|| FUCKBOY || JEON JUNGKOOK || [+18]

N°1

Park Young-Sun

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¿Era enserio? ¿Así iba a iniciar mi día?

Me encontraba en la esquina de una calle completamente empapada de agua de los pies a la cabeza, tenía un olor a alcantarillado impregnado en mi ropa que ni siquiera los perros del barrio se me querían acercar.

Eran las siete de la mañana y mi viernes se estaba convirtiendo en un completo asco.

—Maldito imbécil —dije entre dientes—

Que tipo de cretino pasa en su coche a noventa kilómetros por un lugar que sólo está permitido recorrer a una velocidad de cuarenta, sólo un demente lo podría hacer ¿no?
Que más daba, ahora por culpa de él yo me encontraba en esta situación.

Decidí retomar mi camino con pesadez hasta mi casa, sólo me faltaban un par de cuadras más para poder llegar, pero con el fuerte dolor que tenía a lo largo de todo mi cuerpo el tránsito se me estaba haciendo casi eterno.

Mis huesos y mis músculos los sentía realmente pesados y débiles, creía que después de lo de anoche cogeria una espantosa gripe, tenía una resaca horrible que podía asegurar que mi cabeza explotaria en cualquier momento y para eso ni hablar de mis oídos.

—Vamos Young Sun, sólo cinco cuadras más —dije alentandome —

Cada vez que levantaba uno de mis pies para poder avanzar, mis zapatillas hacían un sonido extraño al estar extremadamente mojadas, puse mis manos en los bolsillos de mi chaqueta y seguí con mi paso.

—Al fin te dignas a aparecer —exclamó mi padre desde la sala cuando yo cerraba la puerta de la casa y dejaba las llaves en un recipiente de cristal— llevas una semana desaparecida Young Sun —caminó hacia mi— estaba comenzando a preocuparme.

—¡Agh! ¿Puedes hablar sin gritar? —me quejé— no es para tanto.

—¿No es para tanto? —resoplo—¿hasta cuando piensas seguí con esto? ¿Uh?

—Como si te importará —hablé en un susurro, casi solo audible a mis oídos—

—Estuve apunto de llamar a la policía Young Sun —abrió un poco más sus ojos—

—Ay por favor —rodee los ojos— la última vez casi no llego en un mes, y ni siquiera te tomaste la molestia de preocuparte.

Ambos nos quedamos en un completo silencio, mi padre bajó su mirada al suelo y yo sonreí con amargura.

—¿No dirás nada? —hice una pausa—si, eso creí.

Mi padre dio un pesado suspiro y luego subió su mirada hasta mis ojos.

—Estoy cansado de que te vayas a fiestas sin mi consentimiento, estoy harto de que desaparezcas de la noche a la mañana y que yo no tenga ni la menor idea donde estas metida ni con quien —dijo con un tono muy elevado para mí fuerte dolor de cabeza— me está cansando tu comportamiento Young Sun, estás tocando mis límites.

—Estaba con Gul Mi ¿contento? —eleve una ceja y comencé a sacarme mis zapatos— ahora, si te molestan tanto mis comportamientos vete —exclame— vete con tu nueva familia, yo no te necesito, solo me faltan unos meses para cumplir la mayoría de edad, así que no veo cual pueda ser el problema.

—¿Tan mal padre crees que soy como para dejarte sola? —preguntó— jamás lo haría Young Sun, se lo prometí a tu madre y te lo prometí a ti. Eres lo único que me queda de ella y no quiero que te destruyas hija.