—¿Eso es un cadáver? —Preguntó Juliette muerta de miedo.
—¿Un cadáver? Pff, por Dios, claro que no. —Respondió Marina con sarcasmo, el pánico siendo palpable en su voz. —Es tu hermana gemela, ¿que no lo ves? —Pero incluso así intentaba dar un toque cómico a aquella escena, solo para convencerse de que aquello no era real.
—No bromees con eso. —Replicó Julie con el ceño fruncido, abrazándose a si misma. De repente sentía mucho frío.
Juliette de pronto voltea desesperadamente hacia Elizabeth y Robert, quienes aún miraban en estado de shock aquel cadáver que yacía en el suelo.
—¡No sé queden callados, maldita sea, digan algo! —Exclamó la castaña, siendo víctima de pánico en aquel momento.
Robert voltea a ver a su hermana melliza, y con miedo en la voz pregunta:
—¿En qué nos hemos metido, Liz? —Luego vuelve su mirada nuevamente el cuerpo sin vida.
—Ehm, bien. Yo lo que creo es que el amor de la vida de Marina y su familia son unos locos homicidas. —Responde la ojiazul y luego sonríe graciosamente con la intención de aligerar un poco el ambiente.
Pero realmente aquello era imposible en ese momento.
—Chicas. —Llama Rob luego de unos segundos de silencio, con un tono de voz extraño. Las tres mujeres voltean a verlo. —No quiero alarmarlas, pero...Hay alguien mirándonos. —Rob señala discretamente hacia la mansión que se encuentra a varios metros de distancia de ellos.
Y cuando las tres chicas voltean hacia dónde Rob señaló, se dan cuenta de que efectivamente a lo lejos, hay alguien mirándolos desde una de las ventanas de la mansión.
—Oh por dios, ¡Ahora sí estamos muertos! —Escandaliza Julie a punto de sufrir un ataque de pánico. Los otros tres jóvenes desvían su atención hacia ella.
—Juliette, por favor cálmate. —Pide Elizabeth intentado mantener la calma, incluso si ella está más que asustada.
—¿¡Cómo me pides que me calmé en un momento así!? —Replica Julie, casi que llorando.
Luego de eso los cuatro jóvenes vuelven a voltear hacia la mansión, solo para darse cuenta de que ya no había nadie observandolos.
—Van a matarnos. —Susurra Marina al borde de las lágrimas.
—Bueno chicas, tal vez si corremos y logramos saltar la cerca para escapar de aquí, estemos a salvo. —Dijo Rob calmadamente. —¡AHORA CORRAN, CHICAS, CORRAN! —Grita para seguidamente empezar a correr, siendo seguido por las tres féminas.
Pero no importa cuánto corrieran, los cuatro habían visto algo que nunca debieron de ver. Y ahora sin quererlo, ya estaban dentro de ello.
ESTÁS LEYENDO
¡Yo seré su cupido!
Mystery / ThrillerCuando Marina Collins se enamora perdidamente de un apuesto chico, Elizabeth Johnson y Juliette Anderson como las buenas amigas que son, deciden emprender una loca aventura para que esté chico note la existencia de su linda y adorable amiga (incluso...