En estos momentos era cuando Itachi se daba cuenta de las consecuencias que traía salir de tu casa a las dos de la mañana envuelto con solamente una sábana cuando hacia un frío terrible.
Se había resfriado.
Sorbió su nariz nuevamente. Había tenido que ir a clases apesar de su estado de salud, pues no quería tener ni una sola falta, aunque fuera con justificación.
Tenía la vista medio nublada, la nariz roja y unas ganas malditamente terribles de ir al baño.
Lo único que le impedía ir al baño en estos horribles momentos era que el profesor Kakashi había prohibido por completo las salidas en su clase.
—Pero claro, no fuera a Obito, porque a él le da permiso de cagarse en medio salón —dijo Itachi, de forma casi inaudible. Era bastante claro quienes eran los preferidos de su maestro.
—¿Quiere decir algo, Itachi? —le llamo la atención su profesor. El mencionado se puso derecho casi de inmediato y negó rápidamente con la cabeza.
Las cosas para Itachi solo podían empeorar. Tenía unas ganas tremendas de estornudar, y obviamente no podía hacerlo, pues corría el riesgo de que algo no deseado saliera por la parte trasera.
Solo le quedaba rogar a cualquier ser divino que se le viniera a la cabeza para que le hiciera un milagro, y si no era mucho pedir que, atropellaran a el profesor Kakashi.
Lo único bueno era que no faltaba mucho para que esa clase terminará. Máximo le quedaban solo diez minutos.
Sentía como la nariz le picaba y como gotas de sudor frío resbalaban desde su frente a sus mejillas. No aguantaría más tiempo.
Termino estornudando, pero apretó sus glúteos al asiento para evitar accidentes.
Todo pudo haber terminado ahí, pero no, parecía que la vida una vez más quería recordarle lo mucho que lo odiaba, y por eso un moco de proporciones bíblicas salió de su nariz y termino embarrado en todo su rostro.
Se limpio la cara como pudo. Dirigió su vista a todos lados, como para revisar que nadie lo hubiera visto, así fue como se percató que la única persona el cual lo vió fue cierto rubio malhumorado, quien lo veía con algo de sorpresa y asco.
Se espero que la clase terminará y corrió lo más rápido que pudo al baño. Sentía que no iba a llegar, pero lo consiguió.
—Eres grande dios —dijo con gran alegría y alivio, una vez que hubiera tomado asiento en el escusado.
La alegría permaneció en él por muy poco tiempo, ya que unos segundos después se dió cuenta de que no había papel.
—Por favor señor, y yo que estaba creyendo verdaderamente en ti —soltó Itachi, sintiéndose estafado por parte del todo poderoso.
Podría quedarse a esperar que alguien fuera a su rescate, pero no es como si tuviera algún amigo al cual decirle a dónde iría. ¿Este será el fin de Uchiha Itachi?
—Además de ser un ciego, eres un mal amigo —dijo Deidara, mientras entraba e iba en dirección al baño donde se encontraba Itachi—. Mira que salir corriendo y no decirme ni a dónde ibas.
Deidara le lanzó por arriba de la puerta un papel higiénico a Itachi, antes de voltear hacia los espejos que había en los lavabos para ver cómo estaba su cabello.
—Mi intuición femenina me dijo que lo necesitarías —informó el rubio, refiriéndose al papel higiénico.
Itachi sentía que al fin la vida le estaba dando una oportunidad, claro, hasta que levanto el papel y se dió cuenta de que este había caído en un charco de algo que claramente no era agua.
—Tu intuición femenina funciona muy bien, pero no tu puntería —habló Itachi, tirando el rollo de papel.
—También me dijo que debía traer dos —añadió el rubio, pasándole por debajo de la mesa otro rollo de papel.
Bueno parecía que la vida si le estaba dando otra oportunidad
Jaja, sorry mi family me entretuvo y no pude hacer el capítulo más largo, aún así espero y les guste :b
Y me acabo de dar cuenta que realmente tengo una extraña obcecion con los baños xddd
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Las maravillosas desventuras de Itachi-san
FanfictionPor qué nadie es perfecto, ni siquiera Itachi Uchiha.