El amor que nos une.

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Siglo XIX
Pd: esto no ocurre en Japón oc?
Los personajes no me pertenecen, le pertenecen a Kishi, si fueran mios la serie hubiera sido jotisima (+de lo que ya lo es)

Todo el mundo en la pequeña ciudad de Konoha miraban con lástima a la pelirosa. Se compadecian de ella por tocarle ser una madre abandonada.

En las ciudades pequeñas los rumores corren rápido, así que el rumor de que Sakura de repente se había convertido en madre voló por las calles y, sobre todo, quien era el padre; Sasuke Uchiha.

Todos daban por muerto al último de la familia Uchiha, sin embargo, un día, cuando la noche recién iba extendiéndose por el cielo, pintando todo de un azul claro intentando borrar el color durazno del horizonte mientras pequeños diamentes brillaban a su paso, alzandose por Konoha en las frescas noches de octubre, cuando las esposas salían  a comprar para la cena de su marido, cuando algunos vendedores cerraban sus locales u otros los iluminaban, mientras la gente salía por algún evento de alcurnia una figura llegó del oeste, con una gabardina completamente negra y una mirada indiferente. Las mujeres soltaron algunos suspiros de asombro mientras que los hombres se quedaron boquiabiertos, podían reconocer al único sobreviviente de la familia Uchiha, el cuál hace siete años todos dieron por muerto regresando en compañía del anochecer.

No corrieron más de diez minutos de su llegada cuando una pelirosa quien se sujetaba su vestido con ambas manos se dejó ver entre las calles.

—¡Sasuke!—cuando llegó a él quiso lanzarse a abrazarlo pero él se lo impidió—haz llegado—habló con felicidad.

—Sakura, necesito hablar contigo ahora, te continuaré explicando todo, lamento no poder contarte más en aquella carta pero no quería arriesgarme a que fuera encontrada—miró a su alrededor—ahora vámonos antes de que la policía me encuentre.—ella asintió y lo guió de forma discreta hasta su hogar, entrando por callejones para perderse de la vista de los demás.

Desde ése día ya nadie más volvió a ver al Uchiha por Konoha, el hombre de la frutería contó verlo alejarse por el norte a caballo, pero sólo eso se supo. Desde ahí todo mundo se escandalizó al ver a la ojiverde ir por las compras con un bebé bien envuelto en brazos.

La joven contó que era hijo suyo y tardó en contestar cuando le preguntaron si el padre era el Uchiha, pero contestó que si. Les había dicho que ella siempre mantuvo el contacto con él, que el día que quedó embarazada decidió esconderse más e irse a la otra cuidad con su maestra Tsunade, que por eso no la vieron por un tiempo, sin embargo, no supo que contestar cuando le preguntaron por que Sasuke se había quedado con el bebé y luego había regresado para abandonarla.

Tomó su canasta de frutas y se marchó.

Hubiera sido hundida en la sociedad de no ser por que, aunque no era alguien de familia rica y reconocida por las altas clases, sus padres se habían echo muy queridos y ella estudió desde temprana edad para ser doctora, siendo alumna de la doctora Tsunade, quien era bien reconocida en todas las ciudades vecinas(sin contar que su abuelo fue uno de los fundadores originales de esta cuidad).

Sólo ella sabía la verdad. Miró al bebé de ahora tres meses dormir en su cuna, sonrió de forma ligera, cada día era tan grande, Sasuke se lo había entregado con tan sólo dos días de nacido. Ella jamás dejó que alguien lo mirara directamente, lo sacaba a pasear cuando dormía y si se despertaba ella lo tomaba de forma rápida acunando su pequeño rostro en su cuello.
No podría mantener su farsa si alguien llegaba a verlo, ¿la razón? Unos enormes ojos iguales a los de Naruto, o incluso más brillantes, y sus marcas en las mejillas. No es que alguien pensara que era hijo de Naruto de forma inmediata, pero se darían cuenta que no era para nada hijo suyo y entonces probablemente si caería de la aceptación social. 

Menma Uzumaki/Narusasu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora