Hoy, llegué a un acuerdo con mi otro yo. No te molestas, no escribes... tan sólo si lo dicta tu corazón. No escribas por deber, hazlo por inspiración, porque no quieres soltar todo lo que sientes de un tirón. ¡Qué emoción! Al fin, tú y yo seremos uno, sin ninguna distracción.
Vaya ambición, aquél rígido ser, tan centrado como una diana, no nos cuenta a quien ama. ¡Ven y dinos! Sabemos todo, que escribes cuando piensas solamente en esa persona. Cuando tu ser y sentidos te abandonan, cuando simple y explícitamente, el rojo de tus mejillas, tu cara adorna. Es insensato, ponerte a escribir, para luego bloquearte y hacer garabatos.
Aunque esto no suena como mi título, es lo que enseño a mis discípulos. Sé feliz solo, no mires atrás, da un paso adelante, no te asustes y debes estar neutral. Porque el día que te afecte lo que pienses o tus acciones, de tu cabeza... absolutamente nada lograrás sacar, y no lo digo por mí, todo lo hago por ti. Y porque en algún momento, comprendernos será lo ideal; pero por ahora, no somos, ni seremos "Tal, para cuál".
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De camino a la melancolía. (Poesía)
RandomTextos, poesía, relatos. En su mayoría llenos de tristeza, aunque no lo sé con certeza, si aquellas sensaciones llegarán a ustedes cuando lean. Mi primer objetivo, es que todos crean, en que somos almas que seguramente están llenas de pena, y si alg...