nadie.
—¿Cómo puedes ser tan retorcido? —le grita Cris encarándose a él —. Es más. ¿Cómo sabías que yo...?
—¿Te pierdes por las patatas fritas? —le corta divertido —. Se muchas cosas de ti, Cris. Este cuerpo guardaba mucha información en su interior y la he sabido aprovechar.
—Pues ya ves que no ha funcionado —le indico orgulloso.
—¿Eso crees? —responde con una ceja levantada —. No soy tonto, Drogo y sé perfectamente cual es vuestro plan.
Una risilla se me escapa. ¿De qué plan habla? Porque, que yo sepa, no hemos preparado nada. Es más, improvisamos sobre la marcha.
—¿En serio? Pues ya sabes más que nosotros —comento divertido.
—No te hagas el tonto, Drogo. No te pega —me reprende —. ¿Acaso me vas a negar que habéis venido hasta aquí con la intención de acabar conmigo? Pues déjame decirte una cosa, jamás lo conseguiréis. Soy un Dios y ni siquiera vosotros podéis conmigo. Soy un ser superior.
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DC XII:LA REINA DEL MUNDO √
FanfictionSin Cris, sin Drogo y sin Lorie, los bartholitos van a tener que asumir su responsabilidad como niños prohibidos. Tienen que detener a Merlín e intentar salvar a Fiona de sus garras. Eso sin contar con la amenaza de Hades. Por suerte para ellos. cue...