Heroína

HEROÍNA (ONE-SHOT)

Aclaración: Sé que en la versión actual de reencarnaciones/descendientes, Giyuu es Giichi (o algo así) pero no me acostumbro a ese nombre, así que aquí sigue siendo Giyuu.

[...]

—Awww... ¿no es tierno?

—Se ve como algo molesto.

—Oficial Shinazugawa, es usted muy serio.

Kanae estaba en la comisaría, llenando algunos papeles con el policía Sanemi. 

Al lado, estaban Shinobu y Giyuu.

Giyuu, aferrado a Shinobu, miraba a la chica insistentemente. 

—Entonces, tu nombre es Giyuu ¿no?

—Sí, onee-chan.

Shinobu sonreía incómodamente a Giyuu, pues este no le devolvía las preguntas y daba respuestas cortas, pero lejos de lucir serio o aburrido, parecía extremadamente feliz.

Después de todo, este niño de primaria creía que esta chica de secundaria era muy linda.

—Niñas, es hora de que se vayan, la hermana de este niño ya está en camino para acá.

—Ya que terminé el papeleo, deberíamos irnos.

—Está bien, nee-san.

—Bien— Kanae se despidió del oficial.

—Bien— Sanemi la miró confundido.

—Bien— Shinobu ya estaba levantándose.

—...

—Oye mocoso, suéltala para que se vayan de una vez.

—¡Onee-chan! Quédate hasta que venga Tsutako-nee, no te vayas.

—No... yo... eh... bueno, está bien— Shinobu se vuelve a sentar.

Ojos de perrito abandonado fue muy efectivo.

Sanemi miraba con fastidio al niño, a la niña y a la chica.

—Bueno, me adelantaré a casa para la cena.

—Quédense aquí eh.

—¿Eh? ¿A dónde va usted?— Kanae prefería que el oficial se quedará con su hermana.

—Te llevaré en la patrulla. Mandaré a alguien que acompañe a tu hermana luego.

Todos se quedaron callados.

—Ara ara~ si usted insiste...

—¡No pienses cosas raras, maldición! ¡A estas horas es peligroso! ¡Si ustedes no se hubieran metido en este problema tan tarde me habría ahorrado este fastidio!

A pesar de lo que gritaba, acompañó a la hermana mayor y le abría la puerta de copiloto (porque no era ninguna criminal así que no debía ir atrás, solo por eso).

En la comisaría, Giyuu aún abrazaba a Shinobu alrededor de la cintura.

Pasaron unos minutos en silencio hasta que llegó Tsutako.

—¡Buenas noches! Gracias por ayudar a mi hermanito ¡en serio muchas gracias!

—De nada, aunque en realidad no hice mucho...

—¡No es cierto!— Giyuu voltea hacia su hermana— ¡Onee-chan me ayudó mucho!— Voltea a ver a Shinobu— ¡Eres mi heroína!

Shinobu se sonrojó.

—¡B-Bueno, debo irme!

—¡Ah! ¡Onee-chan, volvamos a vernos algún día!

Shinobu le sonrió y lo despidió con un gesto con la mano.