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-Todo listo?

-si...

Ambos se miraron y se dieron un abrazo, el pelirrojo comenzó a llorar, y el otro le acariciaba el cabello, llorando También pero siendo más silencioso

-Toujuro no quiero irme, creo que si nos quedamos aquí pero en casa, la pandemia pasará rapido, mi madre confía en ti y la tuya en mí

-Sumihiko, ya lo intentamos de todas maneras, no hay forma, tenemos que irnos cada uno por nuestro lado... Pero me verás y hablaremos diario!

-P-Pero...

El pelirrojo se derrumbó en los brazos de su mejor amigo, sentía algo muy profundo, que le arrancaban el corazón al alejarlo de su vida, y aunque Toujuro También lo sentía, trataba de simularlo

Ya lloraría el de camino a España

-Toujuro, puedo hacer una última cosa?

Estaban demasiado cerca, no hacía falta explicación alguna, El rubio asintió y procedieron a un beso largo, inocente y amargo, un último contacto, la última y más grande muestra de ese amor que sus almas llevaban, de esa amistad que sus mentes sentían, y ese tacto que nunca más volverían a sentir

Ninguno dijo nada al separarse, solo se sintieron de manera triste y se dejaron caer en el piso, abrazados y llorando juntos durante el tiempo que les quedaba

La madre del pelirrojo intervino, sabía que como mejores amigos de siempre les iba a doler no volver a tocarse, la pandemia estaba haciendo a muchas familias japonesas abandonar Asia, así que la familia Kamado se iba a Estados Unidos, y la Rengoku a España

-Seguiremos en contacto

-Si...

-Que te vaya bien

-A ti también, me avisas cuando llegues, querré escucharte

-Yo a ti también

Un último abrazo fue su último tacto, y con eso, la familia Kamado se subió en el auto rumbo al aeropuerto, a la familia del rubio le tocaba al otro día, y así, ninguno de los dos volvería a encontrarse frente a frente

Hasta su próxima reencarnación

La tercera es la vencida (KyoTan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora