Prólogo

10 0 0
                                    

Sinceramente no me apetecía salir de casa. Lo veía completamente innecesario, era bastante feliz en mi cama con mis libros y mi música. Visto así la vida no me iba tan mal. Me acurruque en la cama justo dos segundos antes de que mi teléfono sonara.

- ¿Hoy tampoco piensas salir de la cama?

La voz conocida de Sonia me hizo sentir un escalofrío. Por lo menos ella no se había olvidado de mi.

- Mónica, llevas más de un mes sin salir con nosotras. No puedes estar así y menos por ese imbecil.- siguió esta al ver que no contestaba.

-No me apetece discutir contigo Sonia, cuando este preparada saldré, te lo prometo.

-Te van a hacer falta algo más que promesas para librarte de mi. Si Mahoma no va a la montaña, la montaña vendrá a Mahoma.

-¿Mahoma?... ¿Te encuentras bien?- pregunte sorprendida. Creo que había perdido la cabeza.

-Abre la puerta anda

Después de pasar la tarde con Sonia me sentía mejor. Ella era mi mejor amiga pasara lo que pasara.  Y siempre lo iba a ser. En realidad eramos muy distintas y eso nos hacía estar unidas. Sonia era morena, delgada, muy delgada y yo rubia y ... no tan delgada. Sonia tenia los ojos verdes y yo marrones y las dos eramos chiquititas pero resultonas; pero su manera de ver la vida era muy distinta a la mia. Ella era de películas románticas y mantita y yo de fiestas y tacones, aunque tanto juntarse conmigo le estaba afectando y con el paso del tiempo había cambiado un poco su forma de ver eso. A Sonia le encantaba la comida basura y a mi levantarme temprano para ir a correr. Sin embargo algo nos unía, y es que la una no sería lo mismo sin la otra. Eso nos hacía especiales.

- Prometeme que no vas a llorar más por ese capullo. ¡Él se lo pierde! Y ten claro que el pierde mucho más que tu. No te merecía, ¿me oyes?

- Sí claro que te oigo -respondí secandome las lagrimas que resbalaban por mi barbilla- pero es muy fácil decirlo si tu no has estado con el. A ti no te ha engañado ¿sabes? Para mi no es fácil hacer que nunca ha existido cuando ha sido casi lo más importante de mi vida.

- A él no le costó mucho olvidarse de ti cuando estaba en casa de la otra...

- Decidido. ¿quien quiere enemigos si te tiene a ti? Se supone que venías a animarme

- ¡Y eso hago!- respondió Sonia sentándose en la cama con las rodillas cruzadas.- Y para eso el primer paso es asumirlo. Jorge te ha engañado con otra, porque es un cabrón y no te merece. Tu eres un tía de 10 y no deberías llorar por el. Joder Mónica coge los tacones y va monos a comernos el mundo. Te piensas que porque tu novio este con otro el mundo ha dejado de girar y no es así.  Los garitos de Madrid siguen abiertos y te echan de menos...

365 días, ni uno menosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora